El candidato – The Front Runner


Hoy tenemos una película que por razones desconocidas, no ha conseguido que la pongan en todos los cines de la cadena con la que tengo mi abono ilimitado pero tiene unas cuantas ciudades más que los estrenos de filmoteca. En cualquier caso, Utrecht no era una de las ciudades afortunadas y tuvo la suerte de tener una sesión de viernes a la hora adecuada para combinarlo con mi viaje al aeropuerto, ya que lo mejor de viajar por la noche es que antes de subirte al avión puedes ir al cine, como hacemos todos en tantas ocasiones. La película se llama The Front Runner y al parecer se estrenó al final de febrero en España con el título de El candidato.

Un julay político le hace un Vitorino a su hembra con una tonta del bote y después pretende negarlo todo.

Resulta que el tal Gary Hart, que era el candidato favorito de los demócratas en la carrera presidencial a las elecciones de 1988, le hacía a su mujer un Vitorino con una pava a la que en agradecimiento por sus servicios sexuales, la quería meter en el equipo de su campaña. Unos periodistas, después de que él los retara diciendo que su vida es aburrida, lo siguen y lo comprueban y el capullo, además, es que se la follaba en su keli en Washington y seguro que cuando terminaba le decía a la pava que no se preocupara que la perra de su hembra ya se encargaría de lavar las sábanas otro día. Cuando el escándalo estalla, el chamo se escuda en que lo que chingue en su vida privada es solo cosa suya y que nadie lo debería espiar y que es un candidato a presidente igual de válido aunque diga que es super-honesto y familiar y después esté metiéndola en todo coño de vecina o algo así. Al final, el tipo no aguanta la presión y renuncia.

Seguramente en otro universo esto es una película buenísima pero en este, nadie le tiene pena alguna al mujeriego este que revienta su carrera por negar que chingaba con toda hija de vecina y dárselas de ser superior moralmente. La cosa es que la historia tampoco resulta tan interesante, los periodistas y su investigación como que están anulados y aquí la historia la centran en el personaje interpretado por Hugh Jackman, que en todo momento parece estar actuando para conseguir una nominación a los Oscars, como los protagonistas de las otras películas que he comentado este fin de semana y que parece que lo he montado con los descartes de las nominaciones. Resulta frustrante para el espectador ver como en ningún momento nos tratan de contar una historia, se limitan a rondar con la cámara al chamo y esperar que tenga un momento divino o algo así y anulan a toda la gente que está a su alrededor. Seguimos un rato a la pelleja que se despatarró para conseguir un trabajo pero pronto se cansan de ella y no sabemos más. Tampoco desarrollan las movidas de la mujer-Vitorina ni de la hija, todo es como muy meloso, muy superficial y eso acaba por convertir la película en un telefilm para la tarde de domingo que no aspira a mucho más. Hubo un momento en el que pensé que me daba un jamacullo y me dormía pero con muchos pellizcones lo conseguí superar.

En fin, que esto no es cine para los miembros del Clan de los Orcos y tampoco creo que tenga la clase que esperan los sub-intelectuales con GafaPasta. Esto combina perfectamente con la siesta.


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