De storm


En la noche del 31 de enero del año 1953 sucedió una de las mayores catástrofes naturales en la historia de los Países Bajos y el segundo evento que está marcado en la historia de los holandeses relativo al siglo XX. Esa noche, una combinación nefasta de circunstancias y una tormenta brutal provocó la rotura de varios diques y la inundación de varias partes del país. Murieron 1835 personas, más de 30000 animales se ahogaron y para cuando las aguas se retiraron, el espectáculo era desolador. A partir de ese día se comenzó a trabajar en el Deltawerken, una inmensa barrera que protege gran parte del país contra eventos como el que sucedió aquel día. Muchas de las señas de identidad holandesas están marcadas por la constante amenaza del mar y por la necesidad de trabajar unidos para impedirlo. Aunque han habido documentales de todo tipo y programas hablando de aquel día, la película De storm ha sido la primera en abordar el tema de manera más directa. A menos que la nominen a los Oscars, dudo mucho que llegue a estrenarse algún día en España.

Una julay sandunguera se va de parranda y al volver a casa se desata la tormenta del milenio no veas lo mal que lo pasa

Partiendo del evento que comenté, la gran inundación del año 1953, la película se centra en la historia de una joven, madre soltera y despreciada por muchos de sus vecinos por ello, ya que aunque todos creáis que en Holanda las libertades sexuales son ancestrales, es un logro muy reciente y antes, igual que en otros lugares, a una madre soltera se le trataba de puta, putón, arretranco y demás. El día de la tormenta la casa se inunda y ella ve como parte de su familia muere y queda aislada en el tejado con su hijo, al que mete en un baúl. En un punto determinado la corriente la arrastra, dejando al chiquillo solo y ella volverá luchando contra todo para encontrar a su hijo en un lugar asolado.

El día que fui a ver la película ya habían pasado tres semanas de su estreno y pensaba que no habría demasiada gente. Me equivoqué. La sala estaba completamente llena de gente que atendió el espectáculo en silencio y solo en algunos momentos podías escuchar los sollozos de algunos que posiblemente recordaban historias que les contaron sus padres o abuelos sobre lo que sucedió aquella noche. Desde el punto de vista técnico la película es impresionante, con unos efectos especiales espectaculares para recrear la tormenta y que por lo que leí implicaron el inundar una zona en Bélgica en donde se rodó durante varias semanas para poder hacerlo. La historia es muy simple, madre pierde hijo, madre busca hijo, todos la odian por ser madre soltera pero ella lo único que quiere es encontrar a su chiquillo. La interpretación de la protagonista, la actriz Sylvia Hoeks es fantástica, comenzando como una chica ligera de cascos con hijo que solo quiere divertirse y evolucionando hacia una madre desesperada dispuesta a encontrar a su hijo a cualquier precio. Junto a ella, Barry Atsma la ayudará y la protegerá de aquellos que pese a la desgracia la siguen viendo como una pecadora. La película flojea en algunos momentos y definitivamente las tramas secundarias no están muy bien llevadas. El epílogo está completamente fuera de lugar y realmente se lo podrían haber ahorrado porque no aporta nada y es simplemente increíble. Aún así, es una buena historia que cuenta un evento ficticio y con la que podemos imaginar un poco lo que sucedió aquel día de hace más de cincuenta años en los Países Bajos.

No creo que tengáis que preocuparos en ir a verla porque no es probable que se estrene fuera de Holanda y Bélgica pero si tenéis la oportunidad y os gustan los dramas, este es uno de esos que se recuerdan.

07/10