Bernini, Velázquez, los ángeles y la fontana di Trevi restaurada


El relato comenzó en Volviendo a Roma y la sorpresa de la Domus Romane

Nos habíamos quedado en la visita a la Domus Romane di Palazzo Valentini. Al salir, llovía que no veas y me acerqué a la Galleria Doria Pamphilj, otro de esos lugares que no había visitado porque nadie se había molestado en recomendármelo y que no perdonaré nunca jamás. Sabía que es otra colección privada espectacular creada desde el siglo XVI (equis-uve-palito) por las familias Doria, Pamphilj, Landi y Aldobrandini, que a base de copular entre ellas y entremezclarse, se han quedado como Doria Pamphilj.

Paredes petadas de cuadros en la Galleria Doria Pamphilj

En el vídeo, que está aquí se puede ver que han apañado tanto arte, tanto del bueno como del que te deja helado, que no hay hueco en las paredes para mostrarlo. Por supuesto, la buena fortuna de la familia quizás tuvo que ver con Inocencio X, el Papa del clan. Jamás pensé que vería algo como lo que tienen allí. En una pequeña habitación, juntas, dos obras épicas y legendarias.

Inocencio X por Velázquez

Por un lado, una pintura del mencionado Papa hecha por Velázquez, que al parecer pasó por Roma. Épica y preciosa y acompañada de una escultura del mismo Papa, hecha por Bernini:

Inocencio X por Bernini

Prácticamente lloré de la emoción. En unos pocos metros cuadrados, Bernini y Velazquez hicieron dos maravillas que están allí, como si nada. De nuevo, tengo que decir que solo por esto mereció la pena el viaje a Roma. Si no me doy un pellizcón, me salen raíces allí mismo ya que resulta difícil seguir tras ver algo así. El resto de la Galleria tiene trabajos interesantes, importantes, espectaculares y todo lo que quieras y aún más. Cuando salí, llovía un poco menos y fui hacia la Piazza Venezia y subí las escalinatas para ver la Basilica di Santa Maria in Ara coeli, que creo que siempre que he pasado por allí estaba cerrada.

Interior de la Basilica di Santa maria in Ara coeli

Está bien y es bonita pero en una ciudad con tantos tesoros, casi que se puede decir que es ordinaria y vulgar. Justo a su lado está la mole esa que parece una máquina de escribir blanca:

Monumento nazionale a Vittorio Emanuele II

Es el Monumento nazionale a Vittorio Emanuele II, aunque los italianos lo llaman más bien Vittoriano o Altare della Patria. Nunca me he molestado en entrar porque me repele que no veas y como no había ido hasta la basílica no sabía que allá arriba hay una terraza.

Foro di Cesare y Traiano desde la terraza del Altare della Patria

Siempre es bueno recordar que estamos sin lugar a ninguna duda en el mejor blog sin premios en castellano y contenido alucinante como el vídeo anterior no se puede encontrar en muchos sitios. En el vídeo está la columna mencionada en la anotación de ayer. Entré en el mamotreto y curioseé pero no me interesaba para nada.

Continué mi ruta y fui al PanDivino para almorzar. Resultó que los dueños son un italiano y una española. Me tomé un par de tapas deliciosas y a un precio brutalmente barato. Está prácticamente al lado de Sant’Andrea della Valle y muy cerca de la Piazza Navona.

Pinturas de Caravaggio en la capilla Contarelli de la Chiesa di San Luigi dei Francesi

Antes de ir a la plaza entré en la Chiesa di San Luigi dei Francesi, otra de las iglesias que se me habían resistido en visitas anteriores y a la que quería entrar para ver las pinturas de Caravaggio que tenemos en la foto anterior. Esta es la iglesia de los franceses y debido a ciertos actos de los josdeputas-terroristas de mierda, estaba muy concurrida y hasta tenían un lugar para dejar notas, aunque no me quedó claro si se las darán a los franceses o se las entregarán en mano a algún Dios que no quiere nada con nosotros. Hacer la foto tuvo su dificultad porque solo encienden las luces cuando alguien afloja dinero y si hay algo que todo el mundo puede tener meridianamente claro es que yo no doy voluntariamente dinero a la Santa Madre Iglesia. Por suerte, tuve mi ocasión cuando alguien echó el leuro.

Fontana Dei Fiume y Piazza Navona

Aunque me parece que en alguna ocasión hemos visto fotos y hasta vídeos tomados en la Piazza Navona, esta es la primera vez que la pillo sin que esté llena de chiringuitos y puestos de venta y eso se puede apreciar en el impactante y asombroso vídeo anterior, en el que también se puede ver que llovía y la gente andaba con paraguas o bolsas de basura que asemejan chubasqueros.

Cráneo expuesto de Santa Inés

No hay nada que mole más en la Iglesia de los Presuntos Tocadores de Niños que decapitar a sus santos y repartir el resto del cuerpo entre sus templos. En la iglesia de Sant’Agnese in Agone que tenemos en la misma Piazza Navona tienen un trofeo mayor, el cráneo de Santa Inés, el cual está terroríficamente expuesto en la iglesia. Digo yo que estas costumbres bárbaras se deberían castigar, ya que animan a los terroristas musulmanes de mierda a imitarlos, solo que con gente que no es santa (aún).

Ponte Sant'Angelo y el  Castel Sant'Angelo

Desde allí fui a ver el Castel Sant’Angelo, pero solo por fuera. Me interesaba mucho más el Ponte Sant’Angelo o Pons Aelius, que fue el nombre que le dieron cuando lo inauguraron en el año 134, es decir, hace la friolera de mil ochocientos ochenta y un años y ahí sigue, viendo pasar el tiempo. Sobre el mismo están las figuras de unos ángeles que muchos ignorantones piensan que fueron realizados por Bernini. La verdad más relativa es que solo dos de los ángeles los diseñó Bernini, aunque el proyecto era suyo y ni siquiera los dos que diseñó están allí, ya que al Papa Clemente IX (palito-equis) le molaron tanto que se los quedó. Hoy en día, esos dos ángeles moran en Sant’Andrea delle Fratte.

Desde allí fui caminando hasta la Fontana di Trevi, sobre la cual andamos el año pasado en un vídeo estremecedor e único e irrepetible. La restauración ya ha terminado y está en toda su gloria y se ve (en dos palabras) maravillosa.

Fontana di Trevi

En el lugar había una multitud, como se puede ver en el vídeo y la fuente está fabulosa.

Otro vídeo de la Fontana di Trevi

Si hay algo cierto en esta vida es que nunca se pueden tener demasiados vídeos de la Fontana di Trevi así que para demostrar mi generosidad jamás reconocida, os he dejado otro. Como ya se iba a poner el sol me esperé para ver la fuente con su nueva y fabulosa iluminación nocturna y aprovechando las capacidades infinitas de mi cutre-teléfono güindous de cien leuros, le hice un panorama que nos pone los vellos de punta y escaldados:

La fontana di Trevi al atardecer

Estando por esa barriada, decidí acercarme a la Piazza di Spagna, la cual JAMÁS cambiarán el nombre por Plaza de los comemieldas truscolanes, por si acaso alguno tiene la idea de proponerlo.

Piazza di Spagna de noche con la escalinata cerrada

Resultó que la escalinata la están restaurando y está cerrada y la multitud se concentraba en la plaza, como se puede ver en el vídeo anterior. Creo que dentro de un par de semanas reabrirán al menos una parte. Por suerte he estado en el lugar multitud de veces.

Desde allí decidí que ya iba siendo hora de concluir un día fantástico y regresé en el metro a la zona de Termini. Aproveché para recorrer los dos supermercados de la zona y comparar los precios del queso Parmigiano Reggiano y de la harina ya que al día siguiente iba a comprar. También descubrí que en los supermercados se venden las gomas de repuesto para mi cafetera Bialetti, así que me compré unas cuantas. Y así acabó el sábado en el que descubrí que Bernini y Velázquez comparten una habitación en una colección privada.

El relato acabó en Sobre el Vaticano, junto a la tumba de San Pablo y al ladito del Coliseo

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6 respuestas a “Bernini, Velázquez, los ángeles y la fontana di Trevi restaurada”

  1. Me he acordado de la canción aquella «Tres monedas en la fuente» y de la escena tan recordada de Anita Ekber metida en la fuente con sus enormes tetas en la balla del anuncio de leche de la película de Felini que ahora no recuerdo el titulo…
    Salud

  2. Iba a comentar en la anotación y se me olvidó que yo en mi vida he tirado una moneda y he estado allí creo que seis veces y el noventa y nueve por ciento de los comemieldas que están tirando dinero a la fuente, no regresarán en su puta vida.

    La película se llamaba TRUSCOLUÑA NO ES NACIÓN y era buenísima