Desde Bali a Komodo


Seguimos repasando vídeos y fotos de mi primera semana de vacaciones en Asia y hoy tenemos la segunda fase de transporte, que me llevó desde Kuta, en Bali, hasta Scuba Junkie Komodo. Antes de ver el fastuoso vídeo que hay al final, pasaremos por unas cuántas fotos que quiero dejar por aquí y que complementarán el relato que hice en su día y que además, quedan bonitas y todos sabemos que cuando se trata del mejor blog sin premios en castellano, hago lo que me sale de las arriolas. El vuelo de hora y media del que veremos el despegue y el aterrizaje lo hice con la compañía NAM, que me tenía acojonado pero al final resultó ser una filial de Garuda Indonesia, empresa con muy buena reputación:

El avión no era ni ancestralmente viejo ni estaba mal cuidado. Este verano ha comenzado a volar desde Bali a Labuan Bajo AirAsia con lo que imagino que los precios de los billetes habrán caído un montón, ya que las dos empresas que tenían el monopolio los tenían particularmente inflados y como no competían entre ellas, al final los que nos jodíamos éramos los pasajeros.

Una vez en Labuan Bajo, que creo que es la ciudad más poblada de la isla de Flores, tuve que esperar tres horas hasta que saliese el barco que me llevaría al centro de buceo. Mientras almorzaba, en la terraza de un italiano, hice la siguiente foto de la bahía llena de barquitos, sobre todo de barquitos de buceo, que desde allí salen una multitud de esas excursiones que pueden ser de uno o más días:

Ya en ruta, hice una fotillo desde la cubierta superior del barco, que era una zona de descanso y relajación. Este barco era parecido aunque no idéntico al que me llevó cuando fui a bucear. En realidad este llevaba a otro grupo porque es un pelín más pequeño. Aún así, quedó chula la foto, muy bubólica y pachanguera:

Cuando estábamos a punto de llegar a Scuba Junkie Komodo hice la siguiente foto, en la que vemos el embarcadero, la montaña que está por detrás del complejo y que parece sacada de un fondo de escritorio de güindous y por la derecha del embarcadero se puede ver la choza más grande en la que estaba la cocina y el comedor y zona de ocio. Mi keli está escondida entre los árboles por detrás:

Y hablando de mi keli, ya sé que todos nos imaginamos que yo voy a sufrir y padecer, así que aquí tenemos mi dormitorio, uno de los cinco con aire acondicionado y fastuoso, con sus mosquiteras que no hacían falta porque allí no había mosquitos.

La puesta de sol de ese y todos los días que estuve allí fue épica y fabulosa, a la par que fastuosa y por eso, porque seguro que nadie me cree, pongo una imagen por aquí que a mí todavía me flipa:

Finalmente, al día siguiente, cuando fuimos a bucear, hice esta preciosa foto de un islote en el norte del parque Nacional de Komodo y en el que vemos poquísimos arbustos y ningún árbol porque estos islotes son muy rocosos. Como estamos viendo fotos del Nido en otro momento del día, sirve de contraste entre los islotes de uno y otro lado:

Para el vídeo elegí la canción holandesa Alles is Liefde, que se puede traducir como truscoluña no es nación y si somos menos puristas, como todo es amor, del grupo BLØF. En el vídeo vemos aterrizar un avión mientras despegamos y después vemos despegar uno de Qatar Airways, el mismo modelo y la misma compañía que me transportó el día anterior, con lo que casi es como ver el avión de ayer desde afuera. Al despegar tenemos una vista de Kuta y en el aterrizaje vemos la isla de Flores en su parte más al oeste.

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3 respuestas a “Desde Bali a Komodo”

  1. Pues viendo los techos de lata de la segunda foto, me preguntaba si tendrían aislamiento bueno debajo, porque menudo horno si no…
    Y justamente, cuando crecía mi preocupación por tu salud, enseñaste la habitación con aire acondicionado, una gozada.

    No se si era mi ordenador o el video que después de un movimiento que hiciste, había un pedazo que no se distinguía nada y con la ventana como si la hubieran cagado una bandada de palomas, pero por lo demás bien 🙂

    Salud

  2. el avión que despegó lanzó gotas de agua contra la ventana con la fuerza de los motores y la cámara cambió el enfoque a ellos. No hubo nada que pudiese hacer para evitarlo.

  3. Ya, suponía algo parecido, que era forzado en contra de tu voluntad, lo que no sabia es que la cámara funcionara de esa manera, con ese automatismo.
    Salud