Barry Seal: El traficante – American Made


Desde el principio de los tiempos y aún desde mucho antes, vamos, desde que vi la película Top Gun (Ídolos del aire) – Top Gun que hasta está comentada en éste el mejor blog sin premios en castellano, yo he sido, soy y seré fans de Tom Cruise. Me la suda que le gusten las tías con bigotón como la Pe, me la suda que tenga una religión rarita, ya que al menos no les enseña a meterse con mochilas o furgonetas en multitudes y me la trae al fresco aquello con lo que se acueste. A mí lo que me atrae de él es que es uno de los mejores actores de su generación y que mirando el cine de los últimos treinta años o así, él aparece en varias de las mejores películas. Me parece rarito que no envejezca pero vamos, que Falete se sigue pareciendo al niño gordo aquel de la serie Verano Azul y no por eso ni Genín, ni Virtuditas ni mi amigo Sergio dejan de adorarlo y el último mentado hasta ha estado de córpore insepulto en un concierto del cantante ese que no se sabe ni lo que es. Todo esto viene a cuento que cuando el estreno sorpresa de la semana fue American Made flipé en colores y hasta fui a verla tres días más tarde con lo que esta anotación está basada en dos visionados. La película se ha estrenado este fin de semana en España con el título de Barry Seal: El traficante.

Un julay se pasa del Lou-Cos a camellear, mercadear, trapichear y todos los demás verbos de la primera conjugación

Un piloto de la T-Ú-A, aquella compañía aérea que ya desapareció, es reclutado por un pavo para que vuele en un avioneta por Centroamérica y fotografíe las instalaciones de los comunistas. La cosa es que lo hace tan bien que le piden que vaya a llevar guita a Panama a un tal coronel Noriega y que le da informes de inteligencia y ya que está por la zona, que lleve armas para la contra de Nicaragua, solo que estos no están interesados en las armas así que se las quedan Pablo Escobar y sus colegas del Cartel de Medellín que a su vez usan el avión para mandar cocaína a Nicaragua desde donde la meten en Estados Unidos por barco. Con tanto negocio, el piloto comienza a mover millones y millones de dinero negro que no sabe ni donde meter y acaba con una vida totalmente increíble en una casa en la que cualquier cajón o rincón sirve para guardar maletas y maletas de oro, dólares o lo que fuera. El colega monta un emporio alucinante de drogas, espionaje y trapicheo.

La película es fabulosa, todo un festival que resulta tan increíble que pese a estar basada en hechos reales hay muchos momentos que son más bien propios del género de Ciencia Ficción. Funciona no solo porque tiene un guión fantástico, lo hace porque Tom Cruise está que se sale, borda el papel, se lo pasa bomba y con él nos lo pasamos bomba los espectadores. Se mueve entre los de la CIA, los del Cartel de Medellín, la Contra, el general Noriega y siempre sale de todos esos embolados sin mancha. La película tiene fabulosas escenas de acción en avión, movidas estrambóticas en tierra, momentos flipantes en la casa con el exceso de dinero que no saben en donde meter y todo en un vehículo que parece teñido de viejo, ya que la fotografía parece darnos la impresión de estar viendo algo que se hizo en los años ochenta. Tom Cruise logra que su personaje, un tipo que deberíamos ver como un ser despreciable y miserable, sea una especie de héroe. Esta es la magia del cine.

Por una vez, los miembros del Clan de los Orcos pueden ir al cine acompañados hasta de sus hembras y de los sub-intelectuales con GafaPasta y todo el mundo se lo pasará bomba. Esto es cine del bueno, del que te deja con un buenísimo sabor de boca.


4 respuestas a “Barry Seal: El traficante – American Made”

  1. Ya se dió de baja hace tiempo en la religión esa de la cienciologia o algo así, hay que reconocer que tiene algunas pelis buenas, pero también mucha «americanada» lo equivalente nuestras «españoladas», salvando la distancia de que el domina una industria muy poderosa y dispone de lo mejor, claro…
    ¿Falete? ¿El Pantojo de las faldas? Pues mal no canta… 🙂
    Salud

  2. No, se lo oí decir a el en una entrevista, pero bueno, que conste que me la sudan todas las religiones del Universo exterior… 🙂
    Salud