Ciertamente lo peor de lo peor que me podía pasar


Costillas en el Café Cartouche

Sin lugar a dudas, el mayor disgusto del año 2018 me lo llevé la semana pasada, el viernes. Como tres meses antes había organizado una cena con antiguos colegas en el Café Cartouche, el templo mundial de las costillas, el único lugar que ha recibido mi máxima calificación en la elaboración de este producto y hoy en día, el único lugar en el que las como, ya que me niego a padecer la mediocridad de cocineros que no saben prepararlas por más que adornen el plato como si fuera una marikona vieja, que en el caso de las costillas, uno no pide el plato por la presentación sino por el producto, algo que de siempre ha comprendido el cocinero del strong>Café Cartouche el cual te trae un plato solo con costillas, que es lo que has pedido. En el caso de seres inferiores, retardados y gilipollas pijos, también traen aparte un cuenco con ensalada pero no lo hacen conmigo ya que en su día les expliqué que yo no soy una cabra y no como hierbas y tampoco tengo hachazo, que parece que afecta a algunas partes del cerebro y provoca que muchas hembras coman hierbas como las cabras. Volviendo al tema, organicé la cena con los colegas, llegó el día y nos vimos y por primera vez en dieciocho años, los pequeños manteles cubre-mesa que ponen no tenían el famoso dibujo de un conocido artista holandés ya suicidado. En dieciocho años jamás había sucedido algo así y como allí me conocen porque es prácticamente el único sitio en el que quedo para comer con los amigos, que he optado por ser un buen talibán y me niego a ir a cualquier otro lado en Holanda, le pregunté a la camarera de la razón de tremendo crimen y me dijo que HAN VENDIDO el negocio y al final de octubre, se traspasa. Del disgusto tan grande casi me da un cólico espasmorítico allí mismo. Sin salir del lugar, organicé para cada viernes del mes una cena con un grupo distinto para celebrar el cierre comiendo todos los viernes del mes de octubre costillas en el strong>Café Cartouche. Esto es un día negrísimo para la humanidad, vamos, hubiese preferido que el okupa-presidente Cum Fraude, ese que coloca a todos sus conocidos y putitas regalase las islas Canarias al bastardo traidor deshonorable impresentable próximamente-reo de Waterloo y se las anexionaran. Puedo vivir sin volver a visitar las islas, igual que no ha cambiado nada en mi mundo por dejar de visitar y consumir productos manipulados por chusma y gentuza de la peor, pero no volver a comer jamás las costillas del strong>Café Cartouche, eso sí que es algo irreparable.

En el mejor blog sin premios en castellano a lo largo de los años han ido apareciendo fotos y fotos de esas costillas, siempre la misma foto, salvo por la iluminación. Igual voy a tener que hacer un homenaje y agruparlas todas en una única anotación de memorial por aquellas costillas que me empeté y ya pronto ya no me podré empetar.

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7 respuestas a “Ciertamente lo peor de lo peor que me podía pasar”

  1. Deberías ser práctico y averiguar donde va a trabajar el cocinero y su equipo actual, si siguen ahí, abren un local, o se van a otra parte, así te aseguras de seguir disfrutando de las costillas, a mi nunca me ha fallado esa técnica… 🙂
    Salud

  2. Luis, se supone que el cocinero se queda y que las costillas seguirán en el menú. TAmbién está confirmado que lo van a renovar durante un mes y perderá la gracia de un café con paredes marrones y seguramente pasará a sitio para pavas pijas con inyecciones de mierda en los labios y tetas que seguirán duras hasta cien años después de muertas de lo falsas que son. En definitva, el lugar, tal como lo conocemos, desaparecerá.

  3. Mientras las costillas de marras no cambien, a tí el color de las paredes debería soplártela…

  4. No, ahora es un bar típico holandés y si hacen un café para zorras parasitarias de machos desapegados con su dinero, el lugar habrá acabado para nosotros, a menos que tengan servicio de recogida de comida. Es el único bar de Hilversum con 10, repito, DIEZ cervezas de grifo, que además cambian con frecuencia. Ahora mismo, dos de ellas son bokbier

  5. Sinceramente yo conozco muchos más machos parasitarios de hembras gilipollas con su dinero, todo depende de los ambientes en los que te muevas.
    Y a mi por lo de las cervezas como que no me convencerían, sigo sin beber… por cierto, ayer leí la noticia de que el año que viene va a haber menos cerveza y más cara, porque el cultivo de la cebada está bien jodido con lo del cambio climático ese que muchos mandamases niegan…

  6. Espero que empiecen cerrando las cervecerías que hacen meados mejicanos y que les sigan las chicharreras y ya puestos, en Asia también se hace mucha pís que llaman cerveza