3 metros sobre el cielo


Aprovechando la visita a Cádiz fuimos al cine a ver varias películas españolas que de otra forma seguro que me habría perdido ya que la probabilidad de su estreno en los Países Bajos es más que remota. En total fueron tres y comenzaré por la última que vimos. Es uno de esos dramas románticos para adolescentes solo que aquí no tenemos vampiros. La película se llama Tres metros sobre el cielo y al parecer ha sido un gran éxito en taquilla y por si alguno no quiere seguir leyendo, se lo merece.

Una julay hiper-clitorizada se enrolla con un julay chulillo que no se puede pagar camisetas y que anda siempre enseñando pezones

Esto es como Romeo y Julieta pero en Barcelona y con una piba pija que no veas y medio tonta del culo que se enamora de un chulo de que te cagas y más malo que las hijas góticas del Zapatazos y su relación medio improbable y casi imposible renqueará entre dramas mientras todo el mundo baile al son de los videoclips y las motos nos regalan unas carreras fantásticas.

Lo primero que llama la atención de esta película es lo cuidado de la estética. Lo segundo es lo talluditos que son los estudiantes de diecisiete años en la película ya que ahí el que más o el que menos, dejó los veinte atrás hace un tiempillo y esos uniformes de penquillas japonesas les quedan un poquitín justos. Si a eso le añadimos que el director recibió el don del ramalazo y se graduó cum laude en la universidad del julandro de la vida y lo demuestra quitando camisetas al protagonista siempre que puede y regalándole unos planos de anuncio de colonia que no veas, planos muy efectivos porque alguna burra gemía en la sala como si la estuvieran fecundando y eso que a lo más que llegaron fue a ver el culillo de lejos. La historia es muy sencilla, una relación de amor imposible y está aderezada con fiestas, carreras de motos excelentemente rodadas y una música bestial, buenísima y que por desgracia no he logrado encontrar y mira que si lo llego a encontrar me compro el disco.

Hay muchísima química entre los protagonistas y pese a las frases algo sobradas de azúcar que dicen, te lo pasas genial, se te mueve la pierna sola con la música y para cuando llegamos al final y todo se tuerce a peor, son capaces de enderezarlo en cierta forma y acabar un poquito forzados pero en plan positivo. No he leído ni el libro ni la película original (italiana) pero el primero ya lo tengo en mi lista de espera y espero terminarlo durante las vacaciones navideñas.

Si te gustan las películas simples, bien hechas, con gente guapa, buena música y una trama que no se pierde en estúpidas historias secundarias y va directa al grano, esta es una opción fantástica. Si te las das de intelectual y tienes gafas de pasta, entonces mejor no te arriesgues que ya sabes que no se hizo la miel para la boca de los intelectuales.

A ver si hay suerte y aguanta en cartelera y así cuando la semana que viene vuelva a España para pasar las navidades la vuelvo a ver. Recomendada para todos los que aún lleven un adolescente dentro.

09/10


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