Con la música a otra parte


Con la música a otra parte

Con la música a otra parte, originally uploaded by sulaco_rm.

Cuando llega el calor los habitantes de los Países Bajos se transforman. A la amabilidad habitual se une el cachondeo. Este año el primer soplo de aire cálido lo tuvimos en abril, en unos días en los que la temperatura eran inusualmente altas y en ellos creo que no había nadie que se quería quedar dentro de su casa. Paseando por mi ciudad, Utrecht, caminaba junto al Oudegracht, el Canal Viejo, esa maravilla que serpentea por el centro de la ciudad y que en uno de sus tramos está lleno de terrazas en las que comes al lado del agua. Es un canal con una corriente bastante fuerte y al contrario de lo que pueden pensar aquellos que van a Amsterdam y ven el agua más o menos quieta, aquí avanza a paso ligero. En mi paseo me tropecé con un individuo muy peculiar que en un barquito minúsculo y con motor eléctrico tenía todo tipo de instrumentos e iba tocando su propio concierto bajo los puentes que cruzan el canal mientras la gente lo animaba. El hombre estaba enraladísimo en aquella miniatura de barco engalanado al efecto y con colores naranja ya que unos días más tardes celebrábamos el día de la Reina, el famoso Koninginnedag.

Siempre leo y escucho en conversaciones con gente de España que los holandeses, como toda la gente del centro y norte de Europa son fríos y muy desapegados. Comprendo lo que quieren decir pero están muy equivocados. La gente de esta tierra es muy cachonda y tiene un gran sentido del humor, quizás no tan zafio como el latino, pero lo tienen. En este 2009 en el que mis lazos latinos se han ido debilitando poco a poco por la desidia existente al otro lado, me ha sorprendido descubrir que en realidad no los echo de menos porque todo lo que podía necesitar de la conexión latina lo consigo de las supuestamente frías conexiones neerlandesas y me sobra para repartir. Ya sea paseando junto al canal, en la oficina o al volver a casa y tropezarme con mi vecino, la gente siempre anda gastando bromas y riéndose de sí misma y de los demás, igual que en cualquier otro lugar del mundo. Es una de las lecciones que aprendes al emigrar y cambiar de entorno, si tú quieres, aunque te vayas con tu música a otra parte, te lo pasarás bomba. Eres tú quien debe elegir.


4 respuestas a “Con la música a otra parte”

  1. Yo que nunca me he planteado si mis amigos son latinos o no, en mi casa el año pasado llegaron 60 tarjetas de navidad, una parte latina pero mucha no, y mas o menos unas 20 eran de amigos holandeses a los que quiero por igual. Extraño no? Yo nunca he hecho divisiones, son amigos y ya. Besitos.

  2. Waiting, yo tampoco me planteo de donde son mis amigos y no los discrimino por color, religión, preferencia sexual o nivel social. El sistema que he implementado este año para aclarar la lista y remover los brotes muertos y que fue tan sencillo como dejar que cada uno determine si le interesa la amistad o no y ha sido particularmente dañino en el lado español, algo que por otra parte me temía.

    Genín: sí, funcionan con batería. No pueden ir a demasiada velocidad.

  3. me han encantado las 2 ultimas frases: leedlas en solitario, transmiten un gran pensamiento muy positivo y están muy bien escritas
    un abrazo para todos¡