El seguro médico


Uno de los temillas que de cuando en cuando leo en la prensa española y en los que no he entrado al trapo es el de la Seguridad Social. El sistema sanitario español siempre me ha parecido que está a años luz del holandés por las mismas razones que lo están matando. Cuando emigré a Holanda, el mayor choque no fue el cultural, fue el sanitario. Yo venía acostumbrado a los ambulatorios, los especialistas, los controles médicos y demás y cuando me enteré que aquí las mujeres parían con el método de la burra, pujando en su catre y con una cantidad de niños que iban directos hacia la luz al final del túnel bastante alta, lo flipé. Mis compañeras de trabajo españolas alucinaron todavía más cuando iban a pedir hora para el ginecólogo porque les apetecía que alguien les sobara el potorro y se enteraban que aquí las revisiones son cada cinco años y a partir de los treinta y cinco. Una de ellas, que era más puta que la gallina Turuleta, me dijo que era como pretender que un coche no pase la ITV hasta después de veinte años, que ella le daba mucho uso a la zona, hay mucha fricción y quería que un experto le hiciera la puesta a punto y la mantuviera al día y al corriente de los últimos avances tecnológicos. Yo no he tenido excesivos problemas porque desde el primer día me estoy muriendo y siempre que entro a visitar a mi médico de cabecera es como enfermo terminal, así que el hombre se pliega a mis exigencias. En Holanda había sistema público y privado, pero el uso y el abuso por parte de todos y particularmente de los inmigrantes lo llevaron a una situación insostenible, así que hace ya la tira de años el gobierno intervino y se privatizó al completo. A partir de ese momento, los que venían a mangonear sanidad por la cara sin tener un seguro médico Europeo, se les pedía que demostraran que podían pagar la factura o caritativamente, se les pagaba un pasaje para regresar a su país y que se encarguen allí igual que el gobierno holandés se encarga de que los ciudadanos residentes en el país más desfavorecidos tengan acceso al sistema. Aquí ni se discutió ni hubo ruido alguno porque el sistema podía castigar a los que venían a chupar rueda de la gente que cotiza ya que se entendía que el sistema hacía agua y sin control, se hundía.

A partir de la privatización, el gobierno creó una lista de cosas que son básicas y han de ser cubiertas por todos los seguros. Esa lista se actualiza todos los años y no resulta raro que lo que un año está en el paquete básico, al siguiente sea algo extra y dos o tres más tarde regrese al plan más básico. Por ley se permite que todos nos podamos cambiar de compañía aseguradora cada año en los últimos dos meses para asegurarnos el año siguiente con otros. Esto ha llevado a la competencia de las aseguradoras que apuran al máximo sus ofertas. Además, se introdujo el copago, aunque aquí es más bien una franquicia de pago que este año está fijada en trescientos cincuenta leuros, lo que quiere decir que para algunas cosas, tendrás que pagar hasta cubrir esa cantidad o lo pagará tu seguro y tú se lo tendrás que devolver. En la lista de cosas básicas para este año, las visitas al psicólogo no están incluidas, igual que no las están las del parapsicólogo, tan necesario para mí porque I see dead people …. Tampoco está cubierto el fisioterapeuta o las medicinas alternativas, como acupuntura, tratamientos con hierbas y demás. Para eso, las distintas compañías aseguradoras tienen paquetes y en la elección del seguro uno se decanta por una u otra según lo que quiere. Yo este año he optado por lo básico y lo único que me interesa es tener unas cuantas visitas al fisioterapeuta garantizadas por si sucede el improbable evento de darme una hostia del copón mientras patino sobre hielo y que me quede ¡tocao! Mirando la oferta de mi seguro médico actual, el cual es el que tiene un acuerdo colectivo con mi empresa, resulta que ellos me quieren sacar unos diecinueve leuros más al mes que la competencia y los otros me ofrecen mucho más. Por consiguiente y sin perder más el tiempo, procedí a solicitar a esa empresa que me manden la oferta y ellos se encargarán de cancelar mi seguro médico anterior.

Este año se espera que el treinta por ciento de los ciudadanos cambien de seguro ya que todos somos como las palomas y además de cagar volando, somos rastreros y vamos adonde nos lleva la manada y el viento y compañías que un año tienen una purriada de clientes ven como al año siguiente la gente los deja si pierden competitividad. En un mercado tan competitivo, hay ofertas baratas y otras muy baratas y has de saber en donde trazar la línea. Por ejemplo, si optara por el seguro más barato, esos no te permiten elegir el médico o el hospital, algo que para mí es básico y en su lugar, ellos firman acuerdos y solo puedes ir a médicos y hospitales con los que ellos tengan relaciones. Uno de estos seguros ni siquiera te permite comprar las medicinas en una farmacia de tu barrio sino que ellos son los que te suministran los medicamentos una vez los has pedido por Internet, lo cual quiere decir que te tomara al menos veinticuatro horas hasta que los tengas. Para alguien que nunca se pone malo y quiera ahorrarse cien euros o más al año igual es una opción válida pero en mi caso el riesgo no es aceptable. Otra manera de ahorrar es incrementando la franquicia y este año se permite hasta los ochocientos cincuenta euros. Esto, que puede parecer una locura, lo han pedido ya más del once por ciento de los asegurados con lo que habrá un montón de gente que en caso de ponerse mala, tendrá que cubrir de su bolsillo los primeros 850 leuros. Yo conozco a varios que lo hacen, sobre todo porque pasan de pagar en seguro médico más de mil doscientos leuros al año por persona a pagar setecientos y pico leuros. Los niños son gratis en algunos seguros así que siempre hay que mirar. Jugando con el sistema y para ilustrar esto, digamos que tenemos una familia formada por un macho, una hembra y tres hijos. Quieren asegurarse, quieren tener fisioterapeuta, no quieren medicina alternativa, ni seguro dental ni la hembra espera que le hagan un bombo y no quiere tampoco tener seguro por si se queda preñada. Una familia así, con una franquicia de trescientos cincuenta leuros pagaría doscientos cuatro leuros al mes, o algo más de dos mil cuatrocientos al año. Si la misma familia decide incrementar el riesgo al máximo, pagarían ciento cincuenta y cinco leuros al mes o mil ochocientos sesenta al año o sea que se ahorrarían casi seiscientos leuros. Es una pasta gansa y por eso la gente se cuestiona su lealtad a su seguro médico y cambia de barco. Un dato interesante es que las visitas a tu médico de cabecera no forman parte de la franquicia, así que una familia que opta por reducir la cuota siguen pudiendo llevar los niños o ellos mismos al médico y el coste está cubierto por el seguro aunque seguramente tendrán que pagar los medicamentos, ya que estos sí que forman parte de la franquicia.

Una curiosidad es el seguro dental. Con mi empresa, por ejemplo, hay la posibilidad de asegurar cobertura al 70% hasta 350 leuros o hasta 1000. Cogiendo la baja, pagas cada mes dieciséis leuros de seguro. Ahora bien, la visita al dentista para limpieza y revisión te vale cuarenta y dos leuros y los precios están regulados por el gobierno. Es decir, si tienes una dentadura en condiciones, cada año te gastas ochenta y cuatro leuros y si pagas seguro serían ciento noventa y dos, con lo que de nuevo, no teniendo seguro dental te estás ahorrando más de cien euros. Como puedes cambiar tu póliza cada año, lo que sucede es que tu dentista ya te aconseja que bajes o subas tu seguro para el año siguiente dependiendo del estado de tu herramienta para el papeo. A mí por ejemplo me ha dicho que no pague ni de coña porque mis dientes los expondrán en el Louvre cuando yo la diñe, porque no tengo una sola muela picada, no hay empastes, no hay nada de nada, solo la perfección más absoluta que irradia desde mi boca.

Como todo el mundo, yo también he hecho mis cálculos, he traicionado a mi seguro y el año que viene ahorraré doscientos sesenta y cuatro leuros, que parece que no pero es una pasta que puedo usar por ejemplo para pagar los doscientos veintiocho leuros de mi abono de cine y aún me queda guita para cotufas y refresco algunos días.

,

4 respuestas a “El seguro médico”

  1. Pues que quieres que te diga, si a los usuarios les va el sistema mira que bien, a mi la verdad es que me parece una puta mierda…
    Claro que en cuanto los peperos terminen aquí con la sanidad pública, quedará otra puta mierda, y como en las mejores épocas de Franco, esto será un país de mierda donde solo podrán vivir los ricos y los demás, sus esclavos, a pudrirnos…
    Salud

  2. Pues yo me sentía muy orgullosa de ser española, cada vez que se hablaba de sanidad. Siempre me ha parecido que teníamos la mejor sanidad del mundo, y la más justa. Es verdad que habría que haber regulado algunas cosas (como los abusos y demás), pero la idea es buena. Lo que pasa es que ahora ya se la están cargando…y me asusta en qué acabará todo esto. El sistema holandés, que cuentas, no me gusta nada. Aunque, así y todo, viviría ahí (por otras muchas cosas).

  3. En Francia, en un control rutinario a un inmigrante argelino que se iba a operar de algo serio, descubrieron que se había operado de lo mismo unos años antes en otro hospital, siguieron tirando del hilo y vieron que el tipo ya tenía instalado en su cuerpo no se cuantas prótesis, decenas de operaciones, amputaciones y mil cosas más…… todo gratis por la seguridad social francesa, luego cotejaron fechas y vieron que casi todo se le hacía durante el verano, con lo que llegaron a la conclusión que con la tarjeta sanitaria del colega se estaba operando media Argelia….. ¿ahora se vienen a dar cuenta?

  4. Asunto complicado este, por un lado la supuesta gratuitidad de nuestro sistema nos cuesta una pasta, no solo el 5% que nos descuentan de nuestro sueldo mensualmente sino el 36% que aporta le empresa. Es decir para un mileurista serán 50?? de su bolsillo más 360?? que pone la empresa. Es un sistema muy caro, sobre todo para el servicio que obtenemos.

    Aquí por 60?? al mes tienes un seguro privado que te lo cubre todo, salvo las medicinas.

    Las medicinas son el principal problema y gasto, por un lado el precio que ponen las farmaceuticas y por otroel abuso que se hace de ellas por los usuarios que las tienen bonificadas. Es un asunto mucho más complicado de lo que parece.

    En Holanda al jubiarte que pasa, ¿sigues pagando seguro médico o te lo cubre el estado?