Avatar


El cine es entretenimiento, es espectáculo y nosotros los espectadores premiamos o castigamos las películas en base a ese principio tan sencillo. Muchos directores no llegan a entender esto y siguen dale que te pego fabricando bodrios que no le interesan a nadie y que acaban como cifras rojas en los libros de cuentas de aquellos que osaron invertir. Se puede ser un visionario, un director que busque cambiar los paradigmas con los que nos movemos y al mismo tiempo tener un éxito comercial. Un buen ejemplo es James Cameron, el hombre con algunas de las mejores películas de los últimos 25 años. En 1984 nos trajo Terminator, el comienzo de una serie futurista e increíble. Un par de años más tarde se atrevió con Aliens, mi película favorita desde que la vi por primera vez en un cine de Virginia en 1986. La he ido comprando en los diferentes formatos y versiones en que la han editado y no exagero si digo que la puedo haber visto doscientas veces. A esa película se siguió The Abyss o Abismo, con efectos especiales que comenzaban a rondar el virtuosismo y explorando nuevas técnicas. En 1991 dio el campanazo con Terminator 2: Judgment Day, la mejor de las películas de la serie de Terminator y todo un clásico. Todavía recuerdo como babeábamos hablando de los CUATRO minutos que tenía de secuencias animadas por ordenador. Cuatro minutos que costaban una fortuna. Tres años más tarde cambió de registro y con True Lies o Mentiras arriesgadas entró en el siempre complicado terreno de la comedia y lo hizo con muy buen pie. Es una película que siguen dando por la tele todos los años y que aguanta el tipo perfectamente. Y en 1997 asombró al mundo con Titanic, película que muchos deespellejan a conciencia pero que en su interior saben que les gustó, que disfrutaron como enanos del romance meloso de la primera mitad y aún más con las escenas terribles del hundimiento del barco. Vi esta película 5 veces en el cine, aluciné con los efectos especiales, con la música, con el guión, el montaje, el diseño, las actuaciones, con todo. Y después vivimos doce años de travesía por el desierto mientras James Cameron preparaba su siguiente película, la cual ha llegado hace una semana a las pantallas. Se trata de Avatar.

Un grupo de julays se van al espacio más profundo a buscar pedrolos de hachís

En Avatar viajamos a otro planeta. En una luna llamada Pandora, un hombre en silla de ruedas vive una segunda vida dentro del cuerpo de un ser creado para él y con el que descubrirá que aquellos a quien tiene que destruir son en realidad los que le darán la salvación y le desvelarán el mundo. En este viaje de iniciación tendrá que tomar partido por un bando y luchar contra su misma especie por aquello en lo que cree.

El cine es ESPECTÁCULO. Y AVATAR es cine. No hay forma de describir la grandiosidad de esta película, el mimo con el que se han cuidado hasta los más mínimos detalles, la forma en la que se va desarrollando la historia, poco a poco, sin prisas, tomándose su tiempo para que conozcamos a cada uno de los caracteres y nos identifiquemos con ellos.
Detrás de todo esto hay un auténtico baño de innovación, de nuevas tecnologías, de formas de rodar que marcarán un antes y un después. Esto es CINE. No se puede disfrutar en una pantalla de televisión, no tiene razón de ser en una versión con dos dimensiones. Hay que verlo tal cual lo imaginó James Cameron, envueltos por el mundo de Pandora y sus habitantes. La película es lo mejor que ha hecho nunca este director y lo sitúa a miles de kilómetros de distancia del resto. Partieron de un buen guión, coherente y dinámico, con una historia de amor en su eje y otra de odio rodeándola. Tenemos supervivencia y codicia, gente buena y gente muy mala y sobre todo ello tenemos un mundo que en cada centímetro cuadrado está plagado de vida. La historia la saca adelante Sam Worthington haciendo de ese joven roto que llega a Pandora buscando recuperar el pulso de su vida y se tropieza con el desafío de su vida, teniendo que traicionar a la raza humana para salvar a los Na´vi y al mismo tiempo salvarse a sí mismo.

Acompañándolo todo tenemos la música de James Horner con una banda sonora sublime que adorna cada segundo de la historia.

Sumérgete en el mundo de Pandora y en la historia de los Na´vi. Y hazlo en 3D.


4 respuestas a “Avatar”

  1. He ido este fin de semana por segunda vez a verla. Tienes razón, esta pelicula no tendría razón de ser en una televisión, es cine puro.

  2. Yo ya he quedado para ir a la version IMAX 3D el mismo día que regreso a Holanda aunque no sé si llegaré a tiempo, dependerá de los hijosdeputa que están de huelga encubierta y que cobran más que ningún otro profesional del mismo ramo en Europa.

  3. uf! es verdad, entre los aviones y los barrancos que se os caen teneis unas navidades moviditas por las islas, no?

  4. Los barrancos están preciosos. Ayer mismamente salí en un periódico local, en la segunda página junto con uno+cero y Luis. Nos pillaron haciendo fotos a una cascada. Sobre los aviones, cosas así solo pasan en España TODAS las navidades.