All Eyez On Me


El género musical del Rap es uno que a mí desde siempre me la ha traído bien al fresco, salvo por alguna excepción en forma de canción suelta o uno de los discos del rapero ese blanco gringo tan famoso. La historia de las movidas entre raperos tampoco me hace desplazar el trasero a un cine y de hecho, tenía entrada para ir a un pre-estreno de esta película con comida y bebida incluida y como estaba chispando y no me apetecía pedalear quince minutos con ese tiempo, como que pasé. Unos días más tarde, ya estrenada, fui a ver All Eyez on Me la cual al parecer no tiene ni fecha ni título de estreno en España, aunque ciertamente están estudiando el ponerle truscoluña no es nación.

Un julay criminal también grita o algo así

Esta es la vida de un tal Tupac Shakur del que yo no había oído hablar hasta que vi el trailer por primera vez. Duró veinticinco años en la Tierra lo cual es todo un récord, porque vista la chusma y la gentuza con la que se movía y a los que imitaba, no debería haber pasado de los veinte años. El chamo era un actor y rapero o algo así y entre medias, criminal, zasquero y marrullero, vamos, como cualquier escoria de esa con cargo público del partido ese podemita y no me extrañaría nada que el rapero también recibiese dinero de Irán y Venezuela.

Tardamos dos horas y cuarto para llegar a cuando lo matan, que digo yo que se podían haber esmerado un poquito más y cortado el metraje porque a la película le sobraba con hora y media. Aunque entretiene y sirve para confirmar un montón de prejuicios que tenemos sobre los negros que se crían en los Estados Unidos en barriadas marginales, aburre porque estiran algunas escenas como chicles bazooka. Yo y todos los que la vimos salimos del cine convencidos que en cada negro hay un criminal en potencia, eso lo explican muy bien en la película, pero lo de la música como que no me cuajó, seguramente porque ni antes de verla ni después mostré o mostraré ningún tipo de interés por ese género. Siempre es fascinante como entre los negros se insultan unos a otros llamándose negros y no permiten que los blancos los llamen negros, que lo son. El director debe pasarse horas mirándose el ombligo y ese arte de la pérdida de tiempo aquí lo ha macerado y glorificado. Hay un montón de música del Tupac ese y si te gusta probablemente te lo pases bien pero es que entre canción y canción hay que aguantar unas movidas de folletín de madrugada que no veas. Aunque no reconocí a ningún actor o actriz, decir que estaban los que salvaban el tipo y los que te daban ganas de mirar a la pantalla de tu teléfono y buscar algo más interesante.

Esto no sirve ni para los sub-intelectuales con GafaPasta ni para los miembros del Clan de los Orcos. Puede ser didáctica para criminales en bandas que busquen nuevas ideas para mejorar sus condiciones laborales.


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