Blancanieves y la leyenda del cazador – Snow White and the Huntsman


A mí desde siempre, de todas las versiones de los cuentos que leía en mi niñez y que después (o antes incluso) acabaron siendo adaptados al cine (múltiples veces, además), yo siempre me quedo con la versión porno de esas películas. Son siempre más frescas y aunque el fondo de la historia infantil sigue ahí, hay unas tetas enormes, unas corridas en la cara y unos potorros que no sé, me terminan de encantar mucho más que las sosas adaptaciones que hacen una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez. Para que no se diga y se me acuse de ningunear algún tipo de cine que no sea el dirigido por Peter Jackson y basado en la despreciable, asquerosa y aburrida literatura del ultracatólico Tolkien, me he resignado a ir al cine a ver Snow White and the Huntsman, película que en España se ha estrenado con el título de Blancanieves y la leyenda del cazador y que todavía me estoy preguntando como coño se les coló la palabra leyenda en el título ya que no tiene nada que ver con la historia pasada, presente o futura de la película. En fin, son las maravillas de la traducción de las que tanto hemos hablado ??

A una julay le pica su cu-cu y busca algún palote para rascárselo

En esta versión del cuento, la reina mala se rebota toda cuando se le escapa a su hermano la princesa Blancanieves después de intentar hacerle unos tocamientos como si fuera cura de pueblo y manda a un malaje a atraparla con tan mala suerte que el tío acaba defendiéndola y ayudándola a llegar a un castillo en donde están los buenos-buenos y por el camino trincan de lastre a una purriada de enanos, una especie de príncipe tonto y no sé que más.

Esta no es la versión tradicional, es más pachanguera, aunque tenemos los enanos, tenemos la manzana y alguna que otra cosilla del cuento. Por lo demás, es una especie de película de acción que no termina de arrancar por culpa de Kristen Stewart que se debió pensar que estaba rodando la quinta película de la Saga Crepúsculo y se la pasa poniendo caras de acarajotá y casi sin mover un puto músculo en el rostro, algo que mata multitud de escenas porque parece un cromo de lo estática que está. Ella es sin lugar a dudas lo malo y lo peor de la película y estropea el buen trabajo de Charlize Theron como una reina mala que no veas y que borda su maldad tan absoluta y también el papel de Chris Hemsworth, que para ser un cacho de carne con ojos es MUCHÍSIMO mejor actor que la Kristen Stewart y consigue crear un personaje complejo, que cabalga entre recuerdos, esperanzas y mucha mala leche y entretiene tanto cuando habla como cuando reparte hostias o las recibe. El punto cachondo lo tenían que dar los enanos pero conmigo no terminaron de funcionar y si los hubieran borrado del guión yo ni me habría acordado que salían en el cuento.

La película flojea demasiado por culpa de la protagonista y eso contrapesa el buen hacer del resto. Este es un excelente ejemplo de lo mal que puede ir la cosa si la cagan a la hora de elegir el elenco.

Si eres un orco y perteneces al Clan de los susodichos, seguramente te guste por las luchas y demás y porque afrontémoslo, tú en tu puta vida has leído el cuento o visto alguna de las versiones anteriores (incluida la porno) y no echarás nada en falta. Tu loba seguro que se deja en carne viva el chichi de tanto que se lo restriega viendo los machos sudorosos que salen. Para los demás, esto es carne de televisión así que podéis esperar sin que os cree un trauma.


3 respuestas a “Blancanieves y la leyenda del cazador – Snow White and the Huntsman”

  1. Por ella ( y él) llevo tan mal la saga Crepúsculo. De hecho no la llegué a acabar. Es que no los soporto. Me parecen unos «actores» horrendos. En el trailer esta peli tenía buena pinta a pesar de la nena… ya me has fastidiado.

  2. Virtuditas, en Crepúsculo la falta de actividad muscular en la cara le queda bien porque se supone que está paralizada por culpa de no recibir candela de su novio, que mucho beso pero no la empaló hasta la cuarta película y eso a la pobre le pasaba una factura muy grande. Aquí no tiene excusa.