Bostas


Hace poco hablábamos de las potrancas y mencionaba que es muy importante no confundirlas con las Bostas. Algunos elucubraron sobre este grupo que comparte algunas de las características de las potrancas pero que también tiene sus diferencias. A las fotos me remito. Como se suele decir, una imagen vale más que mil petardas.

Bostas

Una bosta es una mujer que ha decidido voluntariamente llevar su cuerpo a las fronteras de la realidad y forzarlo hasta límites que rozan las fronteras de lo insondable. Para alcanzar ese estado engullen tanta pitanza como pueden y aún más. Son agujeros negros del comer. Si se fijan en la de la primera foto no es que esté sentada, es que está empotrada en la silla. Se encajó ahí y la única forma de sacarla fue reventando la silla con una cizalla. En las dos horas que estuvimos sentados en aquel lugar la hijaputa se jincó tres platos de montaditos sin que le sudara ni una pestaña. Las tres asistentes que la acompañaban traían más y más comida y ella seguía comiendo y comiendo y comiendo sin parar. Jamás en la vida presencié un festín como aquel. La tía era como una morsa, una máquina de procesamiento que no detiene en ningún momento sus dientes para masticar lo que le echen.

Bostas

En la segunda foto podéis ver una bosta con sus formas características. La deformación del cuerpo es completa. Las tetas se repliegan o los michelines avanzan hasta ponerse a la par de los pezones. Las potrancas son seres vivarachos y que vivan con alegría su obesidad mientras que las bostas se mueven despacio casi con desgana y no dan señales de vida. Ellas no buscan hacerse notar aunque dado su extremo volumen siempre son blanco de las miradas ajenas. Una bosta no se ve espléndida ni fantástica, es consciente de lo anómalo de su estado y esa ansiedad la fuerza a seguir comiendo más para incrementar su volumen.

Las bostas siempre se mueven con un grupo de parásitos a su alrededor. Generalmente son tías feas. Estas tiparracas gritan y tratan de llamar la atención lo más posible ya que basan su estrategia de éxito en ser vistas junto a las bostas para que algún macho despistado muerda el anzuelo y sea capturado. Las bostas en ocasiones se lo ponen fácil porque les encanta vestirse con licras de colores luminosos que se agarran a los michelines y remarcan sus formas terroríficas. No me fue posible conseguir una foto con el uniforme oficial porque en el centro comercial en el que me encontraban practican una rigurosa selección de los clientes y con la excusa de querer proteger la estructura del edificio se les impide la entrada sistemáticamente a aquellas que parecen anuncios luminosos.

No es raro encontrar una bosta con un chichón agarrado del brazo. Estos coyotes caen en sus redes estando borrachos y al despertar se encuentran que las bostas no los sueltan y ya no podrán huir mientras vivan. Se volverán unos amargados y tendrán que ingerir estupefacientes para consumar el acto. Los hijos que surjan de estas uniones pertenecen a una nueva especie de la que aún se están recabando datos pero que promete cambiar nuestra percepción del mundo.

Si os cruzáis con una bosta rendidle pleitesía y pensad que el universo se hizo usando la regla del equilibrio y por cada diez anoréxicas y bulímicas existirá una bosta.

Puedes leer más anotaciones relacionadas con este tema en hembrario

Technorati Tags:


6 respuestas a “Bostas”

  1. Un amigo mío, muestra especial predilección por ambas especies, Bostas y Potrancas. Tiene experiencia con un buén número de ellas, y siempre alega lo mismo: «Es una guarrilla como no hay otra…!!!».
    A lo que yo respondo «…Y para el invierno son la mar de apañadas, es como dormir con la madre de Seaberg, y te tapa por los dos lados, juas, juas».
    En fin, señor ten piedad … XDD

  2. en el fondo no creo, sinceramente, que nadie esté así por puro vicio, se tienen que sentir marginadas, utilizadas, jodidísimas, vamos…. un asco.

  3. Como dice Pedrusko hay gente que las encuentra atractivas y deseables!; yo he estado con potrancas, las bostas deben ser lo mismo al cuadrado! tan grandes… tanto donde agarrar…. pudiendo hacer todo lo que quieras en la cama que ellas se dejaran… ¡es atractivo segun se mire! ¡hay gente para todo! ¿y si es un masoquismo refinado?

  4. Yo creo que la diferencia fundamental radica en que las potrancas son felices y las bostas, no. Las bostas viven en un mundo oscuro y monótono, como sus ropas. Y las potrancas, según su vestuario, en un universo de colores chillones, rayas, lunares, fluorescentes, texturas varias…
    El mayor parecido es que la depilación de ambas es tan insuficiente como para abastecerlas la despensa de un hogar medio.
    He meditado: no existen potrancos. Bostos, sí. También hay varias razas según el volumen de macrosebo masculino que convendría analizar. Promete.