Café Society


hay una magia en las películas de Woody Allen que no consigue ningún otro director. Mientras que la mayoría se centra en los efectos especiales y en lo visual, para él lo que cuenta es el guión y puedes cerrar los ojos, escuchar una de sus películas y pasártelo igualmente bomba. Como además el hombre es constante, cada año tenemos una nueva película suya y esperemos que nos viva por lo menos ciento veinte años y siga trabajando hasta su última inhalación. Huelga decir que en este blog lo idolatramos y lo tenemos encaramado al altar, agarradito de la virgencita del Carmen. Su última película la fui a ver en una sesión muy especial porque la pusieron en un multicines nuevo que tiene una terraza en la azotea y en verano han puesto allí un proyector y cada noche hay una sesión de cine bajo las estrellas. Por supuesto, vendieron todas las entradas y todos esperábamos con ansia bajo el cielo de Utrecht la última creación de Woody Allen, titulada Café Society y que en España se estrena la semana que viene.

Un julay es ninguneado por la pava de la que se encoña pese a que ella le da chimpún

En los años treinta un pavo de Nueva York se muda a Hollywood para trabajar con su tío y acaba encoñándose de su secretaria, que resulta que tiene un novio secreto y mientras tanto, conoce gente y cuando se cansa de aquel banal mundillo, regresa a Nueva York y monta un club muy popular y pagado por su hermano el delincuente, antes de encontrar su amor verdadero o algo parecido.

Desde el primer instante en el que Jesse Eisenberg aparece en pantalla, te enamoras de él. Está perfecto en su papel de desquiciado y acalorado joven que quiere hacer algo con su vida pero que aún no sabe lo que es y que se enamora perdidamente de una chama que lo ningunea un montón, después le sigue la bola y finalmente lo vuelve a ningunear rompiéndole el corazón. El guión es fantástico y los diálogos desquiciados, histriónicos y divertidísimos se suceden sin pausa. Por supuesto hay una relación entre un viejo y una joven, uno de los favoritos del director y que le pilla cerca de casa. La habitual frialdad de Kristen Stewart en este caso funciona muy bien, pero vamos, hace el mismo papel que cuando se encoñaba del vampiro, con la única diferencia que ahora el chamo no la quiere morder. Me gustó mucho Steve Carell haciendo de productor, salió de su tipo de papel habitual y consigue robarle planos a los otros continuamente. En definitiva, si te gusta el cine de este director, esta película es una desquiciada comedia con toques románticos y de drama.

Esto está totalmente prohibido para los miembros del Clan de los Orcos. Es cine por y para los sub-intelectuales con GafaPasta.


2 respuestas a “Café Society”

  1. Qué bien, aunque los actores no me ponen mucho, pero si es del Sr. Allen habrá que verla. Me encanta la fotografía de sus pelis y los diálogos por supuesto también.