Cuestión de perspectiva


El otro día charlaba con unos amigos en el jardín y mientras trabajábamos juntos para vaciar el barril de cerveza Jupiler de mi PerfectDraft hablábamos de lo distintas que son las cosas según la perspectiva con que se miren. La conversación giraba en torno a la facilidad con la que intentamos ahorrar en unas cosas y derrochamos dinero en otras. Los ejemplos eran variados.

Pongamos el nuevo disco de Madonna. En Holanda se compra por 9.99 euros, lo mismo que te puede costar si lo descargas de iTunes. Aún así hay gente que te dice que es caro y prefieren descargarlo de Internet. Esa misma gente va al cine, paga 9 euros por cada entrada, paga diez euros por un cubo de palomitas de maíz y dos refrescos con más agua y hielo que otra cosa y ni siquiera son capaces de ver que el CD lo tendrás toda tu vida y lo otro te dura dos horas y es un atraco a mano armada. Siguiendo con el mismo ejemplo salió a relucir un ex-compañero fumador que siempre se metía conmigo por mi gasto en cine. Yo pago dieciocho euros al mes y tengo un abono ilimitado que por ejemplo en abril me ha servido para ir nueve veces al cine, con lo que mis cuentas me dan dos euros por película. ?l se gasta casi cincuenta euros al mes en picadura para liarse sus cigarrillos y todavía no se da cuenta de quién está tirando el dinero.

Esta diferencia de perspectiva puede darse también en la misma persona. En mi mente y en la de muchos están esos colegas que no se compran una camiseta y andan que parecen mendigos por la calle mientras que tienen el coche más caro, más equipado, más metrosexual de los disponibles. No comen pero cada vez que salen a la calle miran con orgullo su preciosidad. Para ellos gastarse dinero en cosas pequeñas y necesarias resulta un derroche pero tirarlo en algo que sólo sirve para que la gente te mire les parece vital. Esos mismos me miran como un bicho raro porque no tengo coche y me muevo siempre con el transporte público. Aún les preocupa más que no sienta la necesidad de tener un vehículo propio, vivo feliz escuchando mis audiobooks en el tren, jugando con mi teléfono móvil y disfrutando con mi bicicleta para moverme por el país.

Otra de esas diferencias de perspectivas venía a cuento de un amigo que siempre se mete conmigo porque tengo un iBook, un ordenador apple. Lo compré hace casi tres años y vivo tan feliz desde entonces. No tengo güindous ni lo necesito y no siento que haya perdido nada. ?l, en estos tres años, se ha comprado tres ordenadores, los cuales vende perdiendo dinero para comprar el nuevo porque necesita estar a la última, y lo más curioso que esa última debe ser cuestión de hardware porque en todos sus equipos ha tenido siempre güindous equispe. Yo me gasté mucho menos dinero que él y si quisiera vender mi ordenador, conseguiría más dinero del que este pobre desgraciado logra y sigo siendo capaz de realizar las mismas tareas que hacía el primer día.

Tendemos a aplicar un criterio para las grandes cosas, los objetivos a largo plazo y otro totalmente distinto para las pequeñas cosas del día a día. Ni siquiera nos damos cuenta, es algo natural.

Desde mi perspectiva, vivir en España es un craso error. Siempre que paso por allí de vacaciones escucho las historias de amigos y conocidos, las quejas por trabajos malos, sueldos miserables, coste alto de vida y lo comparo con la mía, en el extranjero, con un sueldo excelente que se incrementa un par de veces al año, sin hacer horas extras, sin tener que aguantar las gilipolleces de un jefe cabrón, ahorrando cada vez más, viajando por el mundo y ellos lo ven desde su perspectiva, las pasan canutas pero viven en un país con mejor calidad de vida, mejor clima y eso al parecer lo compensa y yo sigo sin entender por qué mi calidad de vida es peor.

Todas y cada una de nuestras decisiones diarias determinan la perspectiva con la que miramos la vida. Ahorramos o gastamos, hacemos esto o aquello, vivimos aquí o allá, tenemos unos amigos u otros y en ocasiones quizás debamos mirar las cosas desde otra perspectiva, otro ángulo para aclararnos o para cambiar, ya sea a mejor o a peor, pero al menos seguir evolucionando.

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15 respuestas a “Cuestión de perspectiva”

  1. Es cierto que todo depende de la perspectiva con que se mire. Y más aún, cosas tan personales como los gustos o los caprichos con que cada cual se regala. Coincido con tu opinión, en general. Quizás no coincida en nuestras decisiones determinen la perspectiva con que miramos la vida. Pienso que sería más bien al contrario: nuestra forma de de ver la vida determina nuestras decisiones.

    Tema Madonna:
    Yo he comprado la versión deluxe en i-tunes. Lo que sea por Madonna, oiga.

  2. Oria, yo adoro la lluvia, el frío y todas las cosas que conforman el clima holandés. Ya tuve mis décadas de sol, sol, más sol y calima en las Canarias. Y cuando aquí hace buen tiempo, es cien veces mejores que el que había en mi tierra porque sabes que es algo efímero y lo disfrutas con más ganas.

  3. Yo no adoro la lluvía y el frío, pero los aguanto 100 veces mejor que el calor. Me gustan en general, lástima que a veces se hagan tan eternos. Cuando aquí hace buen tiempo, es un auténtico paraíso como dice Sulaco. Suelo quejarme bastante del clima, supongo que porque la espera de la llegada del paraíso es insufrible, pero cuando llega…je je.

  4. Veamos, le he dado al enter demasiado rápido. El frío y la lluvia constantes vuelven loco a cualquiera, yo lo que adoro son las plantas fabulosas que crecen gracias a ese clima, la explosión de vida, de color, los olores, el canto de los pájaros, es eso lo que adoro, lo del frío y la lluvia…. repito, mejor que el calor, que provoca discusiones y sudores varios.

  5. Yo personalmente he aprendido a querer la lluvia, soy gallega, que voy a contaros…. pero si por algo no me gustaría vivir en Holanda sería por el frío. No el frío del clima, ese al final te tapas y solucionado, el frío de la gente, supongo que es cuestión de educación desde niña, o simplemente de forma de ser.

  6. Virtuditas, ¿frío? Quizás sea por mi facilidad para romper el hielo pero mi problema es que todo el mundo es demasiado cálido y amable conmigo. Ya sé que soy casi perfecto y maravilloso y el universo en peso se siente obligado a quererme y a veces me gustaría que la gente fuera un poquito más «fría».

  7. «tirarlo en algo que sólo sirve para que la gente te mire les parece vital»
    Cualquier cosa cuya primera función sea que te miren otros es tirar el dinero y demostrar un complejo lamentable, desde mi punto de vista.

    Y no te creas, muchos pensamos en la huida hacia delante, pero bancos y nóminas te tienen agarrado por los…

  8. Lo de la perspectiva daría para un par de libros. ejemplo palmario: No entiendo como alguien puede jactarse de ahorrar diez céntimos de euro eligiendo entre una marca u otra en el super y luego se dejan un pastón en el departamento de cosmética.

  9. Si solo fuera en el de cosmética. Conozco gente que son capaces de freír la carne de vacas locas que compran rebajada con aceite de girasol ucraniano y se consideran los amos del cotarro por todo lo que ahorran y después se gastan un pastón en un reproductor de Blue-Ray para el que no pueden ni comprar películas y que dentro de dos años valdrá 50 euros y lo venderán en los mercadillos.

  10. Este es un tema que debatimos de vez en cuando en mi grupo de amigos, que no acabamos de entender nuestro entorno. No sé cómo serán las cosas en otros países, pero aquí se ha impuesto un cierto borreguismo, que lleva a la mayoría por el camino trillado de (no necesariamente por este orden):
    Coche (lo más potente posible)
    Pareja (como sea, aunque el amor no se vea por ningún sitio)
    Piso (hipoteca a 30 o 40 años mediante)
    Otro coche más grande y caro, a poder ser un todoterreno o un monovolumen.  Para poder joder las aceras y a los peatones que no pueden pasar por el hueco que dejas, aunque luego no vayan al campo (y si lo hacen, no salen del asfalto, que se mancha el todoterreno).
    Tele plana panorámica de un metro cuadrado (aunque el salón sea liliputiense)
    Idem del Home Cinema
    Hijos (bueno, no diré nada, alguien tiene que pagar mi pensión, ya que yo soy admiradora de Herodes).
    Una inmigrante que limpie la casa y cuide a los hijos. (En mi trabajo han llegado a preguntarme que «de dónde era mi chica», ni plantearse que no la tenga).
    Etc.
    Si tienes todo esto, al parecer has triunfado, aunque estés ahogado con la hipoteca, aunque vivas a base de macarrones con tomate y sopas de sobre porque el sueldo (o los sueldos) no llegan, etc.
    Pues para ser un triunfo, o un objetivo, según se mire, de todos los conocidos que viven así no sé de ninguno que aparente estar tranquilo y a gusto. Todos andan agobiados, mirando como locos a fin de mes a ver si han cobrado y a mediados de mes empiezan a vivir contra el crédito de la tarjeta, que les cobra unos intereses bien jugosos.
    En fin…

  11. Ahora ya sé por qué soy raro. No tengo coche, ni pareja que reduzca mi espacio vital, mi caserón tiene una hipoteca más barata que lo que pagaba de alquiler en un apartamento de 35 metros cuadrados y ahora tengo casi el triple y cien metros cuadrados de jardín, no tengo tampoco el segundo coche y no sufro ni padezco la subida del petróleo, no tengo tele plana, me compré un CRT de 65 kilos de peso con todos los extras habidos y por haber por doscientos eurolos porque me la sudan las planas, no tengo home cinema porque ya tengo el abono al cine de verdad, no tengo chiquillos que consuman mi nómina en pañales y educación inútil y mi señora de la limpieza viene cada dos semanas y es PURA HOLANDESA, rubia y con un VAN en el apellido, como debe ser, que las musulmanas no son de fiar ya que detrás de cada una de ellas hay un terrorista y delincuente al que no queremos conocer. Y para acabar, lo del crédito me suena a ciencia ficción, todos mis bancos están en negro y bien negro y mi cuenta jamás ha llegado a cero y soy yo el que recibe unos intereses muy jugosos por el dinero que deposito en ellos. En fin ??

  12. Exactamente.  Si tengo pareja es porque por fin encontré a alguien que, además de darme compañía cuando lo necesito, también es independiente y no me agobia. Mi hermano me ha dicho alguna vez que nosotros «no somos una pareja» porque a veces pasamos parte de las vacaciones por separado. Vale, reconozco que no es muy común, pero si mi chico quiere ir a trepar cumbres al Himalaya, durmiendo en tienda de campaña casi un mes y comiendo a saber qué (sarna con gusto…) ¿tengo yo que hacerlo también, o tiene él que no hacer lo que le gusta?
    Y al reves, yo no he dejado de hacer viajes y planes con mis amigos, aunque menos que cuando no tenía pareja (el tiempo no es elástico), y si hay un fiestón, o voy sola, o, cuando veo que mi chico se empieza aburrir, le doy un beso y le mando a casita. ?l a gusto y yo también.
    Tampoco tengo números rojos, y aunque tengo hipoteca, calculo que en unos cinco años me la quitaré de encima (en el peor de los casos, ocho, que es lo que me queda oficialmente). Y sin privaciones, faltaría más…

  13. gatagris, en Holanda tienen hasta un nombre para ese tipo de parejas, que son bastante habituales por aquí, igual waiting, que es una intelectual del idioma bárbaro se acuerda de la palabra. Los hay hasta que viven cada uno en su casa y están hasta casados. Mi amiga la transexual rumana es de esas, su marido en Amsterdam y ella en Hilversum con sus tres gatos que él no soporta. Muchos de los que conozco hacen vacaciones separados (no todas). A eso ayuda el poder partir tus vacaciones en tantas partes como quieras a partir de medios días. En mi caso, podría tomarme 78 medios días de vacaciones cada año sin más problemas.