El año más violento – A Most Violent Year


Aunque las películas de crímenes no son mis favoritas, no por eso dejo de ir a verlas, sobre todo si tienen un trailer intrigante y auguran un buen espectáculo. Esta falta de interés por el tema es la que me lleva a no ver series de televisión interminables en las que cada semana resuelven algo y siempre hay uno o dos que son super-inteligentes y por supuesto antes del final del episodio lo desvelan todo y te preguntas como no lo pudiste ver. El otro día fui al cine más culto de la cadena con la que tengo un abono ilimitado para ver A Most Violent Year, película que llega a la cartelera española esta semana con el título El año más violento.

Un julay se casa con la hija del Guaca y el resto de colegas del gremio le quieren dar caña de la mala

Un tipo que tiene un negocio busca expandir el mismo y crecer aplastando a sus competidores. En paralelo el fisco investiga tanto la industria en la que se mueven como específicamente a su empresa y tiene un problema porque le están robando camiones con tanques llenos de combustible y está perdiendo dinero en un momento en el que lo necesita más que nunca. Las cosas se irán complicando y el pobre hombre aprenderá unas cuantas verdades de la vida.

Si llego a saber que la película la dirigía J.C. Chandor la habría considerado mucho antes ya que tanto Cuando todo está perdido – All Is Lost como Margin Call, que son sus dos largometrajes anteriores, me parecieron buenos. Por suerte en esta ocasión vuelve a crear una atmósfera asfixiante y absorbente en la que todo parece estar relacionado pero nunca terminas de ver las conexiones ni averiguar el resultado. El protagonista es Oscar Isaac y borda su papel de empresario que quiere ser legal pero que no lo es completamente y que además aspira a crear un Emporio. Su mujer es la fascinante Jessica Chastain, que mejora con los años y que siempre crea unos personajes de mujeres retorcidas a las que no hay que darles la espalda para que no te claven el puñal. La química entre ambos funciona y la tensión que se va creando según nos acercamos al desenlace va empujando a ambos en direcciones muy interesantes. Al final resulta que no es una película de gangster sino de envidias, de sacrificio y de todo aquello que estás dispuesto a hacer por conseguir tus sueños. El estilo visual es muy como de película de los setenta y alguno hasta se podría creer que es un reestreno. La violencia mencionada en el título aparece esporádicamente y no decepciona.

En fin, que esto no es cine para los miembros del Clan de los Orcos pero sí que es algo a considerar y apreciar por los sub-intelectuales de GafaPasta.


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