Los agentes de la CIA y todo el mundillo que les rodea siempre dan para buenas películas de acción y otras no tan buenas. Saber que bordean la ley o directamente se la saltan por el bien del universo conocido y que además no se andan con chiquitas a la hora de despachar a la gentuza terrorista es algo que nos da cierta paz de espíritu y hace que por la noche, cuando apagas la luz de tu mesilla de noche, sabes que ahí afuera hay alguien velando por ti. Estas películas suelen tener intrincadas tramas en las que uno nunca sabe los límites de la verdad y con cada nuevo giro la historia cambia y tuerce por caminos insospechados. Si encima nos llega de la mano de Ridley Scott, razón de más para ir a verla. La película se llama Body of Lies y en España se estrenó a primeros de noviembre como Red de mentiras.

Un julay sandunguero no da abasto matando hijosdeputa terroristas musulmanes de mierda y termina pidiéndole ayuda a Geyperman y Mazinger Zeta

La escena con la que comienza esta película es épica, son cinco minutos memorables porque en ellos se nos da toda la información que necesitamos conocer. Vemos a unos terroristas musulmanes de mierda que tratan de atentar en la ciudad de Londres. Después escuchamos una conversación en la que nos explican por qué no podemos dialogar con esa gentuza y por qué debemos perseguirlos y matarlos como las ratas que son. En todas y cada una de las guarderías, colegios y universidades del mundo occidental se debería poner esa secuencia todos los días por la mañana para que los jóvenes lo aprendan y lo lleven en la sangre. Una vez hemos captado el concepto ese de terrorista musulmán bueno es el muerto, nos adentramos en las intrigas de un agente de la CIA para desbaratar una red de hijosdeputa terroristas musulmanes de mierda y mandarlos a todo al infierno ese en el que solo hay cabras para follar. El hombre pasará por Irak, Jordania, Dubai y otros barrios de la zona ejerciendo sus tareas de limpieza y encontrando al mismo tiempo el amor en donde menos lo esperaba. Los conflictos de intereses entre los diferentes jugadores de esta partida contra el terrorismo lo pondrán en situaciones muy peligrosas pero la suerte le sopla casi siempre de cara.

Hay que reconocer que Leonardo DiCaprio ha ido creciéndose con el tiempo y hoy por hoy es uno de los mejores actores que hay en Estados Unidos. Es eficaz y creíble y nos lleva de la mano por una historia increíble en la que la acción, la traición, la intriga y el terrorismo se mezclan continuamente. En su bando aunque a veces no lo parece está Russell Crowe el cual no da tanto la talla aunque quizás sea porque se pasa la película encochinándose y se come hasta las cáscaras del queso. La historia no es de esas sencilla y ya digerida para que los retardados y acarajotados que se olvidaron de cómo pensar la entiendan y en su lugar hay infinidad de detalles sutiles que nos obligan a tomar partido y fijar nuestra opinión sobre el asunto. Todo un festival de buen cine que como guinda tiene algunas escenas de tortura tan creíbles que se te ponen los pelos de punta.

Ideal para ir con los amigos y disfrutar de buen cine de acción con mensaje de fondo. Obligatoria para todos esos pusilánimes partidarios de que nos bajemos los pantalones y dejemos que nos jodan nuestras libertades un atajo de radicales que viven en la Edad Media y no toleran el pensamiento distinto.