Continuamos con películas que están entre las nominadas a los Oscars y hoy llegamos a otra de esas que se ha estrenado de tapadillo y más bien para que cuatro gatos como un servidor la puedan ver antes de la gala de los premios. Esta fue la tercera película que vi en Amsterdam la semana pasada. Se titula Phantom Thread y en España se estrenó como El hilo invisible en algún momento del mes de febrero.

Un julay modisto se encoña de una de sus modelos y no se cansa de hacerle el chimpún

Un chamo que al parecer es el modista favorito por la nobleza, los ricos, los famosos y la pelleja esa cupera a la que le huelen los sobacos y que está exiliada en Suiza con el maromo que se la empeta, porque será comunista pero tiene vicios caros, pues eso, que el modisto ese tiene un montón de tics y vive rodeado de un ejército de pavas a las que tortura y demás. Cuando se encoña con una modelo y la convierte en su favorita, ella tendrá que acostumbrarse a sus movidas y a sus rarezas pero vamos, que la tipa descubre la forma de envenenarlo o algo así y cuando el chamo está en las últimas, todo lo que quiere es mucho amor de ella.

Esta película no resonó conmigo desde el mismísimo inicio. Lo del mundillo de las costureras y las polladas del modisto me la traían al fresco y en ningún momento conseguí identificarme ni con él ni con ninguno de los personajes secundarios, que son todos femeninos ya que esto es más bien la historia del macho de las cañadas. El principal problema para mi es que la historia es muy lenta, estiraron una trama que no daba para más de veinte minutos y montaron una película de dos horas y diez minutos y en ese tiempo pasa muy poco. En algún momento de la primera hora me dio un jamacullo y me quedé dormido durante quince minutos y mira tú que milagro tan grande que me desperté y no había sucedido nada de nada. Daniel Day-Lewis borda su papel pero no le sirve de nada, la película es lenta y mala. De las chamas, decir que ninguna merece que la mencionemos. La película gana algo de velocidad cuando comienzan los envenenamientos del marido, se atasca en el viaje a Suiza y solo vuelve a recuperar el tono cuando la chama vuelve a envenenarlo. En resumen, es como una perversa historia de amor en la que él es un hijo de la gran zorra truscolana, como el puerkagón y ella está a su altura y es una asesina y psicópata rastrera vil y despreciable.

Esto puede provocar ataques descontrolados de ira a los miembros del Clan de los Orcos si son expuestos así que os sugiero que os mantengáis lejos de los cines en los que la estén dando. Dado que no pasa nada y todos son pedantes, seguro que les encanta a los sub-intelectuales con GafaPasta.