Hoy vemos la más pachanguera de las casas flotantes que hay por el centro de Utrecht. Es obvio que al dueño le dio un ramalazo folclórico-nórdico y quería tener su casa con un clásico tejado de paja, muy holandés, muy bonito, pero también uno que pones sabiendo que hay que cambiarlo cada cierto número de años, que depende de la calidad de la paja y de la inclinación de la misma. En el lado positivo, este tipo de techo ofrece un excelente aislamiento térmico. La keli tiene dos plantas aunque el semi-sótano se ve parco en ventanas con lo que debe ser como una caverna. Fijaros en la barca que hay a la izquierda y que está protegida por el suelo de la terraza.