El premio


Premios de cine

El lunes fui al cine a una de esas sesiones especiales que hace la cadena de cines a la que estoy abonado para los miembros de su club y en las que cada seis semanas más o menos, podemos ir al cine un día específico a un pre estreno solo para miembros del club, con comida y bebida gratis y sorteos de algunos premios. La película que pre estrenaban era Eddie el Águila y tardaré un huevo y parte del otro en comentarla por aquí porque se estrena en mayo en España así que está en mi despensa. Al entrar te daban un papel con cinco preguntas, respondías y participábamos en un concurso con tres premios. Mi amigo el Rubio dice que yo soy lo peor de lo peor de lo peor y aún peor en lo relativo al cine porque en el año del señor ese que contrata presuntos tocadores de niños para que atiendan a su rebaño … ya empiezo a divagar … del 2001, participamos juntos en un concurso de un bar irlandés en Utrecht y mientras nos emborrachábamos teníamos que responder preguntas mayormente de cine y al final ganamos un premio por ser el PEOR equipo de los sesenta que participaban y subimos al escenario a recoger nuestro trapo de limpiar barras de bar porque al parecer, lo de vivir de los premios no era lo nuestro. Desde entonces, el Rubio que tiene memoria indeleble me lo restriega al menos una vez por semana y jamás ha aceptado mis excusas, ya que en esa época, yo acababa de mudarme a Holanda y toda mi vida, el cine lo vi doblado al español y con los títulos en español y claro, como quieres que uno sepa que la película que tú conoces como La hora decisiva en realidad se titulaba The Finest Hours por poner un ejemplo de marrulleo de título en el que un montón de horas se transforman en una sola y hasta cambia el adjetivo calificativo. Desde ese 2001, el Rubio se niega a participar en concursos conmigo porque dice que no quiere pasar por otra humillación semejante y cuando va con otra gente, nunca gana, lo cual le jode aún más porque yo meto el dedo en la herida y hurgo todo lo que puedo y le recuerdo que aunque le pese, la única vez que fue a un concurso conmigo, GANAMOS, aunque sea por ser el peor equipo, pero GANAMOS (si eres Canario o residente en las islas, por favor usa el GANEMOS del dialecto local).

Cuando miré las cinco preguntas del concurso en el cine, resultó que hubo una combinación de factores increíbles que movían la balanza de mi lado. Por una parte, esa misma tarde, una hora antes de ir al cine, había estado leyendo en la Wikipedia la entrada relativa a Eddie the Eagle. También conocía al protagonista y es uno de mis actores jóvenes favoritos, sabía que el otro protagonista se hizo famoso con los Equis-Manes y la última y más puñetera pregunta, casualmente formó parte de una conversación en la máquina de café de mi empresa por un tema totalmente distinto. En la pregunta del cine pedían el título de una película con tema olímpico que había ganado seis Oscars incluyendo mejor película. Yo sabía que era Chariots of Fire, aunque esa información era fruto de mi ignorancia, ya que hablando con un colega sobre Mike Oldfield, yo nombré que me encantaba la música instrumental que hizo para aquella película de julandros atletas y el tío me dijo que era más bruto que un arado y me dio el nombre de la película y me restregó que esa música fue compuesta por Vangelis, algo que por supuesto yo no sabía porque me revuelco en mi propia ignorancia y no me da vergüenza reconocerlo. En cualquier caso, conocía el título de esa película y cuando tienes que responder cinco preguntas en un minuto o así, no hay tiempo para mirar en Internet y al entregar mi papeleta, tenía la sensación de que iba a cantar lo de GANEMOS. Cuando acabó la peli, en el vestíbulo del multicines estaba la lista de los ganadores y el Elegido, The Chosen One, de Uitverkorene, il Prescelto (para que Genín se quede contento) aparecía como ganador absoluto del concurso. Mi espectacular premio, una camiseta de tamaño XL holandés de la película Grimsby y un abrebotellas de cerveza con el logo de la misma película. El segundo regalo lo puedo usar pero el primero a menos que use la camiseta como forro del colchón, ni de coña, así que la acabaré regalando a algún colega. Por supuesto, ganar un concurso de cine compitiendo con casi quinientos julays abonados al cine como yo tiene muchísimo más mérito y desde el martes por la mañana, todos los días llamo al Rubio para restregarle que YO SÍ GANO CONCURSOS, ya sea como el peor o como el mejor, pero los gano y él no puede decir lo mismo. Espero que su hembra no se ponga mala con toda esa mala leche que el colega está acumulando.

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9 respuestas a “El premio”

  1. Tu dirás lo que quieras, pero en italiano queda genial 🙂
    Me has dejado intrigado con eso de ganamos en dialecto canario…
    Salud

  2. Genín, ganamos es la primera forma del plural en el presente, implica un hecho consumado, auténtico, verdadero. Ganemos es la primera persona del plural en presente del subjuntivo, es hipotético, irreal. Por eso está mal dicho, porque la victoria es real y no ficticia.

    Dicho esto, en Canarias, somos legión los que nos criamos usando la primera persona del plural del presente del subjuntivo como si fuera presente y los profesores nos corregían a destajo.

  3. Sulaco, que curioso, no lo sabia y mira que tengo amigos canarios, o debería decir tuve, por que están todos desaparecidos, pero no muertos, al menos eso espero… 🙁

  4. Piensa en ejemplos simples. Tus colegas te preguntan y tu respondes: anoche follamos. La acción es real y auténtica. Pero si lo que dices es anoche follemos, los no canarios dudarán de ti y para los canarios sin embargo, eres lo más.

  5. sí, pero aclara perfectamente el por qué del problema. Una cosa es querer meterla en caliente y otra muy distinta es haberla metido. En el primer caso ni siquiera hacen falta medidas anticonceptivas.

  6. Esas camisetas gigantes van de pinga para dormir en verano. No tienen mucho glamour, pero son prácticas.
    Y mira tú por qué descubro hoy que esta es la mejor bitácora sin premios en castellano, ¡porque eres gafe!! jajajaja