Brasserie Valentijn


Ya he comentado en alguna ocasiónq que en Holanda hay como unos equipos que varían muy poco y que hacen una película cada uno o dos años con la misma gente y en ocasiones hasta del mismo tema. Tenemos los de los dramotes históricos de la época de la ocupación nazi, los de las movidas con la guerra contra España por culpa de los truscolanes y los de la postguerra. En el lado feliz están las comedias románticas y aquí tenemos las de primavera y las de invierno. Hoy nos llega la primera de estas últimas para el 2016, titulada Brasserie Valentijn y que supuestamente transcurre en el día de San Valentín en un local en el que el nombre ya lo insinúa. Por supuesto, jamás se estrenará en España, ni siquiera con ese título tan hermoso que le habían buscado de truscoluña no es nación.

Un montón de julays buscan la manera de mojar

En un restaurante que tiene el cartel de lleno se juntarán varias parejas la noche de San Valentín. Unos celebraran el centésimo aniversario, otros alguno menos pero con fricciones, otros tendrán su primera cita hiper-mega romántica y para todos será un día especial mientras el personal del restaurante también tiene sus movidas ya que allí quieren chingar todos.

Aunque el escenario es único, el restaurante y el tiempo en el que transcurre la acción es el mismo para todos, tenemos un montón de historias separadas que iremos viendo en lonchas hasta que al final la cosa quede más o menos clara. Bueno, miento como el bellaco que no soy ya que una de las historias transcurre fuera del restaurante porque no llegan a venir nunca a comer pero los vemos y sufrimos igual. En este caso el sistema no funciona para nada. El guión es aburrido, la directora no tiene ni puta idea de como hacer para que la trama resulte interesante y el montaje fue terrible. Quizás funcione con las hembras aunque vista la reacción de las que estaban en la sala cuando yo la fui a ver, lo dudo mucho. Todos salimos con la sensación de haber visto un producto mediocre, mal dirigido y peor interpretado. No hay nadie que merezca la pena señalar porque todos dieron lo peor de sí mismos. Hay un tramo en el que la película aburre ya que es muy tarde para las introducciones y muy pronto para la traca final y lo rellenan con más de lo mismo. Siendo una comedia romántica, sabemos que los finales serán más o menos felices. Aluciné como por un lado se puede ver perfectamente que es Amsterdam y por otro le ponen unas montañas por allí que ya las quisiéramos en este país. En fin, que no fue nada del otro mundo.

Sin que se doble a otros idiomas y sabiendo con certeza absoluta que jamás se estrenará en España, no nos tenemos que preocupar por la salud mental de los miembros del Clan de los Orcos o los sub-intelectuales de GafaPasta.


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