LaMasmo moda que viene


Hoy hemos perdido una oportunidad irrepetible. El pana, el encargado de hacerle fotos a LaMasmo no se presentó a clase. El capullo se debe haber puesto malo o no quieren que se les vea juntos ahora que parece que hay algo entre ellos. La cosa es que diez minutos después de comenzada la sesión de tortura en neerlandés, esta lengua que estoy aprendiendo a marchas forzadas, se oyeron unos tímidos golpes en la puerta. Por extraño que parezca fijamos al unísono nuestra atención en la misma y tras esperar unos diez segundos interminables, se abrió y entró ella, la única, la irrepetible, la más grande, la mismísima LaMasmo.

La pausa de más de una semana le ha sentado estupendamente y retornó por sus fueros, triunfalmente. Visto que no teníamos una cámara de fotos a mano (os reprocharé toda mi vida que no hayáis hecho una colecta para comprarme una baratita :-(), tuve que echar mano de mis capacidades de periodista de verdulería, que todos sabemos que son harto ilimitadas.

He tomado algunas notas de las nuevas tendencias de la moda para la próxima semana. Espero que la emoción con la que escribo esto y la verbigracia que Dios no quizo otorgarme no os impidan ver la paja en el ojo ajeno.

Lo primero es decir que el lunar ha vuelto. Esta es una muy buena noticia dado que nos habíamos preocupado por su salud. No sólo ha vuelto, sino que se ha comprado un rotulador nuevo y pinta muy bien. Ahora tiene un negro más ?Madonna?? y ha recuperado su posición original, cercano a la comisura de los labios. Sobre lo demás, haré un barrido comenzando por los pies.

Decir que para los próximos días se estilan las botas negras con cordones amarillos y que llegan hasta casi las rodillas. Los cordones han de ser amarillo chillón y resaltar escandalosamente sobre el negro. Las botas han de ser al menos una talla más pequeñas de lo debido para que se puedan apreciar las costuras. Bajo las botas y subiendo hacia el mismísimo se estilan las medias rojas, un rojo tomate gazpachoso. Las medias no han de ser muy gruesas porque cada cierto tiempo tenemos que hacer el famoso cruce de piernas a lo Sharon y poder mostrar el típico toque de la casa, la marca que certifica la autenticidad del todo y que no es más que las bragas blancas megalómanas. Esas bragas protegen al máximo la fruta de todas las frutas, el panal de rica miel que nadie anhela, su tesssssssooooorrrrroooooo.

Cubriendo botas, medias y bragas qué mejor que un jaike de playa, uno de esos pareos con estampados exóticos y doblado en forma de falda hasta los tobillos. Nada de pareos discretos. Una LaMasmo de verdad no se conforma con nada que no sea verde, azul, marrón y naranja. El efecto pareo noquea los sentidos de la gente que te observa y te permite mostrar al mundo lo peor de ti misma, y si te lo amarras lo suficientemente apretado, puedes jugar con las coquetas formas que insinuan los michelines laterales al ser presionados en los puntos adecuados.

Para que no se vea el nudo del pareo y para enlazar los bajos con los altos, necesitaréis un cinturón de levantador de pesas, esos cinturones anchos que protegen la espalda de ejercicios bruscos, sólo que nada de ponérselo por la espalda, hay que llevarlo por delante, en plan pollaboba escosés de barriada. Para los altos hemos acabado con la gama cromática, así que nos tendremos que repetir e innovar por otros caminos. Para este conjunto LaMasmo optó por un pullover de cuello de cisne verde diarreico. Dada la vulgaridad del mismo, lo complementó quitándose el sujetador y dejando que las domingas le cuelguen hasta el ombligo bajo el mismo. ¡Espeluznante! Había momentos en que las domingas se mosqueaban entre ellas y cada una se iba a un lado y momentos de conversaciones en la intimidad en que se encontraban junto al ombligo para intercambiar secretitos.

Ya estamos acabando. En la cara como ya he dicho, el lunar Madonniano bien marcado y una buena capa de sombra de ojos azul brillante para realzar el conjunto. La cabeza cubierta por un cacho de tela que le tendréis que robar al pareo y que os colocaréis a lo Espartaco Santoni, es decir, bien pegado al cabezón y con el pelo (que ella lo tiene en abundancia), saliendo por los lados cual pitonisa zíngara o bruja lola de primera división.

En fin, como toda gran obra artística hay que bautizarla y en este caso el nombre del conjunto es ?Payo, 3 toballas mil pesetas??.

Para completar el perfil de LaMasmo, nos ha contado que tiene treinta años mal llevados y peor vestidos. Y nos ha dado el disgusto del milenio. Cuando acabemos en diciembre no continuará con nosotros en Enero, así que el tiempo corre en contra nuestra si queremos inmortalizarla para su infame historia.


3 respuestas a “LaMasmo moda que viene”

  1. no te entiendo, esa tia es la diosa del fashion fetish y tu la ignoras, yo me la tiraria 3 veces al dia, y sacale fotos de una vez y enviamelas por correo, ya empiezo a creer que es una farsa para traer audiencia a tu web 🙂

  2. Veo que has vuelto a cambiar de nombre. Ahora eres elputoamo. Eso sí. Sigues sin cogerme el teléfono mamón. Y tú eres el primero que le hace ascos a todo lo que no huele a top-model ….