El otro guardaespaldas – The Hitman’s Bodyguard


La resonancia de cada película en los espectadores es distinta en base a un montón de variables. Sí conoces el escenario en el que se rueda, esto puede llegar a afectar tu percepción de la misma y eso es más o menos lo que me ha sucedido con la que voy a comentar hoy y que en base al trailer esperaba que fuese una de las películas del verano. Se trata de The Hitman’s Bodyguard y se estrenó esta semana en España con el título de El otro guardaespaldas.

Dos julays se chupan las pollas uno al otro sin chimpún

Un guardaespaldas amargado de la vida después de que la mataran al delincuente que debía proteger recibe una llamada de su ex y esta le encarga que lleve desde el reino desunido por el Brexit hasta el tribunal de la Haya a un malaje que no veas y que lo haga en un rato largo y en esas que cienes y cienes de millardos de joputas del este de Europa matan a todo quisqui por todos lados sin que a nadie le parezca rarito.

Esto es la película esa que hemos visto una purriada de veces con un blanco y un negro (o persona de color si eres gilipollas y te las das de entendido en el pollardonismo), con comedia y con persecuciones de coches todo el tiempo. En este caso, ninguno es policía, uno es delincuente (el negro, obviamente) y el otro es guardaespaldas divorciado de poli y amargado de la vida. Podría haber funcionado mejor pero es que la parte cómica está muy pero que muy apurada y la parte de acción se les fue un poco de las manos. Es decir, un servidor conoce la ciudad de Amsterdam y conoce aún mejor el centro de la ciudad. Es que se inventan una cárcel al lado del Rijksmuseum en la que ponen a una pava y resulta que cualquiera puede subir al campanario, sin seguridad ninguna. También, cuando llega la persecución en la ciudad, es de llorar de puta pena, es que pasaron al menos tres veces por el mismo lugar, es que el puto barco iba y venía pasando los mismos puentes y pasando los mismos puentes y pasando los mismos puentes y los canales resulta que son como de mil millones de kilómetros de largo, si al final la ciudad de Amsterdam es más grande que Nueva York. Le cambiaron el color a los coches de la poli holandesa y en una ciudad que está petada de policía, los terroristas y los protagonistas básicamente la destrozan sin que se vea a ninguno, igual que en la Haya. Todo esto hizo que la historia me pareciera absurda y ridícula y no me la creyera. Particularmente, no creo que Ryan Reynolds haya hecho un gran papel, se ha limitado a repetir el de Deadpool solo que de humano y Samuel L. Jackson está lastimoso, pero no tan mal como Gary Oldman, que debe estar muy necesitado de leuros para prestarse a algo así. En fin, que es una comedia con la que te ríes mucho menos de lo que esperas, es una película de acción peripatética y es un engendro que espero que no tenga segundas ni terceras partes.

Es cine zafio y vulgar diseñado para los miembros del Clan de los Orcos y es muy posible que esas alimañas salgan del cine encantados de la vida. No es un plato para el exquisito paladar de los sub-intelectuales con GafaPasta. A mí me aburrió.


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