CHOCHIPOLLAS


Los últimos seis meses han hecho aflorar a un nuevo tipo de hembra, una evolución del clásico gilipollas que el diccionario de la RAE definía como necio o estúpido. Las chochipollas son hembras, necias, estúpidas e hipócritas, que gritan y jalean demandando derechos y deberes y que juzgan y condenan a todos los hombres que no agachan la cabeza y aceptan su dominio. Así tenemos que una banda de chochipollas han condenado a Woody Allen, lo han repudiado y cuestionan y dudan de la prueba del polígrafo que se le hizo y que ejecutó el profesional más reputado de los Estados Unidos, desechan por estúpido y mentiroso al hijo adoptado por la madre de la niña a la que supuestamente tocó y que es el mismo que durante el juicio le dijo al juez que su madre lo obligaba a decir algo que él no quería porque no era cierto y que cuando cumplió los dieciocho recuperó el contacto con Woody Allen y su hermana y al instante se convirtió en una bestia horrenda y terrible. Las chochipollas no dicen que la madre de esa niña que ahora es mujer y acusa, tiene tres muertes de hijos adoptados a sus espaldas, que ha sido acusada por sus propios hijos adoptivos por abusar de ellos físicamente y exigir obediencia ciega y tratar a los adoptados como personajes de segunda fila frente a sus hijos carnales. Las chochipollas tampoco dicen que esa madre es la que dejó que una de sus hijas adoptadas muriera de neumonía en la pobreza, hija drogadicta y con sida y que tuvo dos hijos, sus nietos, con sida desde el nacimiento y mientras esa hija moría ella estaba de gira por el Congo haciendo labores humanitarias.

Las chochipollas se visten de negro, gritan, patalean, demandan igualdad y después, ciento diecisiete mil de ellas, baten un récord hoy con el mayor LADY’S NIGHT de la historia del cine en Holanda. Básicamente, pagan un montón de dinero más para ir a sesiones de cine exclusivas para hembras de una película cuya trama es que una chochipolla como ellas se pone cachonda cuando su macho le pega jalás. Eso es HI-PO-CRE-SÍ-A, se desgañitan a exigir unas cosas y al final, lo que demuestran, es que esta noche estarán todas calientes como burras en cines viendo como un guapera le arrea moquetazos a una chochipolla como ellas y todas suspirarán por estar en el lugar de esa pelleja. ¿Es esto lo que quieren? ¿tener mentirosas como sus heroínas y que el cine sea solo con películas en las que tíos guapos les dan caña? ¿destruir todo el arte en el que hayan desnudos femeninos? Pero eso sí, que no nos toquen todas las esculturas romanas y griegas con tíos enseñando la polla, eso sí es aceptable. Vamos, las chochipollas son hipócritas venidas a más y no creo que hayan calculado bien sus manipulaciones. Lo que conseguirán es que cuando abras una puerta, si la persona que viene por detrás es un hombre como tú, por cortesía y educación la mantengas abierta y si es una mujer, se la estampas en la cara para que no te acuse. Conseguirán que cuando haya que hacer una entrevista de trabajo, se grabe o se exija la presencia de otras personas en la misma habitación para evitar las demandas y en aquellas empresas que se lo puedan permitir, conseguirán que a igualdad de oportunidades, solo se contraten hombres para eliminar el problema de raíz.

Seguro que conseguirán algo pero lamentarán mucho más.


Una respuesta a “CHOCHIPOLLAS”

  1. Yo creo que una de las razones del aumento enorme de parejas de maricones es por las CHOCHIPOLLAS, es una manera de tenerlo todo bajo control sin problemas…jajaja 🙂
    Salud