El día que llegué a Coral Bay en Pulau Kecil


En realidad si quieres leer esta serie desde el comienzo, tendrás que saltar a Regresando al viaje a Asia para ver las fotos y avanzar desde allí y por si la cosa no es complicada, esta saga de fotos y vídeos está relacionada con el relato que comenzó en Desde Utrecht a Kuala Lumpur y si estás confundido, pues que sepas que así es la vida

De siempre se dijo que los cambios de escenario en Asia no son tan cómodos como en Europa, en donde todo está comunicado con todo. Allí, algo tan sencillo como ir desde Bali hasta las Islas Perhentian es una operación de dos días con tantos meneos como la compresa de una coja, como quedó explicado en su día en Viajando a las islas Perhentian desde Kuala Lumpur. El resumen de este día es más bien fotográfico y tenemos uno y solo un vídeo que además está al principio del todo. Tuve más suerte que la tonta del bote y en el avión me pusieron en asiento entre julay de ventana y julay de pasillo con lo que nos ahorramos el suplicio del más de lo mismo. En el caso del vídeo que veremos a continuación, requiere de capacidades intelectuales superiores ya que hay que hacer clic en el mismo para verlo así que nada, a seguir revolcándoos en vuestra ignorancia. En el vídeo tenemos la vista de la playa de Coral Bay, en Pulau Kecil, vista desde el nuevo y flamante embarcadero, que no existía cuando pasé por allí en el 2009:

Coral Bay desde el embarcadero

Una de las cosas que no cambian en las Perhentian es como tienen playas paradisíacas y las petan de barcas y aquí tenemos un buen ejemplo. Depende mucho de la hora del día, a primera y última hora está mucho más llena de barcos y entre medias se vacía cuando estos se van con los buceadores, los excursionistas y los que van y vienen desde la península de Malasia:

Barcas en la playa de Coral Bay

Y ahora tenemos otra vista de Coral Bay, desde las rocas. Eso que hay al fondo es como la jungla y por ahí no hay manera de caminar. La presencia humana se limita a la costa y el día que les pille un tsunami, allí las van a pasar putas para escapar:

Otra vista de Coral Bay

En ese primer día me di un garbeo al otro lado de la isla, a Long Beach, que fue en donde me quedé la vez anterior y aunque hice un montón de fotos con mi cámara, parece que con el teléfono solo fue una y además de tal forma que lo único que no se ve es la enorme playa que ahora está llena de construcciones:

Vista de Long Beach desde un extremo

Cerca del final de la playa de Coral Bay hay un tramo en el que no hay tantos barcos y es la parte de la playa en la que pasé las tardes tomando el sol y poniéndome todo lo marrón obscuro casi negro que me puedo poner, que es bastante si consideramos que para cuando llegué allí mi dopaje de beta-caroteno era épico y legendario y hasta los peítos que me tiraba eran del color de zanahorias:

Playa de Coral Bay en las islas Perhentian

Lo mejor de Coral Bay es que mira directamente hacia el oeste y el ocaso y las puestas de sol son fabulosos y tuve tantísima suerte que casi todos los días que estuve allí fueron espectaculares. Forzando a la cámara del teléfono a enfocar el sol mismo conseguí la siguiente foto, que es chulísima y puedo garantizar y garantizo que no se hizo con un ifone sino con un androitotorota de doscientos leuros:

Puesta de sol en Pulau Kecil

Y un poco después, cuando el sol ya se había escondido, tenemos otra postal fantástica en la que a la derecha se puede ver el nuevo embarcadero:

Crepúsculo desde Coral Bay en Pulau Kecil

Y para cenar, estuve en un sitio llamado Owen que tiene la más altísima calificación en el tripadvisor entre todos los mochileros y el chef preparó especialmente para mí. Es una maravillosa recreación de suela de zapato hecha con filete de carne que en algún día estuvo ligada a un animal sobre la que han puesto un zurullo de lago que debe ser cebolla frita, hay una colina de arroz con verdura y está coronado con güevo frito que murió sin ilusión ni fantasía:

Papeo malayo en el Owen de Coral Bay

Ahora que hemos llegado hasta aquí, resulta también muy interesante el revisitar el Álbum de fotos de las islas Perhentian que apareció en el mejor blog sin premios en castellano hace eones y ver como ha cambiado el lugar.

El relato continúa en Buceando en Terumbu Tiga y otras cosillas


3 respuestas a “El día que llegué a Coral Bay en Pulau Kecil”

  1. Coincido con la Virtu….
    Pero en el caso de Sunami lo tienen mas chupao que la pipa de un indio, tienen la elevación que necesitan con el cerro justo detrás de la playa, con subir un poco ya está ¿No?
    Salud

  2. Yo diría que con la fuerza con la que llega la ola, subir un poco no soluciona nada y la zona en la que hay un camino es super baja. Lo mejor es que no pase nada o amarrarse a un árbol con una botella de oxígeno, que allí todos los chiringuitos son para buceadores