El hombre del corazón de hierro – The Man with the Iron Heart


La semana pasada, el estreno sorpresa era un drama bélico con alemanes y esas cosillas tan truscolanas que hicieron en la Segunda Guerra Mundial. Aunque es un tema algo cansino porque llevamos ya muchos siglos viendo y requete-viendo más de lo mismo, fui a ver The Man with the Iron Heart, película que en sus intríngulis tiene el título original de HHhH (y que fue el que vimos en pantalla) y que en España se estrenó en julio con el título de El hombre del corazón de hierro para que después digan que España no puede ser pionera en lo de poner el cine en pantalla antes que los holandeses.

Un julay obviamente truscolán y de su policía-fascista es más malo que la bruja Avería

Una hembra en edad de procrear elige a un macho de la manada sabiendo que llegará lejos porque el chamo es que es más malo que un deshonorable presidente de república ficticia truscolana. El colega más o menos quiere mantener la pureza de la raza y lo mandan a la República Checa y allí el colega es que es más eficiente que Terminator y unos julays espías planean matarlo o algo así.

La historia en sí es interesante pero la realización la estropea porque en realidad tenemos como dos películas separadas, independientes y que no están al mismo nivel. Empezamos con la historia de Reinhard Heydrich al que interpreta de fábula el actor Jason Clarke. Esa parte de la película, el ascenso de este hombre en la jerarquía nazi y como crea una familia y puede pasarse el día torturando y matando gente y volver a casa y tocar el piano con su hijo, eso es fantástico. Lo malo es que en un punto determinado aparecen los del complot para matarlo, nos olvidamos de él y entramos en otra película, en la de los rebeldes, y esa es mala tirando a malísima, aburre, no tiene gancho alguno y lo único que les deseaba es que los mataran antes para poder irme a casa. No se como no se dieron cuenta con el guión en la mano que tenían media historia buena y otra que lo mejor era ponerla en los cinco minutos finales y no dedicarle como una hora, o quizás cuatro porque esos minutos parecían no avanzar y eran una tortura para el espectador. La parte nazi de la historia es fascinante pero ojalá y se hubiesen olvidado de la otra. Rosamund Pike clava su papel de esposa y madre, que sabe perfectamente que está casada con un tipo que es un asesino profesional, pero que se la suda porque lo que hace es por el bien de la patria y por eso es aceptable, vamos, más o menos como la rumana esa que se casó con cierto deshonorable president que al parecer fue rechazado por todas y cada una de las hembras truscolanas y se tuvo que ir de compras al otro lado de Europa o pagar cada vez que quería mojar y ahora tiene dos hijas que digan lo que digan, son solo medio truscolanas y la gente las debería señalar como Rumarnegas. La película entretiene pero cansa con tanto drama final tras el asesinato.

No creo que tenga lo que necesitan los miembros del Clan de los Orcos, es muy lenta para ellos y le faltan escenas de acción. Tampoco alcanza los niveles de calidad apreciados por los sub-intelectuales con GafaPasta.


Una respuesta a “El hombre del corazón de hierro – The Man with the Iron Heart”

  1. Pues esta noche voy a ver yo una peli con un tío con el corazón de hielo «The Iceman» tiene buena pinta el trailer…
    Salud