El resultado


Lo de las elecciones locales en los Países Bajos de esta semana se ha convertido en un estúpido cachondeo mediático en el que se mira lo que resulta poco interesante y se omite el resto. Pese a los agoreros que anunciaban una abstención brutal, al menos en mi ciudad la cantidad de gente que fue a votar fue mayor que hace cuatro años. Con nuestros votos se eligen cuarenta y cinco concelajes, los cuales vuelvo a recordar que solo trabajan como tales un día a la semana y tienen un sueldo mínimo. Además, no pueden meter a sus primos, hermanos, sobrinos, tíos, amigos y demás familia a trabajar en el ayuntamiento ya que en Holanda estos son como empresas independientes de los políticos que vienen y van. De hecho, en las elecciones locales no se vota alcalde alguno, el alcalde se contrata y lo elige el gobierno en base a tres candidatos propuestos por los concejales.

Algo que aquí es normal y que en España es impensable es la fragmentación del voto. En España mola lo de los dos partidos y parece que hay miedo al diálogo y la negociación. En Holanda a lo que hay miedo es al pensamiento único y así, en el ayuntamiento de Utrecht habrán concejales de DIEZ partidos políticos.

Lo que no se dice en España es que en los Países Bajos, para diecisiete millones de ciudadanos hay CUATROCIENTOS TRES ayuntamientos y en España el número de ayuntamientos es de OCHO MIL CIENTO DIECINUEVE para cuarenta y siete millones de habitantes, es decir, que los de Holanda de media tienen cuarenta y dos mil ciudadanos y los españoles cinco mil setecientos. Aquí ya hace mucho tiempo que se fusionaron pequeños ayuntamientos y se les dio el tamaño suficiente para que sean económicamente viables, mientras que en España prima el cachondeo, el mangoneo y la pandereta y nadie toca esos ocho mil ciento diecinueve focos de corrupción.

La otra cosa que llama la atención es como Wilders, presentándose solo en dos ayuntamientos con su partido político, consigue acaparar páginas y páginas de la prensa con una estúpida declaración que además refleja el sentir de una gran mayoría que por ahora pretende votarle en las elecciones generales. Comentando lo que dijo sobre los marroquíes con colegas en el trabajo, todos te dicen que algo así no se debería decir en público y seguidamente te confirman que votarán por él en las próximas generales, ya que están totalmente de acuerdo. Los datos no engañan y por más maquillaje que les pongan, el porcentaje de actos criminales cometidos por cierta minoría cuyos padres vinieron de un país que está a unos catorce kilómetros de España es apabullante y el cuarenta por ciento de los adolescentes de esa minoría ya tiene su propia ficha policial antes de los catorce años, lo cual dice un montón en favor de ellos.

Lo dicho, que ya tenemos nuestros nuevos concejales y ahora se tendrán que sentar a negociar para elegir sus tres candidatos a alcalde y proponérselos al ay


4 respuestas a “El resultado”

  1. Genín, cuando la solución está en manos del problema, mal asunto… para arreglar ese tema tendrían que largar a un montón de amigotes «profesionales de la política» que no saben hacer la O con un canuto y no conocen otro oficio ni beneficio que no sea vivir del cuento. Como el pueblo calla y traga con todo lo que le echen, ¿para qué van a solucionar nada?

  2. JC, pero es que en España no hemos callado, ni callamos, lo que pasa es que los políticos no han hecho ni puto caso de las demandas de los ciudadanos y se lo han montado de esa manera, no tienen vergüenza, no se cual seria la solución, quizá si en los próximos comicios nadie fuera a las urnas, a lo mejor así se enteraban, la verdad es que no se cual es la solución por parte de la ciudadanía.
    Salud

  3. ¡Qué envidia de organización y sentido común!… No puedo entender cómo, los pocos honrados que quedan en la política española, no se apuntan a estos ejemplos…y no dejan de dar el coñazo hasta que lo consigan.