Ir al cine es lo más parecido que hay a la caja de bombones de Forrest Gump. Uno nunca sabe lo que se va a encontrar cuando se apagan las luces y comienza la película. Nuestras expectativas siempre están muy altas y a veces se cumplen y en otras salimos con la sensación de que se han reído de nosotros y nos la han metido doblada y ese es precisamente el sentimiento que te queda después de ver las más de dos horas de Eat Pray Love, película que se estrenó con gran fanfarria en España con el título de Come, reza, ama.

Una julay amargada deja de comer el nabo que tanto le gusta y se va por el mundo para probar otros capullos y en el camino nos amarga la vida a los espectadores

Una señora ya entrando en las edades mayores descubre que ni su marido ni su miembro le provocan ninguna emoción y se divorcia. El desajuste hormonal consiguiente la lleva a marcharse durante un año de los Estados Unidos para vivir unos meses en Italia, después en la India y acabar en Bali. En cada uno de estos episodios conocerá gente que marcará su vida.

Espero que alguien haya escrito en un papel los nombres de los guionistas de esta atrocidad y se aseguren de que no consigan trabajo en Hollywood en su puta vida. El único adjetivo que se le puede dar a lo que escribieron es atroz, una puta mierda del copón que no salva nada ni nadie. La película se divide en cuatro partes con diferentes hombres en cada una de ellas. Los que escribieron esta atrocidad odian a los hombres y te hacen pensar que son bolleras resentidas porque por más que se hormonen la pipa del coño jamás tendrán una buena polla. Cada uno de los segmentos es un bodrio aburrido y asqueroso en el que has de agarrarte a la butaca para que tu cuerpo no se vaya del cine. En Estados Unidos con los dos tipos que se pulen a la Roberts, en Italia con la Roberts haciendo de panoli retrasada que merece paga del gobierno por subnormal y más tarde en el odioso episodio en la India con un amigo/enemigo con el que no hay química alguna y que sobra totalmente y acabamos en Bali con el más mierdoso de los episodios y con una colección de hombres para borrar del universo.

Julia Roberts es una gran actriz a la que en esta ocasión han dirigido de manera tan atroz que deberían nominarla para un Razzie porque su trabajo y el guión que lo sustentan, ambos son una mierda. A su lado hay un montón de gente que da lo peor de sí mismos y entre todos destaca un Javier Bardem que se tuvo que inspirar en el hermano mongolo de Tom Cruise en Rain Man pero ni siquiera supo como hacer el papel. Esta retahíla de basura tras basura no tiene propósito alguno, no aprendemos nada de la misma y ni siquiera los planos con platos de comida y los paisajes hermosos logran salvar una película que está condenada desde los mismísimos títulos de crédito.

Es una mierda, un despropósito que ofende las pantallas en las que se proyecta y que ha dañado considerablemente la reputación de actores que supuestamente eligen sus papeles muy cuidadosamente. No tiene ni pies ni cabeza, no aporta nada, no resuelve nada, no cuenta nada y cuando crees que no la pueden cagar más tienen el final más estúpido que se le pudo ocurrir al equipo de guionistas retardados y que te termina por dejar helado.

No se la recomiendes ni a tus enemigos. No se merecen algo así.