La Giralda de noche
Para la foto final de la serie sobre Sevilla regresamos a la Giralda y el aspecto que adquiere por la noche. No estoy seguro si mi amigo tenía un trípode o apoyé la cámara en algún lado pero lo que si es cierto es que la imagen no está hecha a mano alzada. La próxima vez que pase por esa ciudad, me llevo un filtro para el objetivo, planto el trípode y repito la foto con una exposición más larga para conseguir unos colores más auténticos porque esta no me termina de convencer.
Y revisando las otras imágenes, parece que lo que hice fue apoyar la cámara en el borde de la fuente que se puede ver en La Giralda de la Catedral de Sevilla desde la Plaza Vírgen de los Reyes.
La Torre del Oro por la noche
Ya nos estamos despidiendo de la ciudad de Sevilla y como penúltima foto tenemos esta de la torre del Oro junto al río Gualdalquivir iluminada. Como recordaréis que no la vimos claramente en ninguna foto de día, la tenemos en toda su gloria y esplendor por la noche. Yo me pensaba que habría un montón de vidilla alrededor del río por las noches pero aquello estaba desierto, aunque quizás el mes de enero no es el más adecuado para visitar la ciudad si lo que quieres es ver multitudes.
Fábrica de loza de la Cartuja
Caminando, caminando, llegamos hasta el Monasterio de la Cartuja, el cual, pese al nombre, ya no es un monasterio y tampoco una fábrica de loza, otra de las actividades a las que se dedicó el lugar. En la actualidad es el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. No recuerdo muy bien cuánto pagamos por entrar pero mirando en la página del recinto hoy en día se puede visitar “o” el monumento (monasterio y las chimeneas que quedan de la fábrica, me imagino) “o” la exposición de arte contemporáneo por la módica cantidad de doscientas noventa y nueve pelas de las de antes. Si eres caprichoso, político o te sobra la guita, por QUINIENTAS pesetas de las de antes y ahora podrás visitar ambos. Dudo mucho que yo pagara por lo del arte ya que habitualmente me deja HELADO y habiéndome criado a las afueras de Mordor, no más allá de treinta kilómetros de su capital, Vecindario, no tengo capacidad intelectual ni cerebral para procesar el arte contemporáneo aunque sí que entiendo que hay estómagos agradecidos y conocidos como artistas que hacen tremendas cagadas y lo llaman arte. La foto es de la entrada a la fábrica de loza de la Cartuja, la cual estuvo funcionando entre 1841 y 1982 y aparte de las chimeneas de los hornos, quedan partes del monasterio que merece la pena ver.