Creo que fue el fin de semana pasado cuando hablé de Stolen Path, una película rara que se tropezó conmigo de manera misteriosa y por ahí comentaba que vi una sesión doble con otra película, que es la que voy a comentar hoy. Esta es aún tan rara como la otra y sigo sin explicarme lo que sucedió ese día en el cine, ya que Black Mud, que es la peli de hoy, teóricamente no se ha estrenado en ningún lugar del universo salvo por un festival de cine y aún así, yo la vi en un cine holandés junto con un puñado de gente. Creo que es totalmente inconcebible que se llegue a estrenar en España pero de hacerlo, dicen que la quieren titular truscoluña no es nación.

Dos hermanos julays huyen de su presente en un viaje por carretera con mucho mal rollo

Por circunstancias de la vida que no llegan a explicar, dos hermanos no tienen padres y el mayor, que ya tiene diecinueve años, busca que le den la custodia del menor, con quince, aunque tiene poca suerte en el empeño. Se rebota que no veas y decide irse a trabajar a Alberta o un lugar similar y llevarse a su hermano de tapadillo. Juntos comenzarán un viaje por carretera por Canada en el que les pasarán cosas raras y conocerán a gente buena y otra no tanto.

La verdad que con todo el cine malo y malísimo que veo a lo largo del año no entiendo por qué no se estrenan cosillas como esta, que sin ser peliculones, se dejan ver, entretienen y tienen momentos fascinantes. Este es un viaje en el que dos hermanos verán como su relación, que al comienzo es bastante alejada, se irá intensificando mientras cada uno descubre las cosas que le gustan o le disgustan del otro. El director logra crear una historia muy íntima en la carretera, con los dos hermanos lanzados en una aventura que desde el comienzo parece destinada a fracasar. Pasado el meridiano de la historia aparece en pantalla una chica que transformará el duo en trío e introducirá nuevas tensiones. La película es al mismo tiempo triste y alegre, tiene buenas escenas que iluminan lo complicadas que son las relaciones entre humanos y como la familia, que no eliges, puede ser la más complicada de las aventuras sociales. Aunque en general la película me ha gustado, su ultra-bajo presupuesto y algunos momentos en los que las escenas se alargan demasiado y frenan la historia pesaron en mi valoración final. Decir que creo que todos y cada uno de los que aparecen en la película salvo por uno de los hermanos, que interpreta Jon Rhys, son actores y actrices totalmente desconocidos. Del mencionado, me gustó un montón la manera en la que protegía a su hermano aunque no sabía por qué.

Definitivamente, puede producir daños cerebrales permanentes en el cerebro de los miembros del Clan de los Orcos que sean expuestos a la película. Entre los sub-intelectuales con GafaPasta hay mucho comemielda y seguro que no tienen lo que hay que tener para ir a verla, aunque la película lo merece.