Abraham a lo bestia


Abraham a lo bestia

Abraham a lo bestia, originally uploaded by sulaco_rm.

La semana pasada veíamos la celebración de una nueva pava que había visto a Sarah o dicho de manera algo más cruel, cumplido los cincuenta tacos y en ocasiones anteriores comenté esta Costumbre holandesas o el día que ves a Abraham, Abraham en bicicleta y también hemos tenido Abraham a lo grande. Otra vez andaba por una barriada periférica, en este caso Eemnes y le grito a mi amigo el Moreno: ‘ Para el carro que me bajo y salí todo desbaratado del coche corriendo hacia la entrada de la casa en la que tenían la escultura increíble de la imagen. En el interior de la casa, un pureta se convertía en puretón y su familia se aseguraba de la humillación pública con la figura. Si nos fijamos se puede ver que hay un montón de esfuerzo y horas dedicadas a la figurita, una especie de bicicleta de los Picapiedra, con unas ruedas que deben pesar un güevo y parte del otro y toda la estructura soldada. Además le pusieron unos esquíes con lo que le debe gustar el ir a esquiar. La cabeza parece que se le desplazó un poco y da la impresión de estar intentando chuparse su propia chorra, algo que como demostró Kevin Smith en su primer clásico, parece ser que hemos intentado todos en alguna ocasión. Este tipo de muestras de afecto y de celebración (y no me refiero a sorber tu miembro sino a cumplir medio siglo) pasan desapercibidos para los turistas ya que Amsterdam y las otras zonas turísticas no suelen estar habitadas por holandeses. Seguro que no será la última ocasión en la que veamos uno de esos despliegues de afecto …


3 respuestas a “Abraham a lo bestia”

  1. Ay, qué gracia con la cabeza, no se la veía y creía que no tenía. Es muy chula la figura, aunque una putada que todo el mundo se entere de que cumples esas edades, a las que llegaré no muy tarde, ya tengo bastante con el cachondeíto de mis hermanos, todos más pequeños que yo, lo que me faltaba sería la figurilla esa.

  2. Sí; a mí también, a simple vista, me daba la impresión de que no tenía cabeza…y que llevaba una especie de casco blanco encima del manillar.
    Creo que el oculista pronto va a tener trabajo conmigo. La edad no perdona; y hace juego con esta entrada.