La huella del crimen


Hoy debería haber hablado de lo que pasó el viernes por la noche cuando salí. Esta mañana mientras me duchaba me contaba la historia en voz alta, como suelo hacer habitualmente (a ver cuando me regalan una grabadora de voz para poder guardar para la posteridad esos momentos antológicos). Mentalmente me había quedado una historia super cachonda, historia que por supuesto ya he olvidado y que cuando escriba no será tan buena como la que ideé en esos momentos. Cuando llegué al trabajo comencé a recibir correos de colegas preguntando sobre los luctuosos sucesos que acaecieron en mi ciudad este fin de semana. Yo vivo en la inopia, alejado de los medios de comunicación holandeses y españoles y como además el fin de semana fue de alto contenido etílico, estuve más tiempo pa’ allá que pa’ acá y hasta aquí voy a leer…

Tras una pequeña investigación entre mis compañeros de trabajo, me enteré de la noticia. Un crimen en mi ciudad, en Hilversum. En este reducto de paz y prosperidad en el que desde que mataron al Pim Fortuyn no había sucedido nada, se volvían a teñir las aceras empedradas de rojo. Me quedé helado, aunque la noticia sirvió para averiguar por qué carajo pasaban tantos coches de la policía por mi calle el domingo, que parecía que tuviéramos un rally por la ciudad.

Ya rastreando en Google News averigüé que el crimen había tenido lugar en Hilvertsweg, a menos de doscientos metros de mi casa. Supuestamente el hombre mató a su familia con su pistola reglamentaria el viernes por la noche y posteriormente se suicidó. Los encontraron el sábado. Esta mañana cuando iba al trabajo había una multitud anormalmente grande en el colegio que hay cerca, al que parece que iban los niños. Esta tarde había muchos ramos de flores y similares y se había improvisado un pequeño memorial para recordar a las víctimas junto a la casa, como se puede leer en la noticia:

Residents have expressed deep shock at the deaths and flowers were laid at the house over the weekend. «It is unbelievable that something like this could happen in this neighbourhood», was a common reaction on Saturday and Sunday.

El alcalde de nuestra ciudad ha pedido a los medios de comunicación que sean cuidadosos con las informaciones que dan sobre la familia y sobre el barrio, que parece ser es un barrio de clase media. He soltado un suspiro de alivio cuando he leído lo de clase media, porque después de que mi madre me pidiera explicaciones detalladas, sólo me faltaba decirle que mi piso está en la zona marginal de la ciudad para que me diga que empaque las cosas y me vuelva a las Canarias.

Hilversum Mayor Ernst Bakker urged the media during a press conference on Saturday to be considerate in how they report on the family, school and city district. He also said the council was opening a condolence register on Monday.

Cuando hablé con mi madre me confirmó que las imágenes que ponían por la tele eran de cerca de mi casa, es más, cuando las estaban viendo en el telediario le dijo a mi padre que esa era mi calle y este le dijo que se dejara de boberías. La reputación de mi madre ha ganado muchos enteros. Yo desde siempre he pensado que los señores de la Guardia Civil que entran en mi bitácora a buscar no-se-qué deberían contratarla, que a mi mamá la sueltas en un barrio cuatro horas y después te hace un informe muy detallado y si la dejan a-patrullando una semana, lo averigua todo de todos, que para eso se las pinta sola.

Lo que más asombra a la gente en Holanda es que cosas como esta puedan suceder. Un compañero me decía que esto está sucediendo mucho en Holanda, que en los últimos diez años han habido como quince de estos asesinatos múltiples familiares y que ese número es inaceptable. Cuando le expliqué que en mi país, España, esa España mía, esa España nuestra, tenemos un programa (o varios) dedicado a los sucesos y es diario, no se lo podían creer. Así que me metí en la página del periódico El Mundo y les enseñé las últimas noticias del asesino del mazo y se quedaron de piedra. Les traduje un poco el estilo del colega, su manera de acabar con mujer y dos niños a base de golpearlos con un mazo y los dejé altamente impresionados. Cuando les leí los últimos eventos y se enteraron que sus compañeros de prisión trataron de matarlo, por fin me han entendido. Ahora saben que por mis venas corre una sangre que es mejor no agitar, porque el día que me toquen los huevos, me cojo las tijeras de cortar las uñas y los dejo a todos sin pestañas y ya verán lo difícil que es ir en bicicleta cuando esté nevando y no tengan pestañitas para espantar los copos de nieve. Aproveché la coyuntura favorable para explicarles que eso es lo que por aquí se denomina el espíritu latino, aunque yo prefiero el término sangre caliente.

Aquellos que quieran leerse la noticia en la página de Expática, pueden hacerlo haciendo clic en este enlace.