Algunos apuntes de esto y aquello


El sábado me levantaba temprano para aprovechar el día y tras un buen desayuno me iba al cine o a los cines, ya que fue un recorrido por tres cines distintos y para conectar entre ellos usé la bicicleta, tren, metro y tranvía. La prisa era para terminar de ver las películas antes de los Oscars. Acabé temprano y al regresar a casa aproveché para hacer la compra en el supermercado que hay en el centro comercial que crece junto a la estación de Utrecht Centraal. Hasta hace dos años en Holanda no abría un solo supermercado los domingos, salvo en Amsterdam que viene a ser un lugar de otro planeta en este país. Ahora se reproducen por todos lados y la gente ha mutado sus costumbres para aprovechar y hacer compras ese día. El resultado es que el sábado por la tarde ha mejorado un montón y hasta encuentras comida en las estanterías. Preparé una cena increíble y después me dediqué a chatear con diferentes grupos de amigos. Con unos debatíamos sobre la actividad del domingo y con otros me enseñaban los vídeos y las fotos de las vacaciones esquiando y yo aplaudía o sacaba punta a las mismas.

El domingo por la mañana me levanté cruzando los dedos de los pies para ver si había suerte. Queríamos ir a la pista de cinco kilómetros de largo de patinaje para hacernos unas decenas de kilómetros. Ya sabéis, lo normal. Por desgracia desde las ocho de la mañana la temperatura era de siete grados y eso mata el hielo aunque tengan máquinas así que en el último momento se canceló la actividad del día. En su lugar, aproveché este tiempo libre inesperado para pegarle un empujón tremendo al librillo de cocina que estoy preparando y de paso maquinar algún plato especial para la cena de ese día. Volví a pasar por el supermercado y aluciné con la multitud que estaba comprando. El Rubio se dejó caer por mi casa para que los chiquillos me agotaran y de alguna manera, cuando me quise dar cuenta, ya era de noche.

El domingo comenzaban las vacaciones de invierno en el norte de los Países Bajos y se acababan en el centro y sur del país. Creo que ya lo he explicado pero por si acaso, aquí lo dejo. En los Países Bajos se ha dividido el territorio en tres zonas. Salvo por las navidades, el resto de las vacaciones las cogen en periodos distintos y así, en verano, el norte puede estar de vacaciones desde mediados de junio, el sur puede comenzar a principios de julio y el centro a mediados de julio. Después, el norte regresa al colegio pasadas seis semanas, dos más tarde regresa el sur y dos más tarde el centro. Al año siguiente los primeros son otros. Detrás de esto está el evitar que el país se colapse cuando se va todo el mundo y extender el periodo para que sea más fácil conseguir billetes y lugares en los territorios turísticos. Este sistema que evita que se solapen se repite en las vacaciones de invierno, las de primavera, las de otoño y similares. La semana pasada cuando iba a trabajar la ciudad de Utrecht, la cual pertenece al centro, estaba como si fuera domingo y sin embargo al llegar a Hilversum, ciudad que pertenece a Holanda del Norte, era como entrar en territorio de lunes, con todo el mundo yendo al colegio. Esta semana es al revés, desde mi casa a la estación estoy en una ciudad viva y al entrar en Hilversum parece que me he equivocado de día y es domingo. Es un sistema fabuloso porque los trenes durante las dos o tres semanas que estamos rotando van a medio llenar. Al vivir y trabajar en el borde entre zonas, en mi empresa tenemos que la semana pasada faltaba un porcentaje considerable de los empleados, los cuales ni sabían que la guillotina ya la están levantando y esta semana esos han vuelto y otros se han ido. Un servidor se espera a que acabe todo este tejemaneje y cuando los precios de los billetes regresan a niveles de pura risa me voy a Gran Canaria para mis vacaciones tradicionales de primavera, las cuales sucederán pronto.

En mi empresa, mientras tanto, se siguen debatiendo teorías sobre la composición de las listas. Yo acabé la semana pasada y empecé esta con un montón de puntos y en cabeza pero parece que a mi caballo se le acaba el combustible y en las nuevas teorías me quitan de la lista. Al parecer, TRABAJO o algo parecido. Algún comemielda se ha dado cuenta y se ha chivado y me han borrado del equipo seleccionado. Como todo el mundo se incluye en la lista, la gente se lo toma a cachondeo y aceptan condicionalmente las invitaciones para reuniones que tendrán lugar en abril o mayo, algo que puede parecer raro pero que en mi caso es normal ya que planifico con meses de antelación y mis proyectos pueden llegar a durar un año. Hoy me decía un gerente que la razón por la que mi jefa tiene más boletos que yo para que la larguen es que desde diciembre yo hago mi trabajo y el suyo y todavía me sobra algo de tiempo para macerarme los mondongos, tomar café y formar parte de todos los fregados y ella sin embargo nadie sabe muy bien lo que está haciendo pero se le ve muy desmejorada y si encima le echan lo mío encima (que además incluye lo que ella hacía ya que ahora mismo está haciendo otra cosa), revienta en menos de una semana. A mi alrededor, la gente llega tarde, se va temprano, demoran cosas que todos sabemos que se pueden hacer en un periquete y en definitiva, actúan como miserables. Desde siempre se sabe que yo reacciono de manera totalmente opuesta y asumo la carga de trabajo que dejan los demás y les demuestro que puedo con lo mío y lo de ellos. La red de transmisión y reproducción de rumores funciona a pleno rendimiento y como he montado un organigrama completo en mi despacho con muchas gráficas y explicaciones, mi santuario se ha convertido en el favorito para conspirar y no hay hora en la que no entre un puñado para deshacer ideas y crear otras nuevas. El amarillo que se sienta conmigo está alucinando en colores con toda esta movida y seguro que cuando lo compara con lo que hacen ellos en su país, comprende lo avanzados que estamos en este lado del mundo.

Lo único que tengo por el momento algo aparcado es la preparación de mis vacaciones en Vietnam pero procuraré levantar el armazón con la estructura de ese viaje la semana que viene. A todas estas, hoy me acordé que me toca hacerme un análisis de sangre para ver que tal ando y esta tarde me fui a contarle a mi médico de cabecera que creo que veo la luz al final del túnel. Con los médicos holandeses, si no exageras un poco, te mandan a casa a sudar lo que tengas. Mañana por la mañana me sacan la sangre. No me tomó más de un minuto convencerlo. La tía que entró antes que yo en la consulta estuvo diez minutos y consiguió una palmada en el hombro. Será rubia, alta y espectacular pero no sabe como manejar a un galeno.


5 respuestas a “Algunos apuntes de esto y aquello”

  1. No «abría», del verbo abrir chaval, que te has despistao y esto queda para la historia…jajaja
    Está bien el sistema ese de ordenar las vacaciones.
    Me da la impresión que una vez mas, no vas a conseguir que te echen, no te sale igual que con los médicos, a mi también se me dan bien, en realidad hacen lo que quiero, son muy majas, todas doctoras, que me tienen mucho cariño.
    Salud

  2. Genín, es que lo tuyo con las mujeres es puro magnetismo animal, jajajaja, haces de ellas lo que quieres, chico listo….
    sulaco, este año no hay hielo en quesolandia, no hay agua en Galicia, … creo que el mundo efectivamente se acaba este año!!!