Dallas Buyers Club


Ya sabéis que enero y febrero son los meses de las películas que aspiran a los Oscars y tenemos una sobredosis de cine más serio, quedando los efectos especiales y las películas para descerebrados archivadas y esperando que lleguen tiempos mejores para ellas. Esta es la única época en la que el cine más formal invade las carteleras de los multicines y seguramente es la única oportunidad para los seres más básicos de ver algo en donde predominen los diálogos. Una de esas películas que tenemos la suerte de poder ir a ver estos días es Dallas Buyers Club que al parecer se estrena en España con el mismo título a mediados de marzo.

Un julay chinga el chocho que no debe y la caga bien cagada

Un chamo de dallas al que le encantan los rodeos y trabaja de electricista descubre en una visita al hospital por un accidente que es un sidoso de mierda, en lenguaje claro y directo de la calle o que ha contraído el síndrome de inmunodeficiencia adquirida si eres más pomposo y te da miedo el qué dirán. Al colega le dan un mes y cuando ve que con los tratamientos convencionales no sobrevivirá se pira a México en donde conoce a un médico al que no dejan trabajar en Estados Unidos y que le explica cuatro cosillas y con eso empieza su negocio para importar drogas y medicinas ilegales en los Estados Unidos y tratar con ellas a otros sidosos como él, mayormente julandrones y mariquitas del coño. Se asocia con un pedazo de maricón que hace que Ramiro el peluquero parezca un macho albañil y para vadear los lodos de las leyes americanas crean un club en el que la gente paga un abono y a cambio reciben medicamentos y vitaminas. Con el éxito y con la gente viviendo más que con los tratamientos oficiales les llegan los problemas y el acoso del gobierno pero el chamo no se rinde y batallará hasta el final por el derecho a decidir su propio tratamiento.

Esta es una de esas películas basadas en hechos reales que desde el principio te imaginas que están desvirtuados un huevo y efectivamente, una sencilla búsqueda en la red te descubre que las cosas no fueron así. Pese a ello, la historia resulta muy interesante, sobre todo el viaje de un colega que les tenía un asco del copón a los mariquitas del coño y que acaba pasando el día con ellos y hasta descubriendo que pueden ser como las personas normales y una vez asumes el dicho ese que dice con tu culo has un florero, no hay problema. Aunque me cueste reconocerlo y después de años y años ninguneándolo, va a resultar que Matthew McConaughey es capaz de actuar, aunque ayuda mucho todo el hambre que tuvo que pasar para perder el peso. El hombre resulta totalmente creíble como enfermo de sida y logra arrancarnos las emociones adecuadas en los momentos oportunos. El único que le hace sombra es Jared Leto, que consigue encandilar con su interpretaciones de una locaza con sida que solo quiere vivir y que está acostumbrado a recibir todos los palos habidos y por haber del mundo. Junto a ellos dos tenemos la siempre solvente y particularmente encantadora Jennifer Garner en un papel adorable. Si tienes una buena historia, si los actores están en gracia y todo se alinea perfectamente, no nos puede sorprender que el resultado sea un sólido drama con toques cómicos que nos cuenta un pequeño episodio de la batalla contra el sida en los ochenta.

No es cine para el Clan de los Orcos pero sí que es obligatorio para todos los sub-intelectuales de GafaPasta y aquellos a los que les gusta el buen cine. Absolutamente recomendada.


8 respuestas a “Dallas Buyers Club”

  1. Tanto como para darle el oscar al mejor protagonista masculino? o al secundario?

  2. Ya tenemos apuesta para el secundario!! Es que después de paparme ayer la entrega de los Goya estoy hoy con ganas de nominación.

  3. Increíble que todavía den los Goya. Hacen 3 películas al año y seguro que se montan una gala de 3 horas para darles los premios.

  4. Pufff… la parienta estaba viéndolos en el salón, a mi sólo me llegaba el sonido y con eso bastaba para darme un sopor que ni te cuento. Menudo pallufo de gala, qué aburrimiento y qué poca gracia tienen estos.

  5. No sé yo, encanijarse o engordarse y afearse para ganar un oscar ya está muy visto. Pero es que no puedo con el Matthew éste, me parece un coñazo de actor y el Jared tampoco es que me ponga mucho. No sé si la veré.