Brooklyn’s Finest


Si hay unos policías que parece que son como de la familia son los de la ciudad de Nueva York. Mira que los hemos visto en cientos y cientos de películas, algunos honestos, otros más bien corruptos, unos dando la vida por los demás y otros tomando vidas sin que parezca que les preocupe demasiado. Estos hombres y mujeres han servido como materia prima para tanto cine que ya resulta difícil ser original a la hora de inventar historias en las que ellos son los protagonistas. El último de estos intentos se llama Brooklyn’s Finest y hasta donde llega mi conocimiento, la película no tiene fecha de estreno en España y además es poco probable que lo haga, así que imagino que irá directa a DVD o a la tele. Sobre el posible título en español, conociendo a los traductores seguro que acabará con algo así como Con las manos en el bote o Macarras y políticos.

Un puñado de julays de la pasma reparten hostias a diestro y siniestro entre toda la morralla negra de Brooklyn

En Brooklyn hay policía corrupta, drogas, violencia, racismo, sexo, gentuza y también gente buena. Unos cuantos policías tratan de combatir esto de una u otra manera. En esta historia seguimos a varios de ellos, uno que se retira en una semana y en sus últimos días no quiere hacer nada y tontea con el suicidio, otro que tiene una mujer enferma y tontea con la corrupción para juntar el dinero con el que comprar una nueva casa y un tercero que trabaja como infiltrado entre un grupo de traficantes de droga y ve como su vida se desmorona. Sus vidas avanzarán hasta confluir en un punto de ruptura en el que puede pasar cualquier cosa.

Digamos que a mí no me gustan mucho las películas en las que varias tramas van funcionando de forma independiente para llegar a ese final recosido y ajustado al milímetro en el que todos confluyen y las cosas se resuelven. Mi problema es que unas historias me gustan y las otras me aburren enormemente y me jode el tener que aguantar las malas para poder ver los minutos de las buenas. En este caso, sin que sea una obra maestra, al menos las tres historias tienen cierto interés. Mi favorita es la del poli corrupto, el que trata de robar dinero para comprar una casa nueva y que su mujer no siga enferma. Está interpretado por Ethan Hawke, un actor que siempre resuelve sus papeles con elegancia y credibilidad. En otra de las historias tenemos a Richard Gere haciendo de señor mayor posiblemente por primera vez en su carrera y el tercero en discordia es Don Cheadle como el poli de incógnito que solo quiere que lo pongan en un despacho y llevar una vida normal.

Cuando uno ve esta película llega a la conclusión que en Brooklyn todos los negros son drogatas o traficantes, gente mala de cuidado que le gusta poner la música a todo meter y moverse como los raperos de los vídeos de la MTV, las negras son más putas que la gallina turuleta y se pasan el día en los clubs buscando un macho que se la endiñe hasta los pelos de los güevos, los polis son una gentuza que no veas de los que no hay que fiarse y el resto del mundo parece avanzar entre el terror a unos y a otros. Eso es lo que no me terminó de convencer de la historia, los extremismos en la definición de los roles de cada grupo. Seguro que hay polis buenos y negros honrados y negras que trabajan en oficinas y no aspiran a menear el cuerpo todo el día y llevarse un rabo a la boca.

Al final no deja de ser una historia de polis en Nueva York más, sin grandes momentos memorables y con un final que se veía venir y que no sorprende en absoluto. Está bien hecha y los actores hacen un trabajo fantástico pero le falta algo más para dar la campanada.

Si algún día llega a una sala cercana, puede ser una buena opción para ver una peli de polis y matados pero no esperes el recordarla durante mucho tiempo.

07/10