Anoche, pasada la medianoche, hablaba con mi amigo el Rubio y medio planeábamos ir al cine el domingo por la mañana con dos de sus tres Unidades pequeñas, las número 1 y 2. Todo dependía de que se levantaran temprano y desayunaran y se vistieran a tiempo. Esta mañana a las ocho y media me mandaba un mensaje y me confirmaba que todo el mundo estaba en pie y que cuando les dijo que iban a ver Cars 2, se tragaron el desayuno en un pis-pás, se vistieron, lavaron los dientes y metieron en el coche sin decir ni pío. A las nueve y media nos encontrábamos en la puerta del cine en Utrecht ya que elegimos ir a la primera sesión para evitar las masas y para no perder el día. Técnicamente la película se estrena en los Países Bajos el 6 de julio, al igual que en España, pero por alguna razón desconocida ya está en varios cines desde ayer, aunque con una cantidad escasa de sesiones. Los chiquillos rebotaban por el vestíbulo del cine de puro placer, viendo los carteles enormes de Cars 2 y flipando con todo. Esta era su primera película en 3D, así que las gafas fueron un motivo instantáneo de fascinación y no hubo manera de que se las quitaran desde el instante en que se las dieron. Nos aprovisionamos, entramos en la sala y éramos cuatro gatos, los únicos capaces de madrugar un domingo para ir al cine a horas tan intempestivas.

El julay de la primera sigue haciendo carreras mientras su mejor amigo la caga una y otra vez pero tiene más suerte que el presidente ZaPatazos y siempre sale bien parado.

Comenzar diciendo que yo nunca vi Cars en el cine y aún no tengo muy claro como se me escapó. La he visto en casa del Rubio ya que su hijo de cuatro años está obsesionado con todos los personajes desde hace un año y es rara la visita en la que no terminamos viendo la película o jugando a algo relacionado con esta peli. En esta segunda parte, McQueen vuelve al villorrio para pasar las vacaciones y se reencuentra con su mejor amigo y como siempre, este la pifia y el pobre McQueen acaba embarcado en un campeonato mundial en el que se usa un combustible ecológico. Mientras McQueen se dedica a las carreras, la grúa Mate acaba mezclándose con espías y trabajando junto a ellos en una trama de sabotaje que parece tener como objetivo que la gente no use combustibles ecológicos. ?l tendrá que ayudar a dos agentes secretos que parecen entrar a formar parte de la familia de personajes de Cars. Pegándolo todo está la amistad, la amistad y la amistad y lo importantes que son los amigos y lo mucho que los queremos y que ellos nos quieren.

De todas las películas de animación que he visto este año y el anterior, esta es la que está más orientada a los niños, con tramas no muy complejas y escenas destinadas a atrapar su atención y mantenerla. Quizás por eso puede que sea la más aburrida para los padres, pero los chiquillos se lo pasan pipa que es de lo que se trata. La historia está muy bien llevada, no se pierden demasiado intentando que paladeemos las historias que han llevado a cada uno hasta allí y la animación es como en todo lo que hace Pixar, soberbia. El 3D está muy bien y aunque me sigue pareciendo que casi siempre sobra, no se me hizo molesto y hasta disfruté en las carreras y en las tomas de ciudades en tres dimensiones. Hay humor y gracias a Dios no hay un solo número musical. Los hijos del Rubio parecían pegados a sus asientos y disfrutaron como bellacos y tanto el padre como yo también nos lo pasamos muy bien que era lo que buscábamos.

Este es un entretenimiento intrascendente que viene perfecto para esta época y que uno no se puede perder si tiene niños pequeños o sobrinos a los que llevar al cine. Hasta los subintelectuales del clan de los Orcos seguro que lo saben apreciar. NO pasará a la historia de la animación como una de las grandes películas, pero cumple y merece un pase.