¿Por quién tañen las campanas?


En estos días la verdad es que he tenido muy poco tiempo para escribir o hacer otras cosas que me gustaría. He ido a reunión por día, ya fuera en mi casa o invitado por otros. Una de las razones más evidentes ha sido la inminente reorganización dentro de mi empresa, algo que provoca preocupación entre mis amigos y les hace volcarse y dar mucho más soporte emocional. Saltando de cena en cena hemos llegado al día en el que las campanas debían sonar.

En el último mes mis compañeros de oficina no han dejado de elaborar rimbombantes teorías para crear listas en las que aparecían unos nombres u otros. De entre los doscientos treinta y seis que comenzamos la carrera debían salir treinta y seis. Unos días yo era favorito y en otros no me contaban entre los candidatos. Ayer, mi amigo el Moreno y Yo dábamos nuestro paseo habitual a la hora de comer con la certeza absoluta de que sería el último, que ambos o al menos uno de los dos no pasaría el corte y tendría que abandonar la oficina.

Esta mañana llegué muy temprano al trabajo. Como coordinador general del operativo para la difusión en directo del evento a toda la compañía debía estar en mi puesto desde el comienzo. Tras ocho reorganizaciones si hay algo en lo que nosotros somos maestros es en lo del seguimiento de este tipo de desafortunadas situaciones. Usando mi teléfono móvil, el teléfono DECT del trabajo, nuestra mensajería interna, la del GMail y el correo hemos ido recopilando y distribuyendo información desde todos y cada uno de los puntos en los que se producían las noticias y gente dentro y fuera del edificio recibía sus actualizaciones en vivo y en directo. Unos cuantos se vinieron directamente a mi despacho y se sentaron allí a escuchar las noticias según iban llegando. Nuestros informadores trabajaban duro para que todo salga bien y pronto vimos más o menos la tendencia. La ola de despidos fue barriendo departamento tras departamento y cuando llegó al nuestro todos se marcharon a sus despachos. Nuestro director apareció en la puerta de mi despacho justo cuando el teléfono móvil de mi compañera comenzaba a sonar. Yo estaba totalmente convencido que venía a por mí pero la miró a ella y le hizo un gesto para que la siguiera sin decir nada. No hay forma suave de despedir a alguien, siempre es duro, tanto para la persona que lo hace como para la que recibe la noticia. Ella se fue detrás de él temblando. Yo ya informaba a nuestra jefa, que estaba en camino hacia mi despacho mientras un montón de gente me bombardeaba con todos los medios de comunicación que estábamos usando.

Pasaron los minutos y salimos para ir al despacho de mi jefa en el que se estaban juntando un grupo de compañeros. En ese instante apareció nuestro director y le dijo algo al oído a mi jefa. Ella salió corriendo. Nosotros inicialmente pensamos que le tocaba también a ella y nos miramos horrorizados. En ninguna quiniela figuraban los nombres de ambas. Decidí volver a mi despacho y de repente noto que el director va tres pasos por detrás de mí, como siguiéndome. Me preparo para que me ponga la mano en el hombro y me diga que lo siga pero no me detengo. Ambos vamos andando sin que la escena se produzca. Justo cuando he de girar y enfilar hacia mi despacho el mira la puerta de al lado, ve que el gerente que se sienta allí no está y se da la vuelta. Casi se me caen los huevos al suelo del alivio. En mi despacho estaba mi jefa consolando a mi compañera. Les comenté que el jefillo que es nuestro vecino también recibía el sobre y no me creyeron. Un rato más tarde volví a ver pasar a nuestro director y definitivamente buscaba a alguien. Cinco minutos después uno de los informadores nos confirmó que habían echado al gerente, algo impensable para muchos ya que es de esos que han sobrevivido a todo. Es además uno que nos ha hecho la vida muy difícil durante el último año. No puedo decir que me apene por él. Se cavó su propia tumba y quizás yo haya ayudado a echar unos cuantos kilos de hormigón encima.

El balance final ha sido de tres despedidos entre dieciséis personas. Deberían haber sido cuatro. Es la primera vez que le sucede a alguien que se encuentre en mi despacho. Estuvimos consolando a la chica tanto como pudimos aunque me asombró su sangre fría. Se lo tomó con una calma pasmosa. En otra zona del edificio cayó El chino y algunos otros que conozco. Mi amigo el Moreno y Yo sobrevivimos. Sobre las doce de la mañana dimos por concluida la transmisión. Casi cien correos electrónicos y al menos seis conferencias en paralelo en los dos tipos de programas de mensajería que estábamos usando, además de unos treinta SMS.

Todavía con el mal rollo en el cuerpo comenzamos a recuperar el pulso. Mi jefa tenía una reunión que delegó en mi. Ella se marchó a su casa, todavía medio tocada por el asunto. La gente llegó tímidamente, algunos con miradas de alivio y otros con los ojos enrojecidos por las lágrimas. Dejé que se desahogaran un rato y conseguí que la cosa no descarrilara pese a desconocer la mayor parte de los asuntos que tratamos. Este no es uno de mis proyectos. Al acabar me quedé hablando con uno de los peces gordos, un hombre con el que me llevo muy bien y junto al que he luchado en múltiples batallas, y hemos ganado la mayoría. Le dije que todavía no me creía que mi nombre no estuviera en la lista. Yo estaba totalmente preparado para cerrar este capítulo y pasar al siguiente. Ya había mirado billetes para irme a Nueva Zelanda un mes, tenía apalabradas algunas cosas y mentalmente estaba dispuesto para asumir este cambio drástico. ?l me miró incrédulo y algo ofendido y me reprochó que no tuviera ninguna fe en él y en otros jefes. Mirándome a los ojos me dijo que en realidad el mío era el cuarto nombre en la lista pero que él y un par de vicepresidentes más se habían opuesto y terminaron por reducir el número de despidos a tres en nuestro grupo. Las campanas deberían haber tañido por mi pero al parecer mi ángel de la guarda tiene otros planes para mí. Me dijo que no me perdiera la reunión en la que nos explicarían un poco lo que había sucedido y que allí comprendería lo que tienen reservado para mí. No nos dieron muchas pistas pero por lo que parece, nosotros, el grupo formado por mi jefa, un par de compañeros y yo hemos sido los grandes vencedores. Nos han puesto directamente bajo el ala de la persona más poderosa en Europa, por encima de las cuatro divisiones que se van a crear y trabajando con todas ellas. Sabremos más en una semana.

Hoy las campanas tañen por El chino, mi compañera la torti y diecisiete personas más.

,

15 respuestas a “¿Por quién tañen las campanas?”

  1. En hora buenas para ti, malo para los que salen. Cosas de la crisis, supongo.
    Yo estuve a punto de ir a Nueva Zelanda cuando vivía en Canadá, me faltó el canto de un duro, y es uno de los pocos países que me gustaría conocer.
    Salud

  2. Vaya, ya me estaba relamiendo viendo tus fotos de Nueva Zelanda durante los próximos dos años. Una pena lo del chino, supongo que así se cierra un capítulo en este blog.

  3. Enhorabuena colega. Me alegro que hayas sobrevivido, e incluso parece que has salido reforzado.

    Aunque estuvieras preparado, los cambios a la fuerza nunca son del todo agradables.

    Además ahora que te sabes respaldado por gente de peso, eso tiene que dar paz emocional.

    Suerte en esta nueva etapa, ya nos contarás esos nuevos planes de la compañía para tu departamento.

  4. Me alegro por ti. No es nada agradable por muy preparado que se esté. Y claro siempre se puede encontrar algo mejor, pero cuesta tiempo y un poquito de buena suerte porque está más lejos, o pagan menos, o no es tanto desafío. Lo único que te puedo decir es que esto lo estoy viviendo en la empresa de mi marido y va a montarse la de Dios, repercusión mediática y política incluída, la semana que viene sin mas. Aunque decías que no se notaba la crisis, sí se nota. Trato con muchas empresas y están a little bit acojonaos. Yo pedí a mi jefe reducción de jornada, ahora me lo estoy pensando la verdad.

  5. Dios mio que tensión, es como las nominaciones del Gran Jiñete. En mi anterior curro hubo una ola de despidos y todos nos mirabamos igual, y nos enviabamos mensajes por mensajería interna en un auténtico «sinvivir».

  6. En realidad los que han ganado son los que despidieron. Yo me hubiera ido con un año de salario mas dos años de paro y efectivo a partir del primero de abril. En la próxima ronda igual se declaran en banca rota y te vas a la puta calle sin nada.

    ale, yo sigo sin ver la crisis. Mi empresa lleva perdiendo montañas de dinero desde el 2002 así que para mí el pasar una o dos rondas de despido al año es lo habitual. Fíjate si estamos acostumbrados que hay gente que ni se molesta en seguir el evento y sigue trabajando como si nada. Pese a lo jodido que estamos, en Enero me subieron el sueldo un 3%, segunda subida en menos de tres meses y como nos han quitado la paga de Navidades y nos la han añadido a todos los meses, le metieron otro 8% de incremento a mi salario, el cual, para el estándar mileurista, es escandaloso, tanto en neto, como en bruto. Tendré que seguir abriendo cuentas en diferentes bancos para apilar los euros porque ya no me fío de ellos después del fiasco del Icesave.

    Si tu marido es neerlandés, hay un huevo de trabajos disponibles para el gobierno. Buena paga, más vacaciones que ninguno y de por vida.

  7. De pana que te digo que en Holanda la crisis se va notando, trabajo con muchas agencias de publicidad que a estas alturas no tienen muchas campañas… pero buehhhh… si lees la prensa te acojonan igual que aqui. Anyway…

    Que bueno o mal que no te despidieron a estas alturas no se que era lo que esperabas, pense que querias que te despidieran pero luego comentas que estabas aliviado de no estar entre los que echan, alli ya me perdi.

    Lo que sea, me contenta que estes contento. Un besote para ti!

  8. Después de leer el otro día el comentario de «M» sobre lo que sucede en los supermercados en Madrid, esto es el puto paraíso. Y ayer salió una de esas encuestas estúpidas que dicen que el 98% de los holandeses está satisfecho con su vida/trabajo/salud, los primeros de Europa, por encima de suecos y daneses y sin que parezca que la crisis por ahora les afecte. Yo lo único que he notado hasta ahora es que en los supermercados hay una guerra de precios y el vencedor es el comprador. Ya tengo nescafé capuchino y expresos de sobre hasta por lo menos Julio y los compré con un descuento del 60%. Y ni te cuento de otros productos. Se me está quedando pequeño el cuarto debajo de la escalera, aquello parece un supermercado porque estoy aprovechando este festival de ofertas para avituallarme y así tener más dinero para gastar en putas y otras cosas más interesantes.

  9. Sí, mi marido es holandés y él no me preocupa en el sentido de que tiene experiencia, buen C.V. etc. Aunque es difícil conseguir el trabajo al mismo nivel, mismo sueldo, que no esté demasiado lejos (ahora son 2 horas de coche al día) y demás facilidades. Pero en esa empresa hay 20.000 personas y muchos otors que dependen de sus servicios.

    A mí también me han subido el sueldo 3%. Aparte de eso me imagino que habrá una corrección de la inflacción más adelante, y sí tendríamos sueldos de muy pudientes en España, a parte de lo que te quitan directamente del sueldo, que es un montón, pero no me quejo. Con las empresas con las que trabajo si se quejan de la crisis, del nivel de pedidos, etc. Pero claro será una crisi a la holandesa no extrapolable a la situación d eterror que deberían sentir muchos españoles.

    La ley ha cambiado. Ahora a cada año trabajado ya no le corresponde un mes de sueldo (en líneas generales). Y tienes razón si la empresa se declara en quiebra entonces habría sido mejor haber sido despedido con antelación. Yo toco madera y que me quede como estoy, tan a gustito.

  10. el hamsteren, el 1 euro del C1000 y el que se tercie. Yo voy de peregrinación cada semana del AH al C1000, al Plus y al Super de Boer. Son las cuatro estaciones de mi Semana Santa particular.

  11. Pues por aquí mejor ni se acerquen porque la cosa va de mal en peor. Yo estuve el otro día hablando con un director hotelero del Sur de Tenerife y me lo pintó negro, negro: ahora la gente aquí se cree ingenuamente que vamos tirando, porque hay aún turistas en los hoteles y tal, pero es porque están viniendo con paquetes turísticos comprados por touroperadores hace seis meses. La predicción de este señor es que en seis meses más se va al carajo la industria turística canaria, en la que ya se ha empezado a recortar: por ejemplo, todo el staff español a la puta calle, para ser sustituido por sudamericanos a los que engañan diciéndoles que hacen un «training» (que se contrata en sus países de origen). Parecía tener muy claro que lo peor ni nos imaginamos hasta qué punto va a ser malo. Ojalá se equivoque.
    Sulaco, enhorabuena, supongo: parece la 2ª mejor cosa que te podía pasar tras un despido de lujo (y pongo esto porque parece que eso es lo que quieres, ¿no?) Condolencias al Chino.

  12. Me alegro que hayas pasado otra ronda aunque visto lo visto si algún día te toca dudo que pases mucho tiempo parado. Lástima también por el chino, ojalá que no lo pierdas de vista porque sus historias eran tremendas. Ya que mencionas el tema, ¿qué tal está el tema del trabajo ahí? ¿Hay trabajo o es como en España que cada vez tenemos mas parados y menos empresas?

  13. En Holanda, los dueños del escatergoris no aceptan Rumano como ciudadano europeo, ni búlgaro ni similares y por descontado no se acepta sudamericano como emigrante válido. Con un mercado cerrado a todos salvo a los habitantes de los otros países de Europa (de los que tienen pedigrí, no polacos, rumanos y demás) y un sistema muy controlado y en donde te lo ponen bien crudo y complejo para poder entrar y tener trabajo, la cosa no va mal y si tienes un título universitario, no hay demasiados problemas. Nos terminará golpeando como a todos, pero está claro que saldremos cinco veces menos tocados que otros países. Por ahora, mi capacidad de ahorro mensual sigue siendo escandalosa y mi hipoteca tiene el tipo fijo al 3.2% hasta el mes de noviembre del año 2011 y seguiré pagando los quinientos euros al mes sin que me cambien la mensualidad y en caso de arruinarme y no poder, el seguro que pagué en el momento de la compra pagará la hipoteca por mí durante un año y después me ayudarán a vender la casa si fuera necesario para que el banco no se la quede y no perder dinero. Igualito que en España, supongo.

    Dudo que siga manteniendo mucho contacto con el Chino. Su forma de ver la vida está basada en el interés material y si no trabaja conmigo, en cuatro meses ya no sabré nada de él nunca más, salvo por una llamada anual para comprobar si tengo un trabajo mejor que él y le puedo echar una mano. Siempre he tenido claro que eso sucedería así y en realidad más que amigos somos compañeros de trabajo

  14. asi que por eso ventilas sus verguenzas, eh?….¡Dios mío, se nos va el Chino!…no se si felicitarte o darte las condolencias…qué va a ser de esas historias…
    por lo demás, felicidades (si quieres)
    un abrazo