Blade Runner 2049


Como siga hablando de películas viejunas es que voy a tener que cambiarle el nombre al blog y en vez de el mejor blog sin premios en castellano lo vamos a tener que llamar hablemos del milenio pasado con ilusión y fantasía o algo así. Allá por 1982, Genín y Virtuditas ya estaban más que motorizados pero yo todavía era un chiquillo y por eso no pude ir al cine a ver Blade Runner, película que está en mi lista de las mejores historias de ciencia ficción de todos los tiempos. Aún a día de hoy no la he podido ver en un cine y espero que esa angustia tan grande que me corroe por este drama pueda ser subsanada. Parece que la fiebre por hacer secuelas con películas viejas de Harrison Ford es muy fuerte y tras verlo treinta y pico años más tarde en la Saga de las Falacias, ahora le ha llegado el turno a otra de sus películas famosas y lo volvemos a ver en Blade Runner 2049, película que tiene en todos lados el mismo nombre.

Un julay que trabaja de cobrador del frac o algo así las pasa putas por un barrio periférico

Un Blade Runner que además es robot descubre que uno de los suyos al parecer parió y que hay una especie de niño-robot en el universo y claro, todo el mundo quiere encontrar a ese bicho porque para los robots es como su deshonorable president y para los humanos es una aberración. El Blade Runner va de aquí para allá pero vamos, que se curra un montón de enemigos que le quieren hacer pupita de la peor.

El director Denis Villeneuve está como obsesionado con movidas filosóficas y vuelve a hacer una de esas películas espesas que te obligan a pensar. Regresamos a un universo conocido y que treinta y cinco años más tarde no parece haber cambiado. Por allí siguen con las mismas rencillas entre androides y humanos y esta vez, el cazador es un androide que sabe que lo es. Ryan Gosling está fantástico como el chamo frío y calculador que está tratando de resolver el acertijo y se mueve por la pantalla con un montón de elegancia. Hay un montón de secundarios que vienen y van y que engrandecen la historia y entre ellos merece la pena señalar a Ana de Armas, actriz super-hiper-mega-favorita de Virtuditas porque salía en aquel clásico de la televisión mundial que fue la serie el Internado. La historia es lenta, no jugaron a empacharnos con escenas de acción tan rápidas que nuestro ojo no las puede seguir y en su lugar optaron por currarse el guión y que los efectos especiales solo sirvan a engrandecer la actuación de los actores, algo que se agradece. La música en muchos momentos es atronadora y recuerda muy mucho a la banda sonora de la primera película. El único que me disgustó y que creo que hizo una labor mediocre fue Jared Leto, actor que empiezo a creer que está muy sobrevalorado y que quizás habría que ningunear un poco porque sus actuaciones son más planas que el cardiograma de una momia egipcia. El momento épico es cuando en algún momento de la historia entra en escena Harrison Ford y aquel clásico se reúne con esta historia. Esa parte de la película es absolutamente mi favorita. Me dio la impresión que dejaron el final preparado para hacer una tercera parte pero como les de por esperar otros treinta y pico años, no se yo si aún tendremos el blog operativo para hablar de ella. Le falta un pelín para llegar a un clásico pero es una película de una calidad exquisita.

No es cine para los miembros del Clan de los Orcos porque requiere el uso de más de una neurona y ellos no están equipados con tanta capacidad de procesamiento. Sí que encantará y fascinará a los sub-intelectuales con GafaPasta y espero que ninguno de esos se la pierda. Una gran historia de ciencia ficción.


3 respuestas a “Blade Runner 2049”

  1. Pues imaginate, tuve carné de conducir y coche a los 16 abriles, a esa misma edad, hace ya 60 tacos mas o menos, trabajaba en los cines y vivía en un autocine…
    Salud

  2. Siiii, siiiii mi favorita…. es una pena que no se lea la ironía…..
    Y por cierto, en el 82 no sé si me habrían destetado todavía. Le preguntaré a mi madre.

  3. Genín, Virtuditas te tiene en un altar con tu adoración por los vehículos y tu dedicación a la causa motorizada.

    Virtuditas, ya tenías que ser un poquito mayor para seguir mamando teta, a menos que fueses truscolana y se tratase del tres por ciento ese tan popular por allí.