Crazy, Stupid, Love.


A veces los trailers de las películas nos pueden crear falsas expectativas o confundirnos totalmente y poner una película en un género cuando en realidad está en otro. Básicamente esto es lo que pasa siempre con el cine de terror, que en el trailer se ven un montón de sustos guapísimos y cuando la vas a ver resulta que eran esos y ninguno más y como ya los conoces, te aburres como una ostra. Por desgracia nadie ha inventado ninguna otra forma para avisar sobre lo que podemos ver próximamente y tendremos que seguir sufriendo unos trailers equivocados. La primera vez que vi el trailer de Crazy, Stupid, Love. mi amigo el Niño me dijo que ni muerto en vida iría a ver la película porque era una comedia romántica. Al final tuve que ir solo y cuando le dije que en realidad es una comedia y de las mejores que he visto este año, se quedó alucinando. Es más, me he reído tanto con esta película que ya me he comprometido para ir a verla de nuevo con otros amigos y no os extrañe si al final de su ciclo comercial la he visto tres o cuatro veces. En España se estrena en octubre y hasta donde yo sé, lo hará con el título en original ya que la crisis es muy mala y los traductores cobran por palabra y estas tres son jodidamente difíciles de traducir.

Un julay más caliente que un volcán en erupción le pide consejo al Rey del Mambo para mojar el churro en almeja caliente

Un tipo de cuarenta y pico años ve como su vida se va al garete cuando su mujer le dice que quiere divorciarse después de toda una vida juntos y tras informarle que se la ha pegado con otro maromo. Comienza a frecuentar un bar de copas por las noches en el que todo el mundo lo ignora hasta que el tipo más popular y uno que moja a diario su varita mágica en un nuevo potorro decide restaurarlo y volver a ponerlo en el mercado de forma más competitiva. A partir de ahí, mucho chimpún y lefadas legendarias ??

Desde el primer instante y con el comienzo más o menos dramático, te das cuenta que no estás en una película convencional. Nos queda claro muy pronto que los actores y actrices están allí para hacer un buen trabajo y alguien se ha tomado la molestia de escribir un buen guión y además hacerlo para que sean los distintos personajes los que se lucen. Según se va desarrollando la historia, vamos sumergiéndonos entre risas y escenas fantásticas en las vidas de todos y cada uno de los protagonistas, descubrimos sus miedos, sus pasiones y todo aquello que los define. La historia del hombre al que han dejado y que trata de recomponer su vida funciona muy bien y lo mismo sucede con las complementarias, la primera de ellas es la de su hijo de trece años enamorado hasta las chacras de la canguro que lo cuida y la otra es la del hombre que pasa a convertirse en su mejor amigo y que se enamora de la única que lo ningunea. Por alguna razón que no puedo explicar, el humor y todo lo demás funciona aquí como una hermosa maquinaria engrasada y aunque es predecible, te lo pasas bomba y tiene algunas escenas en las que no podrás parar de reír y las carcajadas se oirán a kilómetros de distancia. Steve Carell va sobradísimo pero sin lugar a dudas, Ryan Gosling es el descubrimiento del año y de la década. Si te llevas por el trailer, no parece más que un cachas incapaz de actuar pero cuando lo ves en acción, el tío es divertidísimo y va sobradísimo de carisma, algo que cada vez abunda menos entre los grandes actores. A su lado han puesto a Emma Stone y entre ellos la química es explosiva. Merece la pena destacar también a ?Jonah Bobo, el joven actor que hace de hijo enamorado de forma obsesiva-compulsiva.

La película tiene un fantástico guión y los actores hacen un trabajo excelente, llevados de la mano de dos directores que han sabido juntarlo todo y con una banda sonora que me ha permitido descubrir nuevos grupos. Es perfecta para aquellos que quieran echarse unas risas y pasárselo bien y vale tanto para ir con la piba o con el Clan de los Orcos al completo.


2 respuestas a “Crazy, Stupid, Love.”

  1. El Gosling es buenísimo, ya en la del judío neonazi el tío era increíble. No entiendo cómo no es más conocido.