Elizabethtown


¡He vuelto al cine! Pensé que nunca jamás volvería a poner mis pies en una sala. Han sido tres semanas de agonía alejado de los templos, sin contacto con mi religión, sin poder recibir el sagrado alimento de los dioses. Corrí en bicicleta por las calles de Utrecht al encuentro de la sala más cercana a mi casa y me metí en lo primero que ponían, que resultó ser Elizabethtown, título que también le han puesto en España.

El tema es simple. Chico fracasa en el trabajo a lo grande y se hunde en la mierda. Como las desgracias nunca vienen solas se muere su papuchi y tiene que viajar a una ciudad de esas rurales de la América profunda cuyo nombre seguro que adivináis y traerse el cuerpo de su padre a la gran ciudad. En el camino le pasarán unas cuantas cosas y descubrirá valores que ni sabía que existían.

La película es una mezcla entre comedia y drama aunque tirando más hacia lo segundo. Tiene también bastante de película romántica. Salí del cine con una sensación rara. Por un lado me ha gustado, no diré que está entre mis diez favoritas del año pero me entretuvo bastante. Sin embargo, he de cagarme en la puta madre que parió al director por escoger ese pedazo de ladrillo inútil que es Orlando Bloom como protagonista. Hoy por hoy poner en cabeza de cartel al julandrón que hizo de Legolas en cierta saga infame, el mismo inútil que jodió troya como París la maricona y que reventó El reino del cielo como Balian el retardado es como para denunciarlo ante el tribunal de la Haya. El pobre demuestra una vez más su infinita incapacidad para demostrar emociones, aventajando a las paredes de los edificios en su falta de expresión, porque incluso una pared tiene más talento. El profesor de arte dramático que aprobó a este tío merece un billete sin retorno a Bagdad con habitación en el hotel más peligroso. Habiendo expresado mi alegría, gozo y sincera devoción por este cero a la izquierda he de decir que pese a él la película es entretenida. Tiene mucho que ver el que hayan infinidad de escenas en las que no aparece y eso mitiga un poco la rabia que siente uno cuando este petardo intenta mostrar una emoción y lo único que consigue es tirarse un peíllo. Como aquí entra mucha fans de este puto inútil, deciros que vayáis al cine y que no os olvidéis de ir sin bragas para que no molestéis a la gente cuando empecéis a pajearos durante los cinco minutos que está en calzoncillos en pantalla, que resulta muy molesto escuchar los esfuerzos que hacéis por bajaros los refajos. Y por favor, no gimáis que distraéis a los espectadores.

Imagino que parte de la culpa la tiene Cameron Crowe que para eso es el director. Inconscientemente se debe haber dado cuenta de que la cosa no funcionaba con el cacho de carne con ojos que puso de protagonista porque lo apañó en el montaje final regalando minutos a todos los secundarios. Al lado de la abominación de Orlando Bloom pusieron a Kirsten Dunst, toda una diosa que ha crecido ante las cámaras y que se nota que lleva la profesión en la sangre. Esta ninfa ya levantaba troncos en la gloriosa Enrevista con el vampiro y eso que hacía el papel de niña mala, sucia y rastrera. Cada uno de los planos que tiene en esta película merece ser visto cien veces para disfrutar con ella.

Entre los restantes y espléndidos actores y actrices destacar a Susan Sarandon, una señora que llevo viendo en el cine desde que era pequeño y que es más solvente que la cuenta corriente de Bill Puertas. Está espléndida y tiene unos diálogos soberbios.

Que te apetece ir al cine y no hay otra cosa en cartelera o ya estás muy mayor para el cine de retardados y putarracas, pues entra a ver esta e igual te lo pasas bien. Abstenerse alérgicos a cierta caricatura de áctor y descerebrados escritores de SMSs en código chimpúnico.
gallifantegallifantegallifantemedio gallifante


6 respuestas a “Elizabethtown”

  1. «Sin embargo, he de cagarme en la puta madre que parió al director por escoger ese pedazo de ladrillo inútil que es Orlando Bloom como protagonista» Me encantan estas frases tuyas, me descojono jajaja 🙂

    Un saludo.

  2. La verdad es que el Bloom destroza todo en lo que cae (menudo chasco me llevé en El reino de los cielos). Pero para mí la de El señor de los anillos, de saga infame nada. La tengo completa en versión extendida y cada cierto tiempo me la enchufo en vena. Si ando estresada me pongo con la Xbox a matar orcos que da gloria y si ando con otras inquietudes… el Mortensen de moreno y mal afeitado está de relamerse. De rubio no tanto… yo en Holanda no me llevaría muchas alegrías. Los rubios no me van, y menos aún si son de color cerdito.

  3. Erre: escribo casi como hablo. Alguna vez me he visto en apuros porque la gente no sabe apreciar este tipo de lenguaje claro y floridamente ordinario.
    gatagris: A mi la primera película me aburrió hasta el infinito, al igual que los libros. Si además de mariconear caminando y matando bestias hubiera habido algo de trama quizás, pero con tanta «fiel adaptación» la cagaron. Y total, 9 horas para tirar un puto anillo a la basura me parecen muchas.

  4. Tengo unas sábanas de la Guerra de las Galaxias IV. O tenía porque mi madre las debe haber tirado a la basura. De esa mierda de saga por no tener ya no tengo ni los libros, que fueron expulsados de mi casa sin honor y con gran deshonra.