Curiosamente, la primera duda que me surgió al comenzar a escribir esta anotación fue con el nombre. Normalmente decimos sándwich pero después de consultar el diccionario de dudas de la RAE, parece que lo recomendado es hablar de emparedado, palabra que me gusta más y que le da un toque siniestro y hasta carcelario a algo tan rico. Una vez quedó claro que voy a hablar de un emparedado y no de un sándwich o de un bocadillo, lo demás vino rodado.

El otro día descubrí una bitácora con multitud de recetas entre las que he elegido un puñado que me parecen muy interesantes. Se trata de L?Exquisit. Me llamó la atención una receta de un emparedado que tenía una pinta fantástica y que combinaba quesos y si hay algo que siempre sobra en mi nevera son quesos. Por supuesto he alterado la receta un poco para ajustarla a mi gusto, cambiando los quesos y algún otro detalle. Si queréis ver su receta, la encontraréis en Sandwich gourmet de queso y ella lo tomó de Gourmet grilled cheese el cual a su vez lo pilló en otro sitio. Es lo que tiene la replicación, que cada uno le da un pequeño empujoncito y lo cambia algo. Yo he hecho tres variantes distintas y me gustan todas, pero aquí ponemos la versión básica y en la explicación pondré las alternativas. Con mis cantidades salen 2 emparedados o 4 triángulos. El tiempo que se tarda en preparar es casi irrelevante y la dificultad nula.

Los ingredientes: 1 diente de ajo, tomates secados al sol confitados (en aceite), 1 cucharadita de mostaza (en mi caso era holandesa), 8 nueces pacana, 4 rebanadas de pan moreno con cereales, queso brie, queso edam, pimientos del piquillo asados, un poco de cebolleta, sal y pimienta.

La implementación: Ponemos en la picadora el ajo, la mostaza, 2 tomates secados al sol confitados (en aceite), las nueces pacana, la sal y la pimienta y lo molemos hasta tener una masa. Comenzamos a montar los emparedados. Ponemos sobre una rebanada de pan una loncha gordita de queso brie, pimientos de piquillo asados, después un poco de cebolleta, el queso edam, otra capa con tomates secados al sol confitados y finalmente un poco de la pasta preparada. Se cubre con otra rebanada de pan y lo ponéis a gratinar en el horno hasta que se derritan los quesos, sirviendo inmediatamente.

Ya veis que no tiene ciencia y está espectacularmente rico.

Mi primera variación a la receta fue para aprovechar unas lonchas de beicon que tenía en la nevera. Las freí sin aceite en una sartén pequeña a fuego fuerte hasta que quedaron crujientes y al sacarlas las reservé, quité parte del líquido que desprendieron y en el mismo freí un huevo asegurándome que la yema quedaba bien hecha porque no me gusta cruda. Al montarlo, añadí estas dos capas adicionales sobre los pimientos del piquillo, primero el beicon y luego el huevo frito. Con este pequeño cambio deja de ser un emparedado vegetariano y para los carnivoros como yo, le da más substancia y lo mejora sensiblemente además de dejarte bien lleno.

Mi segunda variación fue para desayunar el domingo. Me gusta empezar el día con un buen desayuno y aunque cualquiera de las dos variantes anteriores habría estado bien, me apetecía comer huevos revueltos y lo que hice fue preparar uno y añadir los huevos revueltos sobre los pimientos. Esta versión también está muy sabrosa.

Vuelvo a repetir que cada uno puede usar los quesos que le gusten más. Igual otro día pruebo a combinar un queso azul con un queso canario.

Si quieres ver otras recetas que he cocinado puedes ir al índice de Mi pequeño libro de recetas de cocina y allí tienes la lista completa