16 años en los Países Bajos


Hay eventos que celebrábamos como hitos importantes en nuestra vida y que la rutina de los mismos hace que los olvidemos. El sábado primero de julio del año 2000 yo me subía en un avión de lIberia en el aeropuerto de Gran Canaria, que en aquella época era el aeropuerto de Las Palmas y saltaba al de Madrid Barajas, que también cambió de nombre y desde allí iba hasta el de Schiphol en los Países Bajos. Ese uno de julio del año 2000 fue el día que emigré. En los primeros años, el uno de julio era una fecha muy especial ya que celebraba un ciclo completo. Creo que la última vez que celebré ese hito fue cuando llegué a los 10 años en los Países Bajos anotación viejuna en la que Genín se las apañó para ser el primer comentarista, como casi siempre.

Ayer estaba cenando en la terraza de un restaurante junto al Oudegracht, en mi ciudad, Utrecht y en la conversación salía el tema de los años que llevo por aquí. Sin darme cuenta, hace catorce días se cumplieron DIECISEIS años de mi llegada a los Países Bajos, una cantidad de tiempo brutal, aunque el número se ve más impresionante cuando decimos que han pasado ciento noventa y dos meses u ochocientas treinta y seis semanas o cinco mil ochocientos cincuenta y ocho días o ciento cuarenta mil quinientas noventa y dos horas u ocho millones cuatrocientos treinta y cinco mil quinientos veinte minutos o quinientos seis millones ciento treinta y un mil doscientos segundos.

En estos últimos seis años, he avanzado en la lengua italiana un montón, he visitado Tailandia, Birmania, Vietnam, Indonesia, Singapur, Malasia y las islas Filipinas y un montón de ciudades europeas.

Aún más importante, he continuado con mis actualizaciones regulares de mi diario público y sin comerlo ni beberlo, ya tiene ocho mil seiscientas veintiuna anotaciones y sigo añadiendo una o dos y en ocasiones hasta tres diarias …

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6 respuestas a “16 años en los Países Bajos”

  1. Ya ves, en el 2000 me dio a mi el primer infarto, por currar demasiado frenéticamente y casi la espicho…pero dicen que mala yerba nunca muere… 🙂
    Salud