Déjà Vu


Estuve meses viendo el trailer de Déjà Vu sin sentir la necesidad imperiosa de verla. La selección que hicieron para atraer nuestra atención fue pésima y el hecho de gozarme seis veces el trailer en dos días jugó en su contra. En Navidades me había comprado un bono para ver cinco películas en unos multicines y como caducaba en ocho semanas, no me quedó más remedio que elegir algo de lo que tenían para terminar de gastarlo y de entre lo poco que quedaba, opté por esta película.

Un julay negro e hijo perra se quiere follar a una beba come-cirios y no se le ocurre otra cosa que ponerle una webcam para poder verla mientras se toca la zambomba y de paso sacar un dinerillo en publicidad en su propia bitácora. La cosa se tuerce cuando una mañana una banda de soldados asesinos de inocentes se van de putas a Nueva Orleans en barco y un buen samaritano les da candela. La putilla está en el lugar y el julay se coge un berrinche y acaba explotando cosas y cantando canciones de las Supreme ayudado por un friki que tiene una máquina enorme para hacer magdalenas.

Mi problema con este tipo de películas es siempre el mismo. No sé por qué se empeñan en mezclar tantos géneros. Elige un par de ellos y tira pa?lante con un buen guión pero no trates de rizar el rizo. Aquí intentaron hacer una película de Ciencia Ficción, Romance, Acción, Suspense, Thriller, Aventura y con tanta cosa no se acaba de definir bien. Le falta ese toque que nos suelda a nuestra butaca y nos genera un ansia que debemos aplacar sin apartar nuestros ojos de la pantalla. Como película de Ciencia Ficción apesta, tanto con la máquina para viajar en el tiempo como con las cámaras de control de los ciudadanos. Es todo una caca increíble que apesta horrores. Como Romance le falta chispa. No hay frotamientos, no hay tensión sexual entre ellos, es como si él fuera metrosexual o mariquita y ella una jodida lesbiana. Como película de Acción y Aventura aburre con tanta vuelta sobre el tema una y otra vez. Llegas a saber por donde te van a salir y eso es lo peor que le puede pasar a una historia como esta. Sin embargo, cuando juntas todas estas decepciones y las mezclas te sale una película decente, no gran cosa pero tampoco un pestiño. Se puede ver sin más problemas y la habrás olvidado antes de abandonar el aparcamiento del centro comercial.

El hombre detrás de todo esto es Tony Scott, un director del que siempre recordaré Top Gun, una película que nunca me cansaré de ver. El protagonista no es otro que el versátil Denzel Washington que en esta ocasión hace de sí mismo pero a lo creído y chulo. Le falta un hervor para que nos identifiquemos con su papel. Lo mejor es que la historia está rodada en Nueva Orleans un tiempo después del huracán Katrina y pude comprobar que algunas de las zonas de la ciudad que me encantaron siguen en pie, incluyendo el barrio en donde estaba el hostal en el que nos quedamos.

Así que si es domingo por la tarde y quieres despejar tu cabeza y olvidar ese algoritmo tan importante para ti y que no nos importa una mierda al resto de los mortales, llama a tus colegas los Orcos, gruñios un rato por teléfono y quedad para ver una de esas historias con temática de Ciencia Ficción, ordenadores muy muy grandes y teorías sofisticadas. Seguro que después de verla discutiréis durante horas. Para los demás, seguro que la dan en un par de años por la tele así que ni os molestéis.
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