A History of Violence


Un título tan extraño te echa un poco para atrás y te hace plantearte si merece la pena ir al cine a ver algo que probablemente no sea más que un calco de cualquier programa de sucesos de esos que abundan en la caja tonta. Sin embargo el saber que está avalado por David Cronenberg, un director por el que siempre he sentido bastante respeto elimina las dudas de un plumazo.

Hay historias que han de ser contadas de una forma tangencial, que se deben ir desplegando poco a poco hasta que sin darnos cuenta hallamos caído en sus garras y no podamos despegar los ojos de la pantalla. Aquí tenemos una de esas. Comienza como cualquier road movie, con una parejita de delincuentes comunes haciendo de las suyas en algún lugar perdido de los Estados Unidos, uno de esos pueblos en los que el tiempo parece haberse detenido. No vemos como transcurrió la cosa, sólo somos testigos de su resultado. Desde ahí saltamos a una familia típica americana, pareja con dos hijos. Todos felices en sus mediocres vidas, todos con pequeños problemas que les parecen enormes. Y en algún lugar de la línea de su vida algo se tuerce, algo que no debería haber ocurrido en un millón de vidas paralelas pasa en esta que estamos viendo y comienza el Armagedón de esta familia, una espiral de violencia contenida pero insoslayable. Viajamos con ellos en este camino a la perdición y somos testigos de sus desgracias. Nada es lo que parece y todo aquello en lo que habías creído se rompe en pedazos frente a tus ojos.

Llevar a buen puerto una historia rara y con unos personajes que deben ser tan flexibles no es cosa fácil. Hace falta un buen guión, un buen director para que la cosa funcione y unos actores competentes. Esta película lo tiene todo. No sólo David Cronenberg ha logrado que nos la creamos, la interpretación de Viggo Mortensen y Maria Bello como la pareja protagonista está muy lograda. Los vemos en los buenos y en los malos tiempos y siempre creemos en ellos, algo que no siempre sucede. Los secundarios también realizan una tarea soberbia, aportando la profundidad adecuada a sus interpretaciones.

En definitiva, que no todo es cine de palomitas, que también hay cine pensado para gente que quiere disfrutar con una historia, que le apetece adentrarse en territorios ajenos y salir indemne de ellos. Ni se os ocurra ir con esos amigos descerebrados y simplones que todos tenemos, esos que comen, trabajan, beben, follan y ven fútbol. No podrán entenderla. Ir solos o bien acompañados.
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Una respuesta a “A History of Violence”

  1. sin duda habla muy bien de tí que te haya gustado esta peli 😀
    diria que se puede perdonar que no te gustara Heat o el Señor de los Anillos
    ahora solo hace falta que estes por ahi la primera semana de marzo y nos pegamos el festival de cine entero
    joas