Plantando cizaña


Leyendo la letra pequeña y las condiciones y conjunciones del documento que envió la compañía al comité de empresa anunciando los despidos, encontramos tres letras en una frase que tras una profunda investigación de los expertos, me excluyen del grupo de gente que van a echar. El documento se escribió tratando de acojonar al populacho pero esas tres letras en realidad limitan la matanza a la parte de la compañía que se ubica en las plantas baja y primera del edificio y yo estoy en la nube, en la tercera planta, la superior y por tanto no me afecta. El otro grupo de gente a los que afectará la cosa es a los que tienen contratos temporales y esos son todos los hindúes, los turcos, el ruso y un holandés, con lo que tampoco me afecta. Muchos de mis compañeros respiran aliviados y yo respiro decepcionado ya que todos sabemos que desde que era pequeñito, igual que otros niños lo más que querían en el mundo era ser astronautas, pilotos y algunos secretamente querían ser secretarias y amas de casa y después se nos escaparon del armario en un descuido, lo cierto es que yo lo que quería desde mi más tierna infancia es que me echen de una empresa, algo que NUNCA ha sucedido y en la espera, he sobrevivido a tantas rondas de despido que ya no me afectan.

Aún tengo esperanzas porque junto con esta actividad, la empresa ha hecho una oferta a los empleados sobre nuestro plan de pensiones, oferta que solo los sindicatos y dos empleados han visto pero que ya hemos recibido una carta de los sindicatos diciendo que hay que votar NI DE COÑA, carta que yo no debería haber recibido porque no soy miembro de ninguno pero que me reenviaron varios traidores dentro de los mismos, algo que le jode un montón a los que siempre están tratando de pescar gente para sus mafias. La carta llegó el miércoles pero es que yo desde la semana pasada, desde el martes sabía que la oferta era malisima y usé una triquiñuela para adquirir ese trocito de información. De los dos empleados que escucharon la oferta, a uno de ellos le pregunté el día en que tenía la reunión si era feliz y me contestó afirmativamente. Al día siguiente me dijo que era tremendamente infeliz y dado que entre ambos momentos sucedió la reunión, que cada uno hile como crea conveniente. Si la semana que viene, durante mis vacaciones, la gente vota negativamente a la propuesta de la compañía, mi esperanza es que haya un nuevo plan de ajuste, esta vez con un número mayor de personas y en el que POR FIN se hará justicia y me incluirán a mí.

Ayer, en mi último día efectivo en la oficina antes de irme de vacaciones planeé una pequeña triquiñuela que sé que jodió significativamente al consejo de administración y les recordó que esto es una guerra de guerrillas y que yo estoy escondido en las colinas tirando a matar.

Chiacchiere

El miércoles por la tarde preparé un montón de chiacchiere, dulce italiano de la época de carnavales y que podéis ver en la foto anterior en tamaño grande. Los hice más pequeños con lo que cada uno que veis en la foto me dio para producir dos. Llevé a la oficina dos tupperware petados, con decenas de ellos. Los distribuí entre la gente de mi planta y lo hice antes de que llegara un hindú que me cae mal y que trató de joderme el otro día y cero que va a tener que ponerse un tapón en el culo porque se lo estoy rompiendo a base de bien y le está cayendo mierda en tal cantidad que el colega ya no sabe qué hacer. La verdad que algunos parece que estudian para tontos, mira que pretender pisotearme cuando yo controlo toda la interfaz entre nuestro departamento y la parte de producción de la compañía. Le he bloqueado todos sus productos, se los he dinamitado, los he marginado y retrasado hasta junio y he hecho todo eso sin que se me cambe la peluca, sonriendo y sin que pueda de ninguna manera señalarme como responsable. Espero que lo echen porque me conozco y yo no puedo ni quiero detenerme cuando empiezo con estas cosas y para cuando termine con el chamo, tendremos un fantasma en el edificio. Regresando al relato, repartí a todo el mundo salvo al comemielda y después regalé chiacchiere a todo el mundo en las plantas baja y primera salvo al presidente, que me vio mercadeando, escuchó a la gente hablando, pero para cuando llegué a su puerta, casualmente la persona sentada más cerca de la misma se comió el último. Su cara de odio infinito regocijó mi alma. No es solo que no comiera, que eso jode, es el saber que durante media hora, NINGUNA persona a su alrededor trabajó, sumas la gente y calculas y le hice perder una cantidad de horas trabajadas considerable. Ya le jodió un montón que cuando celebré mi cumpleaños invité a TODA LA EMPRESA a comer los Roscones de Reyes y las otras cosas que preparé y básicamente acudieron las ochenta personas que había ese viernes en el edificio, incluyéndolo a él, que después se quejó a su secretaria de la multitud que estaba en mi planta comiendo, bebiendo café y hablando y a ella le faltaron milésimas de segundo para llamarme y decírmelo. Esta vez no hubo comida para él. Además de regalar la comida, hice comentarios casuales por aquí, por allá, por acullá y esas semillitas irán creciendo y de ellas nacerá la cizaña que le dejo como mi regalo antes de las vacaciones. Este ya no se acuerda que hace años, en la última ocasión en la que despidieron gente, conseguí desquiciarle a él, a mi vice-presidente y al resto y siempre estuve varios pasos por delante de ellos. He acotado el grupo de la gente que van a despedir y los he hecho conscientes del alto riesgo que hay en su zona y lo hice explicándoles que por primera vez desde el 2002 o el 2003, no voy a hacer la ceremonia del empaquetado, una de las mayores tradiciones de mi empresa, esa en la que yo voy tirando todo lo que no me voy a llevar, pongo en una caja sobre mi mesa las cosas que me llevaré y lo dejo todo preparado para que desde que me den el finiquito, no me tome más de ciento ochenta segundos en abandonar el edificio y no volver nunca más y en ese tiempo cuento una parada para despedirme del Moreno que me debería tomar sesenta segundos. Tengo mi correo de despedida escrito y actualizado desde siempre. Ni mi jefa se lo podía creer cuando ayer le dije que no empaquetaría. Ahora está más tranquila porque ya sabe que si a mi no me echan, a ella tampoco, ya que nuestros futuros de alguna manera están enlazados.

Veremos como crecen las semillas que planté durante la semana que viene …


2 respuestas a “Plantando cizaña”

  1. Pues la cizaña contiene unas espigas con granos tóxicos, lo acabo de leer, así que ten cuidado con contaminarte cuando la siembres… 🙂
    Salud