Lo normal es que las comedias que llegan a nuestra cartelera sean del tipo zafio, con humor sencillo y asequible para que los descerebrados se puedan echar unas risas. No abundan las películas en las que el humor está pensado para gente que sabe leer y escribir usando todas las letras y es capaz de distinguir entre una vaca y una baca. Del director Sam Mendes, del que vimos en enero Revolutionary Road nos llega la película Away We Go, sin título en español y que parece que se estrenará a finales de noviembre por allí.

Una pareja de julays recorre los Estados Unidos buscando el lugar perfecto para montar el nido

Cuando los protagonistas de la película descubren que los padres de él se marchan a vivir a Europa durante dos años y los dejan tirado en el poblacho en el que viven con ella embarazada de seis meses, se embarcan en una aventura recorriendo el país para encontrar el lugar adecuado en el que criar a su hijo. Irán visitando a familia y amigos en diferentes ciudades y a través de esta búsqueda se encontrarán a ellos mismos.

Reunir un elenco de actores y actrices mayormente desconocidos y cuadrar el círculo no se consigue todos los días pero es lo que ha pasado con esta pequeña joya llena de momentos entrañables y con la que te echarás unas risas. Bordearemos el drama riéndonos de las diferentes familias que la pareja se va encontrando por el camino. Entre ellos parece haber una química especial que se transmite en sus miradas y en conversaciones surrealistas que pueden ser sobre comidas de chichi o la lluvia primaveral. Ambos parecen tener claro que quieren que su primera hija nazca en un lugar especial y de ser posible, cerca de aquellos a los que sus padres quieren para poder compartir momentos con ellos. En este viaje irán dándose cuenta que la realidad no siempre es aquello que nos han contado y al ver las cosas de cerca, incluso la perfección se resquebraja. No nos dan soluciones mágicas ni pretenden imponernos una verdad absoluta, se limitan a dejarnos sacar nuestras propias conclusiones y quizás ahí está la magia de la película, en la delicadeza con la que tratan algunos temas y la forma en la que en ningún momento juzgan a los que van apareciendo.

Absolutamente recomendada para aquellos que disfrutan de una buena comedia con tema y que les haga pensar.