45 años – 45 Years


Espero que te quede super-clarito que yo, por más que me ponga mis gafas de pasta sin cristales para ir a la filmoteca a ver cine, muy en la superficie, pero que muy en la superficie, sub-intelectual no lo soy y estoy más cerca de los Orcos que de ellos, confirmado además porque nací en la ciudad de las Palmas de Gran Canaria que está a dos tiros de piedra de Vecindario, capital mundial de los Orcos y también conocida como Mordor. Por eso, aunque los críticos pongan algunas películas de artisteo por las nubes, yo las voy a ver e igual las destripo, como va a pasar con la de hoy, que se titula 45 Years y tiene título en España de 45 años aunque no fecha de estreno.

Una pareja de julays carrozones chochean de sol a luna y sin más chimpún sanseacabó

Una pareja va a celebrar los cuarenta y cinco años de matrimonio. Tienen unas vidas rutinarias hasta el infinito y más allá y todo cambia cuando al chamo le llega una carta confirmándole que han encontrado a una pelleja a la que se la empetaba antes de esos cuarenta y cinco años y que murió en un glaciar suizo o algo parecido. Mientras llega la fiesta de aniversario, él se trastoca y recuerda los quiquis que echaba con la otra y su mujer se traumatiza porque descubre que ella fue el segundo plato y solo la escogió porque no es manca y le puede preparar la cama, hacer la comida y limpiar la casa. En fin.

La película va día tras día repitiendo más de lo mismo. Igual eso a los sub-intelectuales les mola pero a mí me pareció una mierda. Cada mañana, paseo con el puto perro por los mismos lugares, la misma conversación con el mismo marido y tras esta, una movida. Después, mal rollo, regreso a casa, cama y movidas nocturnas de ambos. Esto es un corto de diez minutos estirado con ensañamiento hasta los noventa y cinco. El marido lo perpetra Tom Courtenay destrozando el papel y asegurándose mi odio eterno. Hubiera preferido que pusiesen un trozo de cartón y que ella pensase que ese era su marido. La mujer es Charlotte Rampling, que aunque hace lo que puede, no salva el barco. El director no tenía muy claro lo que quería contar y así acabó por no contarnos nada. Hay una pequeña nube de secundarios que sobra y escenas sueltas en lugares a los que uno u otra van durante el día que añaden minutos sin aportar nada más. Esto es una especie de glorificación del odio. Calculo que en los noventa minutos miré el reloj unas veinte veces. No merece la pena decir más. Una mierda.

Si quieres asesinar a un miembro del Clan de los Orcos, lo metes en un cine, le pones pinzas en los párpados y le pones esta película y te garantizo que no sobrevive ni quince minutos. Es un trusco gigantesco. Si te gusta caminar con un tampón en el culo, todo tieso y no hay conversación que no sabotees con tu estúpido saber de sub-intelectual de GafaPasta, esto te encantará.


Una respuesta a “45 años – 45 Years”