1. Todos queremos ser como er Dani


Aunque de una forma informal y bastante desorganizada, esta historia comenzó en el camino hacia er Dani y quizás sea conveniente que la leas previamente.

Volvemos a comenzar. Todo comenzó cuando me recogió mi amigo Sergio en el aeropuerto. Después de los abrazos y los besos de rigor dejó caer como de pasada que el viernes teníamos una fiesta de cumpleaños de uno de sus amigos, er Dani. Aparentemente era algo que prometía ser espectacular. Si esto me lo dice otra persona, salgo por patas y no miro atrás, pero como venía de mi amigo me agarré fuerte al crucifijo que llevo al pecho y supliqué al señor que tuviera piedad de mí. Más tarde en su casa, su esposa me confirmó que aquello podía ser muy fuerte. La gente no utiliza los adjetivos fuerte y espectacular a menos que se trate de palabras mayores, lo cual contribuyó a incrementar mis niveles de inquietud. Me contaron que habían leyendas urbanas que circulaban por la costa malagueña sobre er Dani pero no quisieron ser más específicos. Informaban a todo el mundo que el viernes íbamos de fiesta con er Dani y la gente nos miraba con admiración y malsana envidia. El día se acercaba inexorablemente y cuanto más próximo, más crecía mi miedo escénico. Mi amigo Sergio continuaba con sus comentarios misteriosos sobre lo que podía suceder esa noche. La única información que tenía clara es que sólo iban hombres y que podía ser la fiesta del milenio. También me enteré que el tal er Dani funciona con una versión muy evolucionada del software que corre en los machos y que tiene más feromonas que una caja de condones. Indagando averigüé que es profesor de Judo, con no se cuantos DANs de esos y que se le dan muy bien las madres de sus alumnos. De hecho, la mayor parte de los chiquillos le deben llegar por su legendaria fama entre las mamás o al menos esa es mi conclusión tras escuchar a varias personas hablando de su leyenda y su mito. Hagamos un inciso para solicitar al oráculo que alguien me explique el por qué a los niveles esos de Judo se les llama DANs, si más bien lo que sucede es que RECIBEs una jartada de golpes. Yo aún tengo pesadillas con un campamento militar al que me mandaron mis padres para deshacerse de mí veinte días y en donde cada vez que teníamos clases de ese deporte, recibía unas vapuleadas de escándalo.

Retornando a la historia, no se si er Dani es jodidamente bueno como profesor de Judo o folla como una minipimer, pero el hecho científicamente constatado es que tiene un hatajo de hembras con hijos aporreando su puerta todos los días. Las amigas se sacan los ojos por llamar su atención y se retiran la palabra cuando saben que las otras han chupado también su flor. La puerta del colegio en donde reparte hostias a los niños es un campo de batalla en el que han tenido que poner vallas para contenerlas. Las madres ni se preocupan por sus queridos niños. Lo que ellas quieren, lo que ellas buscan de verdad de verdad es que er Dani les de unos viajes en la cama , en el suelo o en el baño de un bar y las deje listas para pasar la Inspección Técnica. Todo esto sucede con la ignorancia de los maridos, que no parecen ser capaces de ver la amenaza que cae sobre sus familias cuando sus hijos comienzan a ir a clases de Judo y sus divinas esposas ponen tanto ahínco en que el niño no pierda una sola clase y en el hipotético caso de que no pueda ir por estar enfermo, las madres siguen acudiendo para disculparlos. Podríais pensar que er Dani se lo ha creído y está intratable pero os equivocaríais de plano. El aún no ha hecho la conexión entre sus madres de alumnos y su don vaginal. El día que lo descubra, que se de cuenta que es como el Tres-en-Uno para esas madres, ese día puede que cambien las tornas.

El viernes por la mañana hubo llamada para felicitar el cumpleaños al susodicho y confirmar la hora y el sitio del encuentro. Parece ser que nos tocaba ir a recogerlo. Yo a esas alturas ya quería escaquearme. Estuvimos por la tarde en otro cumpleaños, en este caso el de un niño vecino de ellos. De ese cumpleaños no voy a hablar, aunque también se podría contar alguna historia. Digamos que ya tengo suficientes enemigos y no quiero que crezca la lista.

Por la noche salimos al encuentro de la aventura, como toreros saltando al ruedo. Llegamos más o menos tarde, como es de rigor. Nos costó un huevo y parte del otro encontrar el punto de encuentro, una de las barriadas populares de la ciudad de Málaga, zona de gente humilde y trabajadora. Mirando hacia atrás sin ira y sin rabia, si lo sé, me escapo ahí mismo. Aparcamos como pudimos o más bien donde nos dejaron, con las calles que se caían de tanto coche. Disfruté del fascinante efecto me la suda. Vas por una calle estrechísima y el coche de delante decide pararse a hablar con alguien que conoce. Literalmente se la suda que hayan otros vehículos esperando detrás de él. Es inmune a los pitazos y a los gritos de los sufridos conductores. ?l continuará con su conversación y sólo cuando la haya acabado se dignará a mover el auto, no sin antes echar una mirada reprobatoria y maldecirnos en voz alta. Los insultos y las conversaciones a grito pelado eran en una variante de español que yo no había oído anteriormente. Todos los acentos son distintos y España es lo suficientemente grande como para poseer decenas de ellos, pero el de Málaga es especial. Tienen una fuerte tendencia al ceceo, el cual impregna el habla y le otorga una musicalidad que carecen otras variantes hispanas. La lengua se acompaña de una gran teatralidad. La gente realiza grandes aspavientos para cualquier cosa, incrementando el volumen de su voz a la mínima oportunidad. Para alguien como yo que viene de Holanda, un país en el que se tiende a la meditación y el silencio, Málaga resulta una ciudad de gente chillona y que parecen al borde de un ataque de nervios.

Ya he vuelto a distraerme. Después de un par de efectos me la suda mi amigo estaba entrando en calor, o más bien comenzaba a tener calenturas. Largamos el coche y finalmente corrimos a conocer a er Dani. Este es un buen momento para acabar la historia por ahora.

En el próximo capítulo conoceremos a esta estrella mediática que es er Dani. Podéis encontrar ese episodio haciendo clic en Conozcamos ar Dani


4 respuestas a “1. Todos queremos ser como er Dani”

  1. Pero tio! esto se esta volviendo más interesante que los últimos episodios de «Pasión de gavilanes». Me tienes en un sin vivir.

  2. Acabo de regresar de un viaje de 8 días, y me he encontrado con lo de Er Dani, me he emocionado con «El camino hacia er Dani». Bonita manera de expresar la amistad! Lo hacemos tan poco. Quiero más del Dani, me he quedado en ascuas! Un beso.

  3. Me alegro que te hayan gustado ambas historias Evelyne. No me gusta mucho la idea de contar algo tan cercano, pero todos parecen estar ansiosos por leerlo, así que espero que al final quede bien. La otra cosa que me da miedo es que Sergio y Yo ya os contamos toda la historia y verla escrita no es lo mismo.
    Emo: Esto va a tomar un tiempo. Cada episodio me cuesta tres veces más tiempo que lo habitual que sale publicado por estas páginas.

  4. Te entiendo, tranqui… mientras me entretengo con el video de Anna Nicole Smith en yonkis.com pasada de «drojas» y «alcojoles» ¡ECHESE UN RON!… ¡OIGA!.