Hombre meando




Hombre meando, originally uploaded by sulaco_rm.

Por todo el centro de Ámsterdam hay dispersos meódromos como el de la imagen. Son unos engendros que alguien con una perversa mente diseñó para que los hombres alivien sus necesidades. Están siempre rodeados por una nube tóxica, consecuencia de la mezcla de amoniaco con orina y con Dios sabe que más. No sé como el hombre pudo hacerlo, porque yo no puedo aguantar la respiración y allí el olor es tan fuerte que es imposible respirar.

Siempre me he preguntado por qué no los han hecho para que el que mea lo haga mirando hacia el canal, en lugar de hacia la gente que pasa por la calle. En Hilversum y otras ciudades también los hay, pero con un diseño más avanzado e infinitamente más higiénicos. Hay al menos tres de ellos en el centro de la ciudad, cada uno con una capacidad para satisfacer a cuatro meones simultáneamente. En días como el koninginnedacht, en los que hay millones de personas en la calle, esos trastos trabajan a destajo.

Hay más información sobre Holanda en la anotación Guía para el turismo en Amsterdam y Holanda y también puedes ver el Álbum de fotos del Koninginnedag


6 respuestas a “Hombre meando”

  1. A ver si hago una foto de los que hay en Hilversum que son un lujo asiático. Estás totalmente expuesto al escrutinio del público, que te ve sacudírtela con alegría y lanzar las gotas al vuelo. Lo mejor de las que tenemos en nuestra ciudad es que el meódromo está en diferentes alturas, ya que parece que los hombres somos de diferentes tamaños y uno de los cuartos en los que se divide, está preparado para que colegas con muletas se las apañen.

  2. Yo también vivi en A’dam y los meaderos esos son la ostia … aunque de algun apuro me salvaron, hehehe

    saludos
    bishop

  3. Joder, a mí no me saldría nada sabiendo que me están mirando.

    Lo mejor de la foto es la rueda trasera de la bici que se ve detrás del meódromo. Manda huevos.

  4. Puse una nota en la foto en flickr señalando la rueda esa. Esto es muy normal en Amsterdam. Y esa no se ve muy cambada, pero alguna vez he visto auténticas obras de arte, retorcidas en formas impensables.