Después de casi un mes en el que solo fui al cine en una ocasión tenía un mono tan grande que el día que por fin acudí a un cine me empapé tres películas muy distintas. La última de ellas se llama The Ghost Writer y en España se estrenó en marzo con el título de El escritor.

Un julay intelectual que se sabe todas las letras imita al primo de Ana Rosa y trata de escribir un libro para otro panoli y de paso aprovecha para ponerle la pierna encima a la parienta.

Un escritor fantasma o la persona que está detrás de otra cuando escribe su biografía y que en realidad es la que sabe leer y escribir recibe el encargo de revisar y terminar la autobiografía de un ex-presidente de gobierno después del suicidio del anterior escritor. Se muda al lugar en el que vive el hombre y conforme indaga y trata de aclarar las ideas se irá metiendo en una trama de asesinatos y espías de la que no sabe muy bien como salir.

Ya estamos muy curtidos en estas películas que tienen tramas dentro de tramas y en las que las cosas se complican y se transforman sin descanso mientras el espectador asiste asombrado a este baile de teorías. Por eso o quizás porque a fuerza de repetirse hasta yo me doy cuenta estas películas ya no me pillan desprevenido y más o menos a la mitad de la historia ya me olía por donde iban los tiros y de qué pata cojeaba cada uno de los protagonistas. El escritor lo interpreta el eficiente Ewan McGregor que lo mismo reparte hostias con un sable láser que se pone unas gafas de pasta y se hace el modosito intelectual que cuando se siente en el trono se lee lo que ponen en los paquetes de papel higiénico. Con él nos iremos adentrando en las tramas que desembocan en nuevas tramas y cuando la cosa se complica y se tiene que poner a correr pues iremos detrás suyo mientras trata de escapar con vida y resolver los acertijos. Muy interesante también el papel de la ex-primera dama, interpretado por Olivia Williams, una mujer que me mola mazo desde que hizo de jefilla en la fantástica serie Dollhouse que fue injustamente defenestrada por no alcanzar los niveles de audiencia esperados.

La película tiene un buen arranque y únicamente falla un poco en el tramo central en el que la atención de los espectadores se distrae cuando intentan crear la tensión que motivará la sorpresa final. Por lo demás, está bien hecha, bien interpretada y es refrescante el poder ver una película sin efectos especiales y en las que el peso de la historia recae en los actores y actrices y en lo convincentes que pueden llegar a ser. Muy recomendadas para los enamorados del Thriller y de estas historias retorcidas.